Hola.. Mi historia..

Hace 4 años que salgo con una persona.. No he sido nunca una persona supersegura.. Pero he ido bien..
Al ppio de nuestra relación... Durante unos meses.. él tomo por costumbre mentirme para evitar decirme cosas, situaciones,... Que me molestaban.. Con lo que, no dejaban de ser mentiras, y acababa pillandolo, con la consiguiente, desconfianza y enfado..
Hasta llego un punto que estuvimos a punto de dejarlo, por las mentiras.. Nunca ha habido (que yo sepa) temas de infidelidad o similares.. El tema ha estado... En que iba con gente que no me gustaba por ej.. Y me mentía... Luego lo descubría y así..
A día de hoy sigue mintiendo.. En el día a día, lo hace muchísimo, con cosas estúpidas... Tipo... En lugar de decirme que me llama para devolverme la llamada, se inventa que es para interesarse por mi...
Total.. Que arrastrando todo esto, ha llegado un punto en el que siento tal inseguridad y desconfianza que dudo de todo lo que me dice y hace... Y no confío para nada en él...
El único remedio que veo es dejarle, ¿pero sinceramente... No hay otra solución alternativa no tan extrema?
Gracias

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Creo que la cuestión decisiva en lo que dices está en si la persona en cuestión miente compulsivamente, como un defecto de su personalidad, digamos, o si miente porque él tampoco confía en ti, es decir que por miedo a tus reacciones prefiere disfrazar la realidad.
Puede ser una forma de escapar a tu excesivo control de su vida, con quién va, etc., es decir, mentir a veces es la única defensa que nos queda frente al control irracional de los demás sobre nuestra vida y nuestros gustos y nuestras amistades o actividades. Mentir puede ser una legítima estrategia de vida frente al abuso y a la posesividad de los que dicen querernos.
O bien, tú no confías en él no por un defecto tuyo, y haces muy bien en dudar de él, debido a su falsedad intrínseca, supongamos, independientemente de tu buena voluntad hacia él y de tu respeto por su vida (porque no necesariamente tiene que gustarte todo lo que él hace o la gente que frecuenta). En ese caso, llegado a ese extremo una relación, es mejor, desde luego seguir caminos separados, porque no se puede amar en esas condiciones, y la relación consistiría sólo en el control, el miedo, la inseguridad y el odio. Esta deliberación, si el problema está en ti o en él, es algo que sólo tú puedes llevar a cabo en tu intimidad.

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