Mi hija a perdido vitalidad con el confinamiento
Soy Teresa, estoy separada y vivo sola con mi hija de 14 años.
El periodo de confinamiento le resultó difícil. A medida que fueron pasando las semanas su actividad fue decayendo en todos los sentidos, realizaba las tareas mínimas, con cada vez menos interés. Cuando terminó el confinamiento de primavera y empezó a relacionarse de nuevo, observé que había perdido algo de interés en las relaciones sociales.
Ahora, cuando han vuelto las restricciones para salir de noche, ha vuelto a decaer otra vez. Los fines de semana ya no sale de casa para nada. Se pasa el día con la tablet en su habitación. Lo peor es que en los dos días no se preocupa en asearse, vestida sólo con una camiseta y las zapatillas. El otro día, cuando entro a desayunar vestida así me cansé y le di un cachete en el culete para que se molestara en ponerse las bragas por lo menos.
No sé si pensáis que soy demasiado dura con ella, pero no sé qué hacer, para que, aunque esté en casa, mantenga las rutinas mínimas y se mantenga activa.