Para determinar exactamente un diagnostico de lo que tienes o estás desarrollando hay que saber qué tipo de drogas usabas, por cuanto tiempo y frecuencia del uso. Ahí te dejo una lista de las más comunes, sus posibles efectos y los riesgos del abuso de consumo para que nos dejes saber y luego te haría muy bien acudir al médico, sea un psicólogo o psiquiatra. No te desesperes, ¿Cuál es tu edad? Todo no está perdido, te felicito por dejar de usarlas. Aun puedes curarte.
Opio, Heroína: Euforia, apatía, nauseas, somnolencia. Su abuso produce: Respiración poco profunda, convulsiones, coma, muerte.
Barbitúricos, Quaaludes, Valium: Habla confusa, cambios drásticos del estado de ánimo, languidez. Su abuso produce: Pulso débil y acelerado. Respiración poco profunda, coma, muerte.
Cocaína, Crack y Anfetaminas: Aumento de la confianza y la agudeza mental, euforia, disminución del apetito y ansiedad. Su abuso produce: Recelos, comportamiento extraño, alucinaciones, convulsiones, muerte.
LSD, PCP ("polvo de ángel"): Ilusiones, alucinaciones, alteraciones en la percepción del tiempo y la distancia. Su abuso produce: Episodios más largos e intensos, comportamiento extraño y peligroso, psicosis, muerte.
Hachis, Marihuana: Euforia, disminución de las inhibiciones, aumento del apetito. Su abuso produce: Fatiga, aturdimiento, paranoia, tal vez psicosis.
Mientras llegas a una conclusión y vas al médico quiero recomendarte atender tu salud espiritual. Lo puedes lograr al meditar en el consejo de Jesús cuando señaló cuál es la clave de la verdadera felicidad, dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Solo seremos verdaderamente felices si damos los pasos para satisfacer nuestra mayor necesidad: la sed de saber la verdad sobre Dios y sobre su propósito para nosotros. Esa verdad se encuentra en la Biblia, y conocerla nos ayuda a determinar lo que es realmente importante y lo que no. Cuando dejamos que la Biblia guíe nuestras decisiones y nuestros actos, la vida cobra más sentido. Fíjate como en otra ocasión afirmó Jesús: Pero él dijo: “No; más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!”. (Lucas 11:28). Busca una Biblia y aparta 5 minutos diarios a leerla, empieza por los Salmos, luego sigue en Proverbios.