Es ir un paso más allá en el estudio del mundo que nos rodea. Consiste en analizar a la fuente, es decir, aquello que hace posibles nuestras ideas y la forma de entenderlas, nuestro conocimiento. Es importante porque si entendemos nuestra forma de entender (valga la redundancia) podemos llegar a tener una idea de la naturaleza de nuestros conocimientos y así llegar a considerar también lo que no podemos comprender. Es decir, podemos creer que sabemos mucho, incluso que sabemos todo, pero lo que sabemos se lo debemos a la forma en que nuestro conocimiento funciona que no es ni de lejos suficiente para abarcar el universo.
Hay otra cuestión y es que en mi opinión no es lo mismo conocer que saber y hago esta distinción porque hasta ahora he utilizado ambos términos indistintamente. Esto no es ciencia pero soy de la opinión que hay cosas que sabemos (nacimiento) y otras que conocemos (aprendidas) y puede que no tengamos total conciencia ni de unas ni de otras en la vida cotidiana pero desde luego las manifestamos con nuestros actos y reacciones.