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Hola!
Ana, lo más importante para poder solucionar un problema, es conocer primeramente, cual es su origen.
Toda vivienda, y más aún cuanto más antiguas son, absorbe humedad del terreno, que se va transmitiendo hacia arriba por la propia estructura de la misma.
Esa humedad, si el terreno es muy húmedo, puede meterse en la vivienda, desde niveles altos, pasando por muy altos, hasta insalubres.
Esa humedad interior, nunca, repito, nunca, va a verse agravada por la presencia de mascotas(a no ser que vivas con muchos, como en el zoo), o por la presencia de plantas (a no ser que vivas con muchas, como en el botánico). Y el mejor ejemplo de esto, es irte a una ventana que no condense, y dormir a su lado, con la cabeza pegada todo lo que puedas toda la noche, y ver si es verdad que condensa mucho, poco o nada.
La humedad, condensa en función de la fórmula del punto de rocio, que tiene como variables que la afectan el nivel de humedad, la temperatura interior, y la temperatura de la superficie que esté contacto con el exterior y el interior a la vez. En el momento que tocas una de esas variables, el resultado puede ser uno y otro, y con mayor o menos gravedad.
Así, a un nivel alto de humedad, basta una superficie ligeramente fría para provocar la condensación. Asi, un nivel alto de temperatura interior, puede provocar que un nivel no alto de humedad, condense con una superficie ligeramente fría.
Debes tener en cuenta, que primero, seguro que tienes un nivel de humedad alto, y que tienes alguna superficie al menos ligeramente fría, y las ventanas, siempre son de los puntos más fríos de una pared, por muy buenas que estas sean, aunque eso no descarta, que el inicio de la condensación, sea otro, que haya otro puente térmico, que en las ampliaciones de las terrazas, suelen ser muy muy frecuentes.
Soluciones:
Primero, encontrar los posibles puentes térmicos que pueda haber, independientemente de las ventanas, como pueden ser pilares mal aislados, forjados de hormigón más aislados, petos mal aislados, etc… y solucionarlos. Es decir, tocar en uno de los puntos de la fórmula del punto de rocio.
Segundo, mitigar la condensación de la humedad. Si te fijas, los días de niebla, no son más que humedad del terreno que se condensa, y una cosa que se echa siempre en falta en los días de niebla, es el viento. La ventilación, reduce el nivel de humedad, tocas por tanto una variable de la fórmula del rocio, y reduces los riesgos de condensación. Para ello, debes ventilar, no mucho tiempo, sino con más frecuencia, instalar deshumificadores, o utilizar la función de deshumificación de los aires acondicionados.
Tercero. Tocar la otra variable de la fórmula, bajando la temperatura interior, de tal forma, que tenga que haber más cantidad de humedad para que esta condense, o encontrar superficies más frías con las que entrar en contacto para condensar.
Tu problema, Ana, es no haber sabido antes cual era el problema, para aplicar las soluciones adecuadas. Seguramente, con tus ventanas antiguas, incluso no se te producía este problema, pero es lo malo que tiene poner buenas ventanas, que no dejan pasar el aire, y por tanto, no permiten una ventilación involuntaria, que impide la acumulación de humedad que luego condense.
Lamento mucho tu problema, y me gustaría tener una solución mágica que poder darte, pero no es así, sólo puedes investigar y mitigar. Y te lo digo yo, que tuve tu mismo problema, es una única estancia de mi vivienda, hasta que fortuitamente, di con la solución, encontrando el puente térmico, y aprendiendo mucho con mi propio problema.