Parece que se trata de una agorafobia, la cual suele ir precedida de trastorno de pánico. En la agorafobia la persona evita generalmente multitudes, o sitios como grandes almacenes, trenes, autobuses, de los que es difícil escapar; o bien simplemente estar solo fuera de casa, etc. Según la clasificación del DSM V en la agorafobia la persona teme o evita varias determinadas situaciones por la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas tipo pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos (como miedo a caerse en las personas de edad avanzada, miedo a la incontinencia), provocando dichas situaciones miedo o ansiedad.
En el trastorno de pánico son frecuentes los rasgos de personalidad en los que a la persona le gusta tenerlo todo controlado; siendo frecuente durante el ataque de pánico un temor al descontrol o un temor a lo que no puede controlar por no depender, al menos en su totalidad, de él. Suelen ser personas sociables, siendo también frecuente algo de desconfianza (pudiendo estar esto relacionado con el temor a no recibir ayuda caso de necesitarla). En el caso de la agorafobia parece que también pueden estar presentes rasgos de personalidad de dependencia, en la que hay una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, lo que puede dar lugar por ejemplo a evitar dar la opinión de uno, etc., para evitar una confrontación y quedarse sin ese apoyo, etc. Puede existir el antecedente de ansiedad de separación en la infancia, con gran temor a que algo ocurra a personas allegadas, pudiendo también existir gran temor a la muerte, etc.
Lo que te recomiendo es estar en gracia de Dios, y tener una adecuada orientación en tu vida, no viviendo para ti misma, sino que pensando en hacer todo el bien de verdad que puedas. Esto también ayudará en el adecuado desarrollo de tu personalidad. Hazlo todo guiado por la caridad, que es el amor de verdad, y esto te llevará a sobreponerte a intereses vanos o desordenados. Dentro de esto, y preferiblemente en la oración podrás ir viendo qué es lo que conviene hacer, y también podrás ir viendo qué es lo que realmente te da miedo (por supuesto que sin agobios; entre otras cosas, porque no se trata solo de saber, sino de mejorar), y podrás ir viéndolo todo desde Dios, y para Dios. Desde luego que no se puede pretender tenerlo todo controlado, sino que lo que se puede hacer es pretender que la parte de uno sea la mejor posible, confiando en Dios, que es lo que te recomiendo. Con las personas no pienses meramente en complacerlas, sino que encamínate a su bien de verdad, aunque esto te lleve a tener que renunciar a intereses particulares (si haces el bien sin duda ganas en lo fundamental). Cumple los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, y frecuenta los Sacramentos.