Fin de contrato de alquiler de inquilino con negocio ilegal en vivienda
Me llega un caso de una vivienda que actualmente tiene un inquilino. El contrato cumple en breve y por la fecha de contrato es susceptible de no renovación por parte del propietario. Pero el talante del inquilino no es el deseable, por lo que creemos que puede no marcharse por las buenas.
Tenemos, además, pruebas fehacientes de que en el domicilio tiene montada la base de un negocio que posteriormente sirve a domicilio, careciendo de licencia, medidas sanitarias, etc. Esto no solo supone una vulneración de la primera cláusula donde se fija el objeto del contrato, sino que además, de cara a las autoridades correspondientes, está infringiendo una serie de normas, denunciables.
Como en principio mi cliente lo que pretende es solo que pague y que se vaya cuando corresponde el alquiler, mi intención es proponer una reunión con los inquilinos (el propietario vive en el extranjero). Lo más probable es que me la denieguen, por lo que tendríamos que optar al plan B, que es jugar ciertas cartas y dejarles entrever que tenemos conocimiento del negocio ilegal que tienen en la vivienda, y de las oportunas denuncias que se pueden interponer, pero eso nos situaría en una posición en desventaja por si la opción del inquilino fuera peor todavía.
Quería preguntarles a los expertos si ven bien esta primera opción y en el caso, más que probable, de que no pudiera tener una reunión con ellos, sacar la artillería y enviarles un mensaje donde deje caer la información que tenemos.