¿Es posible que algunas madres proyecten sus frustraciones en sus hijas adultas?

Todas las madres desean lo mejor para sus hijos, pero he podido constatar que a veces parecen "molestas" con sus hijas adultas cuando las ven felices y realizadas con cosas externas al círculo familiar estricto (esto es, padre, madre y hermanos). Y es entonces cuando "buscan razones" para enfadarse por cualquier cosa con sus hijas, montando dramas increíbles (muchas veces por cosas rebuscadas y absurdas), boicoteando de este modo el momento dulce a sus hijas... Doy fe de que esto puede suceder, aunque supongo que lo hacen de modo inconsciente. Imagino que esta reacción obedece a frustraciones no asumidas y mal canalizadas por parte de la madre, ya que los casos de conozco se trata de madres que no son felices, pero me gustaría conocer la opinión de un experto.

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Es así como dices, muchas mamas, por razones que expones, y otras, algunas muy serias, algunas muy traumáticas, aman a sus hijos, pero actúan así, muchas veces, la persona con alguna frustración, o que sufrió algo, alguna humillación por ej. de su esposo, etc. se la descarga con un hijo, y es común, con el que mejor se porta. Hay muchos ejemplos, algunos, son muy penosos, y es mejor no dar detalle, pero es así, a veces, es celo de la mama, por algo que no tuvo, siendo que lo lógico es que si no tuvo algo, lo quiera para sus hijos, lo hace casi siempre, sin darse cuenta, por que la parte emocional reprimida, sale al paso, y el temperamento así, se enfrenta con el carácter, y puede ganar . A veces, la persona o hijo que se ve sometido a esto, tiene que cambiar algo, difícil decir que, cada caso es un mundo, para que la mama no lo moleste, a veces, dar más muestra de cariño, otras, aunque parezca raro, ser más indiferente, es algo difícil por que insisto, cada caso es un caso. Sds.

Gracias por tu respuesta. Creo que tienes mucha razón cuando dices que en la mayoría de los casos en que un hijo se ve abrumado por una madre en el sentido que comentamos, sea necesario que el hijo o hija cambie de actitud en alguna cosa, no porque sea "culpable" de la conducta anómala de su madre, sino porque quizás su actitud lo que hace es acentuar más el "boicot" emocional materno. Pero claro, lo difícil es encontrar la actitud más adecuada, y sobre todo, ser capaz de llevarla siempre a la práctica.... Como decía Jordi t. en su respuesta, la paciencia se hace muy, muy necesaria. 

Es como vos decís, en un caso puntual, a un hijo más mal educado, lo trataba mejor por por situación, y al otro, lo retaba más, pero al final, se impuso más el cariño de madre, a veces hay situaciones en que la mama puede madurar y entender más, suerte.

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El caso Mariona es que no soy experto más que por la vida pero todo cuanto dices lo suscribo y lo más triste es que lo entiendo por que no es más que otro reflejo de lo que son las debilidades humanas aunque no sería necesario caer en ellas la realidad es que ocurre y consciente o inconscientemente no se puede remediar, lo único que cabe a mi entender es paciencia pues si quien tiene la suerte de disfrutar de una vida plena tiene también la obligación pienso yo de tener paciencia con quien no tiene esa suerte.

Yo creo que si tu madre percibe esto en tí, dejará de amargarte el momento porque también me consta que no hay mayor orgullo y satisfacción para una madre ver que su hija es feliz.

¿Qué ocurre entonces que puede cambiar tanto de un estado a otro?

Pues depende de la percepción que una madre tenga del modo en que su hija vive esa felicidad. Me explico, a nadie nos gusta tener la sensación de que no somos necesarios y a una madre menos, no digo que lo hagas pero con que ella lo piense basta. Los celos cuando más se dan es en personas mayores, que no buscan más que llamar la atención pero existe una razón de peso para hacerlo y es que han dado mucho de ellos para que ahora puedan sus hijos tener una vida feliz y eso no hay que olvidarlo. Que conste que no te hablo como padre pues no tengo hijos, aplico simplemente el sentido común.

Todo el mundo tiene derecho a sentirte feliz pero hay que refugiarse en esa felicidad, hay que ser consciente de lo que es la vida y procurar que la felicidad sea un bien compartido.

En el último párrafo quería decir que no hay que refugiarse, (el programa se come letras)

Gracias por tu respuesta, me parece muy acertada y seguramente encaja perfectamente con muchos casos. No obstante me gustaría añadir que, por plena que sea la vida de una persona, no existe la felicidad perfecta, y siempre deberá lidiar con problemas y dificultades... Es más, muchas veces antes de alcanzar esa "plenitud" la persona ha tenido que afrontar no pocas luchas y tristezas... y es una pena que cuando por fin consigue vivir mejor que antes haya alguien que en vez de alegrarse y dejarle disfrutar de la nueva etapa, le ponga obstáculos... En fin, son situaciones complicadas y penosas, pero coincido contigo en que hay que intentar tener paciencia, que es una de las mejores virtudes.

Por supuesto que sí, en eso tienes toda la razón. Ocurre que los hijos también sufrimos decepciones por parte de los padres, es algo que probablemente no sale en el manual de los padres.

A mi entender eso no debería pasar, o no cabría esperarlo, sin embargo ocurre y cuando ocurre es muy duro porque de algún modo empaña la imagen idealizada que todos creamos de pequeños de nuestros padres.

Depende de la edad a la que te ocurre lo vives diferente pero creo que a cualquier edad no deja de afectar y es cruel porque te obliga por más maduro que seas a ver el mundo desde otra perspectiva ya que los padres son el vestigio que más nos arraiga a la vida y a la infancia que es un período muy importante.

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