Anónimo
Puede ser que aun no habré superado mi antigua relación de pareja y por eso me enojo tanto al mencionar a esa persona
Que taal les contare una breve historia y ustedes sacaran sus propias conclusiones...
Me fue mal con un chico la relación no fue lo que yo esperaba anduvimos seis largos meses muy enamorados, el durante la relación era muy romántico siempre me envía flores, y chocolates a mi lugar de trabajo, después de un día para otro nos disgustamos y el se despareció sin darme ninguna explicación, en su momento yo esperaba aun que volviera y volver a verlo pero nada, el aparece luego de un año y quiso hablar conmigo y yo le dije que nunca más volviera a hablarme que me dejara en paz, el me había dicho que si ya no sentía nada por el que entonces lo mire a los ojos y si era cierto que todo acabo entonces me dejaría en paz...
A todo esto lo que me esta sucediendo es que cuando me preguntan por el yo reacciono de mala manera reacciono con enojo con palabras de agresividad, incluso me ha pasado que he llegado a negar que durante la relación de pareja el fue muy romántico conmigo ess más también he llegado a negar que estuve enamorada de el.
He llegado a decir que jamas sentí nada por el, que nunca lo quise, que jamas he aceptado ningún obsequio de su parte, pero la realidad del asunto es que como mencione antes, "wl me enviaba flores con detalles al trabajo y yo siempre las aceptaba"...
1 respuesta
Las rupturas son traumáticas. Debes ocupar tu mente en otras cosas que te den tranquilidad emocional y paz interior. Una manera que a mi me ayuda mucho es meditar en el consejo de Jesús cuando señaló cuál es la clave de la verdadera felicidad, dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Solo seremos verdaderamente felices si damos los pasos para satisfacer nuestra mayor necesidad: la sed de saber la verdad sobre Dios y sobre su propósito para nosotros. Esa verdad se encuentra en la Biblia, y conocerla nos ayuda a determinar lo que es realmente importante y lo que no. Cuando dejamos que la Biblia guíe nuestras decisiones y nuestros actos, la vida cobra más sentido. Fíjate como en otra ocasión afirmó Jesús: Pero él dijo: “No; más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!”. (Lucas 11:28).
Si dedicas 5 minutos diarios a leer la Biblia verás los cambios positivos para tu salud. Empieza por Salmos o Proverbios. Son de los libros favoritos que tengo. Ya trata de olvidar ese pasado y sigue adelante sin rendirte.