Mucho desinterés. A pesar de que en la actualidad tenemos al alcance mucho más información que 20 años atrás, la mayoría de la gente y en especial los jóvenes, no les gusta leer. Solo se concentran en la gratificación inmediata, el placer rápido y seguido sin pensar en las consecuencias a largo plazo.
Por otro lado, el derrumbe moral es tan alto que cualquier cosa que años atrás se consideraba malo ahora es normal. Me recuerda lo que dice la Biblia en Isaías 5:20, 21... " ¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo! ¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos, y discretos aun enfrente de sus propios rostros!"
¿Qué podemos hacer para hacer que nuestros jóvenes sientan interés sobre ese asunto? Pues debemos tomar la iniciativa, si podemos, de orientarlos al respecto con la información apropiada y detallada. Eso es lo que hago siempre que tengo la oportunidad en mi entorno.