Intentaré responderte de la forma más sencilla posible. Efectivamente cada estilo de psicoterapia tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, aunque muchas de ellas se solapan simplemente llamando de distinta forma a la misma técnica o forma de actuar.
Primero: Lo ideal sería que encontrases un Psicoterapeuta EFPA con el que te sientas bien. Para poder ser Psicoterapeuta EFPA se exige ser médico o psicólogo y tener formación y experiencia extensa en, al menos, 3 de los campos que indicas. De esa forma, la terapia se adapta a tí, no tu al estilo terapéutico del profesional.
Segundo: No todas las terapias han demostrado eficacia. Por ejemplo, la APA (American Association) tiene un listado en su web de TEA's (Tratamientos Empíricamente Apoyados) que han de haber sido superado ensayos clínicos y ser replicables. Entre los TEA's encuentras estilos como el Cognitivo-Conductual o la Terapia Interpersonal (Humanista) para la Depresión y trastornos de ansiedad. Sin embargo otros estilos como el Psicoanálisis, EMDR (muy famoso), Constelaciones Familiares... no pasan la criba de estudios rigurosos independientes.
Tercero: Todos los Meta-Análisis que se hacen sobre terapias y terapeutas efectivos parecen indicar que, con independencia del estilo terapéutico, lo que más ayuda en la recuperación es el tipo especial de relación entre terapeuta y paciente y las habilidades del primero.
Cuarto: Hay trastornos que necesitan de medicación si o si (como la esquizofrenia en todos sus tipos), pero hay que saber que en los trastornos emocionales, la OMS y todas las guías de intervención indican la Psicoterapia como primera opción de tratamiento SIEMPRE. Algo que en nuestro país desgraciadamente no ocurre.
Quinto: EMDR se vende como un tratamiento fácil y rápido, sobre todo para traumas basado en la "programación del cerebro a través del movimiento de los ojos", prometedor, pero desgraciadamente no ha demostrado su efectividad mas que en los estudios ofrecidos por su creadora y seguidores. Los estudios independientes parecen indicar que no funciona a medio-largo plazo.