Me enciendo con este tipo de basura humana, por desgracia he tratado con maltratadores, que parece que no han roto un plato en su vida, hombres sin hombría, que de cara a la galería son buenas personas, pero convierten el interior de su casa en un infierno para su compañera y para sus hijos.
Son profesionales de la manipulación, se aprovechan de la debilidad de la otra parte, para llegar a un sometimiento en el que les hacen pensar que las agresiones son merecidas y que el motivo que reciban palizas es por que las quieren.
He visto mujeres destrozadas psicológicamente, hundidas y anuladas como persona, sin autoestima, dependientes de un indeseable, incluso llegando a admitir y justificar vejaciones físicas, agresiones de todo tipo hasta convertirlas en una especie de muerto viviente.
Por favor amiga, no caigas en eso. Si te queda algo de dignidad sin pisotear, sal ya de esa situación.
Tu has experimentado que cuando le has plantado cara, cuando has hecho lo que debías y no lo que el te decía, te has sentido empoderada y feliz.
Vas sacando a tu hija hacia adelante, sin su ayuda y eso te tiene que dar la fuerza para no volver a caer en el sometimiento que es estar junto a ese indeseable.
Es bueno ser buena persona y ayudar a los demás, pero el límite es que esa ayuda sea a cambio de erosionarte personalmente. Eso no es ser buena, eso es ser idiota.
Ya sabes lo que es, es un maltratador, y eso no se cura, va a ser así siempre. Cuando alguien pasa la raya de agredir a su pareja, no hay vuelta atrás, tarde o pronto lo va a volver a hacer.
He conocido alguno que estaba pegando a su mujer y sin terminar de hacerlo estaba pidiéndole perdón por hacerlo.
Si no lo quieres hacer por ti, hazlo por tu hija. Que va a pensar de su madre cuando se entere que admitía palizas, ¿estará orgullosa de ti?
Lo que es seguro es que estará orgullosa de su madre cuando sea consciente que a pesar de su temprana maternidad, la sacó adelante, luchó por ella y tuvo la fuerza de plantar cara a un indeseable que no fue su padre nunca.
Saca fuerza de donde sea, marchate de esa casa, ve a refugiarte a casa de tu padre, dile que te ha pegado, que igual él sabe lo que hacer.
Cuantaselo a tu madre y a su padre, enseñales las marcas y diles que se posicionen, o él o tu, pero que nunca más vas a soportar que te ponga un dedo encima.
Mucho animo y mucha fuerza.