La primera vez no siempre es satisfactoria ni agradable para ninguno de los dos. Si ella es virgen, puede resultarle molesta la penetración e incluso dolorosa (desgarro del himen). En cuanto al chico, puede experimentar también algún problema (eyaculación precoz y disfunción eréctil son los más frecuentes).
Es importante en ese primer encuentro, no forzar nada y sencillamente, dejarse llevar. Preliminares largos, sin prisa y explorando los cuerpos de ambos. Si la penetración le resulta dolorosa, ir muy despacio, lubricando previamente y si a pesar de ello duele, mejor dejarlo para otro momento. Por tu parte, una vez hayas penetrado, debes intentar aguantar el mayor tiempo posible (nunca menos de 15 minutos), cambiando de posturas y con pausas. Si después de la eyaculación puedes mantener la erección, se puede intentar una segunda vez (cambiando el condón).
Por supuesto -y esto es muy importante- ponerte el condón desde el momento en que alcances buena erección y no penetrar sin él en ningún caso. Es una medida no sólo para prevenir un posible embarazo, sino para evitar enfermedades de transmisión sexual.