VIVO EN UN PISO DE ALQUILER SIN CONTRATO ¿me pueden echar?
Seguramente, la mayoría de las personas se hayan visto envueltos en una situación en la cual van a alquilar un piso sin tener un contrato escrito de alquiler. Si es tu caso o va a serlo en un futuro, es importante que sepas lo que puede implicar. Los inquilinos, en muchas ocasiones, se preguntan si les pueden echar al vivir en un piso de alquiler sin contrato. Por eso, hemos escrito este post para que sepas todo lo que supone vivir en un piso sin un documento regulador del alquiler.
Aunque vivir en un piso de alquiler con un acuerdo verbal es algo completamente legal, desde Alquiler Seguro recomendamos encarecidamente la necesidad de firmar un contrato de alquiler. Si no tienes un documento escrito puede que tengas problemas en los que no puedas demostrar tu veracidad y no puedas aplicar tus derechos puesto que es la palabra de una parte contra la del otro. Por tanto, debes recordar que este tipo de acuerdos, normalmente verbales, acarrean problemas para propietarios e inquilinos. Presta atención al post, te explicamos a lo que te expones en un piso sin un contrato escrito.
RECIBOS
Tanto si eres arrendador como arrendatario, cada recibo que se genere deberás guardarlo hasta que resuelva el fin contractual. Por tanto, nunca podrás tirar ningún recibo puesto que, con ellos, se puede demostrar que existe una relación contractual entre ambas partes. Es importante que siempre lleves a cabo esta acción dado que en caso de que ocurriese algo, el inquilino va a poder demostrar que vive en el inmueble. En el caso del propietario, podrá acreditar que alcanzó un acuerdo para el alquiler de la vivienda y cobra por parte del inquilino una renta mensual.
RESOLUCIONES
Si en lugar de tener un acuerdo por escrito tienes uno verbal, y por lo tanto tienes un alquiler sin contrato, la normativa para irse o rescindir un contrato pueden variar. Pese a que la legislación vigente (Ley de Arrendamientos Urbanos) debe aplicarse de la misma forma, en ocasiones no se puede demostrar quién es el que tiene razón en ciertos aspectos.
Por ello, para cesar el alquiler, se debe demostrar que se está viviendo en este piso y desde cuándo. Si no se puede demostrar, el inquilino puede abandonar el piso siempre que quiera. El propietario podría pedirle las rentas de, al menos, los seis primeros meses. No obstante, es un proceso largo y costoso en el que se necesitan pruebas reales de que ha habido un alquiler real. Por el contrario, si se puede probar que hay un acuerdo verbal de alquiler, las resoluciones tendrás lugar acorde a la normativa vigente y el inquilino podrá abandonar el piso una vez pasados los seis meses, siempre y cuando avise con 30 días de antelación.
La dificultad para actualizar las rentas
Al igual que en el caso de la resolución del contrato de alquiler, necesitarás tener todo lo que puedas para acreditar que existe un acuerdo entre las partes. En caso de no tener nada que lo demuestre, se produce una alegalidad muy difícil de resolver, especialmente con los propietarios.
Con los recibos del pago de la renta podrás trazar una continuidad que te ayudará como guía, aunque el proceso es mucho más complejo que teniendo un contrato de alquiler por escrito donde quede todo reflejado. Así, para actualizar las rentas el propietario, con un documento escrito va a poder incluir una cláusula que refleje cuándo y de qué manera se va a actualizar la renta. Muchos inquilinos van a poder, además, reclamar en caso de que se incremente demasiado.
Devolución de la fianza
A la hora de la finalización del alquiler, la devolución de la fianza puede ser uno de los procesos más complejos y es que será imprescindible tener pruebas suficientes de haber vivido en el inmueble para reclamarla. Por tanto, si el inquilino deja el piso y reclama de vuelta la fianza legal, deberá demostrar que ha pagado y cuál es la cantidad total que abonó como fianza legal.
El propietario, por su parte, tiene que poder alegar si el inquilino ha avisado en tiempo y forma adecuada o si ha dañado o deteriorado la vivienda por mal uso de ella. En estos casos, el arrendador está en pleno derecho de no devolver la fianza completa e incluso en no devolverla en su totalidad. No obstante, los procesos legales cuando existe desacuerdo suelen ser más largos y costosos que si existe un contrato escrito de alquiler.
La falta de un contrato por escrito puede acarrear otros problemas, entre ellos que el arrendatario pueda tener un miedo constante a que lo echen en cualquier momento o no pueda demostrar la veracidad del alquiler. Además, pueden seguir otros conflictos como problemas con hacienda (si el propietario no declara el piso) o dificultades a la hora de solicitar ayudas gubernamentales. Recuerda que, si quieres disfrutar de un alquiler seguro, siempre debes contar con un contrato por escrito y de acuerdo con la legislación actual.