No consigo superar la muerte de mi perrita por sentimiento de culpa

Mi perrita tenía 8 años y parecía que estaba bien, pero en enero de este año empecé a verla un poco “rara”, así que la llevé al veterinario y por lo que les comenté no le dieron importancia.

Al cabo de 15 días, por las mañanas estaba bien, pero conforme avanzaba el día empezaba a estar otra vez “rara” y la volví a llevar al veterinario. Estaba hinchada, así que le hicieron una ECO y ahí es donde vino el Schock, me dijeron que tenía dos tumores en el hígado y otro en el bazo, esperanza de vida de 3 meses y con quimio unos 6, pero padeciendo, así que decidimos darle tratamiento paliativo.

El 1 de febrero por la tarde tenía arcadas, pero no tiraba nada, la volví a llevar, le hicieron una RX y dijeron que tenía un poquito de líquido en la pleura, pero poco, así que le pincharon para evitar arcadas, me dieron más medicación y a casa.

Pero al cabo de una hora empezó a respirar con un poco de dificultad, así que como el veterinario ya estaba cerrado la llevé al hospital.

Cuando estábamos en la sala de espera estaba tranquilita en los brazos de mi marido y respiraba mejor, pero la cogieron y la metieron a la sala de urgencias para hacerle una revisión. Tengo que puntualizar que ella cuando estaba sola con un desconocido se ponía muy nerviosa, por lo que siempre la acompañaba en todas las pruebas de mi veterinario para tranquilizarla, pero en el hospital no pude entrar.

Hablamos con uno de lo médicos y yo tenía claro que ese día tendríamos que sedarla, porque esto iba a ir a más y lo que no quería es que sufriera, pero pasados 30 minutos nos dijeron que había entrado en Schock y estaban intentando estabilizarla, por lo que sí o sí tendríamos que practicar eutanasia.

Esperamos en una consulta a que la sacaran para inyectarle eutanasia, yo esperaba verla como cuando se la llevaron y no fue así, la imagen que vi se me quedará grabada de por vida, ya estaba moribunda y con la mirada fija, nos escuchó a mi marido y a mí y entonces suspiró fuerte varias veces hasta que dejó colgar su lengua morada. A las 22h había muerto y no me había podido despedir de ella como se merecía.

Ahora, después de 7 meses, aun no consigo quitarme de la cabeza el tormento que pasaría en la sala de urgencias, viéndose sola sin sus papis junto a ella, pensaría que la habíamos abandonado y eso me parte el alma.

A veces me culpo por no haber intentado entrar, pero otras pienso que no me habrían dejado.

Mi único consuelo es pensar que ella antes de morir, cuando suspiró al oírnos, sí supo que estábamos con ella y que no la habíamos abandonado en su peor momento.

No sé si alguien puede ayudarme en este sentido, porque puedo aceptar que se haya ido, aunque me duela, pero el hecho de pensar lo que pasaría ella sola y que pensara que la habíamos abandonado me atormenta todos los días.

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Solo relájate y no pienses mas en ello como algo doloroso pues estuvieron allí en el momento decisivo. Ahora espero que estés sentada: Nuestras mascotas "absorben" las cosas negativas que hay alrededor de sus amos y que puedan perjudicarlos "porque son nuestros ángeles protectores de cuatro patas", entones debes mirar cuidadosamente a tu alrededor y observa con cuidado qué cosas cambiaron con la partida de ella, porque ellos deciden sacrificarse para que sus amos les sobrevivan. Otra cosa que tengo muy en claro es que las mascotas nos eligen como sus amos y no al revés. No sé cómo se conocieron pero piensa en esta realidad.

Y solo voy a ponerte un ejemplo de lo que te digo: Una conocida se iba de viaje a otra ciudad con toda la familia y las demás mascotas pequeñas de la casa, buscaron guardería para su pastor belga (recién recatado) y todo normal cuando lo dejaron en la guardería. Ellos iniciaron viaje y antes de salir de la ciudad recibieron la noticia: Se había escapado, cruzó la autopista y lo arrolló un carro, estaba en urgencias veterinarias de la localidad donde vivián. Cuando llegaron lo tenían en reanimación y cuando los sintió hablar murió, supongo que esperaba que llegaran para morir sabiendo que todos los de su familia vivían.

Recién rescatado: La conocida venía de otra cuidad con su esposo en el coche, era al atardecer y ya empezaba a oscurecer, venían conversando animadamente y a ella le dio por mirar un desecho cuando lo vio (cosa imposible cuando van por una autopista en las condiciones que te describo) detuvieron el coche y ella se bajo. Solo eran huesos y pelo en vez de perro pues debía estar allí por varios días y estaba fuertemente amarrado a un árbol y en su cuello las laceraciones por su intento de soltarse. Resumiendo: dos meses de veterinarios, medicinas, vitaminas, reeducación y mucho amor esa fiera salvaje se convierte en un osito de peluche con los miembros de su familia jugando animadamente con los gatos y los otros peludos de razas pequeñas, pero a punta de educación aprendió que como era tan grande y fuerte tenía que cuidar de no hacer daño a los pequeños. Los gatos se escondían bajo el coche y lo manoteaban cuando pasaba buscándole juego o se acostaban los tres a dormir en su regazo. El niño se montaba en su lomo y lo arriaba por la casa hasta que su madre lo prohibió porque se podían hacer daño. En estas condiciones fue que se dio el viaje que te relato.

¡Gracias! Tiene mucha razón, porque mi perrita entró en Schock y cuando la sacaron estaba con los ojos abiertos, pero no se hinchaba su pecho, cuando nos escuchó y nos sintió es cuando empezó a suspirar fuerte y entonces se fue. 

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I. Hola señora, puedo entender su preocupación y es razonable sentirse así pues cuando uno ama a su mascota quiere lo mejor para ella. Sin embargo, le hará bien tener un equilibrio en sus sentimientos. Analice los siguientes comentarios desde el punto de vista bíblico y vea cómo pueden ayudarla a no sentirse culpable.

Las mascotas: una actitud equilibrada

Es importante que los seres humanos cumplan con su responsabilidad para con los animales. La Palabra de Dios declara: El justo cuida a sus animales domésticos, pero, en el caso del malvado, hasta su misericordia es cruel. (Proverbios 12:10). En realidad, las leyes que Jehová le dio a Israel enfatizaron una y otra vez la necesidad de tratarlos con consideración (Deuteronomio 22:4, 10; 25:4). Con el tiempo, las personas han disfrutado de la compañía de los animales domésticos, e incluso han logrado domar a los salvajes y convivir con ellos (Génesis 1:24).

Sin embargo, conviene recordar que la Biblia pone de relieve la distinción que existe entre el hombre y los animales. Son los humanos, no los animales, los que fueron hechos a la “imagen” y “semejanza” de Dios (Génesis 1:26). Además, mientras que los animales fueron creados con una expectativa de vida limitada, a la humanidad se le brindó la perspectiva de vivir en la Tierra para siempre (Génesis 3:22, 23; Salmo 37:29). Jesucristo dijo que para disfrutar de “vida eterna”, debemos ejercer fe y adquirir conocimiento de Dios, algo imposible para cualquier especie del reino animal.

Por supuesto, puede resultar triste, incluso trágico, ver morir a un animal al que se le tiene cariño, pero incluso en ese caso hace falta mostrar equilibrio. Como se mencionó anteriormente, los animales no fueron creados a la imagen de Dios, ni tampoco para vivir para siempre como las personas. Respecto a la forma en que Dios hizo a los humanos, la Biblia declara: “Puso también la eternidad en la mente del hombre” (Eclesiastés 3:11, Magaña). No obstante, no se afirma nada parecido de los animales.

Por ello, las Escrituras no dicen que esté mal matar animales. De hecho, en la actualidad son una fuente habitual de alimento para millones de personas. Pero ¿qué hay de sacrificar a una mascota que, por ejemplo, esté enferma y sufriendo? ¡Qué decisión tan difícil y dolorosa! No obstante, alguien que ama a los animales podría llegar a la conclusión de que poner fin de forma rápida e indolora a la vida de su fiel compañero es mejor que suministrarle un tratamiento caro que tan solo prolongue su sufrimiento y que quizás suponga una carga para la economía familiar.

En vista de que Dios ama profundamente a su creación humana, ¿no deberíamos nosotros también mostrar cariño y consideración por los animales que él ha confiado a nuestro cuidado y supervisión? Quienes muestran dicho amor a menudo se sienten atraídos por la maravillosa perspectiva de disfrutar de la compañía de los animales tal como nuestro Creador se propuso en un principio.

¿Qué le parecen esos comentarios?

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