Cobertura Seguro Todoriesgo

Me ha ocurrido una cosa muy curisosa que quería consultar. Tengo un vehículo asegurado a todo riesgo. Circulando con él hoy un fuerte ruido como si hubiese recibido un impacto por la parte baja del coche. Visualmente no vi nada extraño y al llegar a mi lugar de destino lo estacioné. Al arrancarlo nuevamente comprobé que presentaba un ruido extraño por lo que avisé a la grúa para entegarlo en el taller correspondiente.
Para mi sorpresa detectaron un gato dentro del habitáculo del motor que me causó graves destrozos mecánicos.
Inicialmente, la compañía se exime de cubrir este siniestro pues dice que no se trata de un hecho derivado de la circulación.
Independientemente de esa consideración, pues el ruido lo oí circulando, considero que los daños deben quedar cuebiertos por el seguro pues se trata de un todo riesgo (en este caso con cierta franquicia), motivo por el cual he abierto un parte.
Quería recabar su opinión al respecto.

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¿Me imagino que cuando habla de un "gato" se refiere a la herramienta, y no al felino, verdad? Se lo pregunto porque una vez tuve un expediente muy gracioso: una pareja olvidó a su gato dentro del coche, y para cuando se dieron cuenta, varias horas después, descubrieron que su mascota, en su afán de afilarse las uñas, les había destrozado la tapicería de cuero. Y no, le aseguro que ese supuesto no lo cubre el seguro.
      Anécdotas a parte, si Ud. ha pasado con su coche por encima de un gato, y éste ha perforado los bajos y dañado al motor, por supuesto que sí es un hecho derivado de la circulación, ya que Ud. estaba circulando cuando sucedió. Da igual que haya sigo un gato, un objeto profesional o los restos de un neumático causados por un reventón.
      La reclamación, si no hay atestado de la autoridad que acredite la presencia de ese objeto, es inviable. Pero en ese caso, puede Ud. reparar su coche a través de su garantía de daños propios, eso sí, abonando su correspondiente franquicia.
   ¿La cuestión es, le atendió un teleoperador, su corredor o su tramitador? Aunque yo ahora gestiono reclamaciones judiciales, en su momento fui tramitador de daños propios, en mis inicios, y le aseguro que es muy complicado (por no decir imposible) que cualquier estructura, aunque sea metálica, atraviese los bajos de hierro de un coche hasta llegar al motor (o al conductor). Y de haber ocurrido, lo habría destrozado instantáneamente, parándose el coche en seco con un sonido indescriptiblemente grotesco. Y sin embargo, Ud. me indica que pudo circular tranquilamente, pese al ruido extraño que emitía su motor.
      Y por todo ello, algo que hace pensar que el rehúse de sus daños no es por no ser un hecho derivado de la circulación, sino por ser imposible que ese gato haya entrado en su motor mientras circulaba. Y eso sí que no es un hecho derivado de la circulación. Lamento comunicarle que difícilmente su aseguradora se haga cargo.
      Ahora bien, si no está conforme, su única opción es acogerse al Trámite Pericial, que consiste en lo siguiente: debe de contratar por su cuenta los servicios de un perito colegiado, que acredite que los daños en su coche los ha causado un gato, y enviar dicho dictamen a su compañía. Si el perito que Ud. contrate se mantiene en la postura de que es un daño ajeno al siniestro por su desproporción e imposibilidad física, ahí acabará todo. Si su opinión es distinta, deberán contratar a un tercer perito, cuya minuta pagarán a medias Ud. y su compañía. Y ese dictamen sí será definitivo, pues dos peritos le darán la razón a Ud. o a su compañía.
     Por favor, valore la respuesta y cierre la pregunta.
Lo curioso del caso es que el gato era un animal. Como llegó el gato al habitáculo del motor es lo que desconozco por completo. ¿Cambia esto en algo la situación?
Es totalmente increíble, y le aseguro que no salgo de mi asombro, pero en ese caso, no es un hecho derivado de la circulación, por lo que el rehúse de su compañía es procedente.
      He tenido varios gatos, pero lo que sí le aseguro es que una uña (queratina), no puede dañar el metal, ningún metal. Intente arañar una tubería con sus uñas, y verá que necesitará cientos de años como para causar daños visibles en ella. Y si el gato, destrozado, se ha enredado en el motor, no es un hecho derivado de la circulación, evidentemente, porque no tiene forma de acceder circulando. De pasarle un coche por encima, quedaría licuado y disecado al instante.
      El animal no tiene acceso desde los bajos del coche, por lo que no descarte que alguna persona lo haya introducido en su coche, lo que implica que le han forzado el capó. ¿Tiene problemas con el vecindario, o con algún vecino de su garaje? La verdad es que me ha dejado Ud. de piedra y sin agumentos.
Muchas gracias por sus comentarios. Yo tampoco salgo de mi asombro. No se me había ocurrido jamás que esto pudiera ocurrir. Seguiré luchando con la compañía aseguradora ya que ya sea accidental o intencionado creo que es discutible por varias vías...
Gracias de nuevo y saludos

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