Lotes de una Herencia.
Ahí va el Ebro.
Una persona, sin herederos forzosos, fallece y deja su herencia en testamento a cinco personas por partes iguales. Nombra a un Albacea repartidor-contador en él.
Su herencia se compone de dinero y tres viviendas, libres de cargas.
Los cinco herederos somos, por una parte, dos hermanos y por la otra, tres hermanos de otra familia.
Desde que supimos cómo era la herencia, nosotros dos pensamos proponer a los tres hermanos de la otra familia, hacer dos lotes. Quedarnos nosotros con una vivienda y las otras dos para ellos y el dinero repartirlo a partes iguales.
Para hacer este reparto se ha tenido en cuenta que:
1) Nosotros estamos muy interesados en el inmueble que hemos elegido en nuestro lote por motivos sentimentales, entre otras muchas cosas.
2) Los tres hermanos de la otra familia no tienen ningún interés en quedarse con ningún inmueble para disfrutarlo, quieren vender los inmuebles de la herencia y repartir y además, hacerlo lo antes posible, ya que todos ellos tienen hipotecas y demás deudas que pagar. En nuestro caso, por suerte, tenemos nuestras economías saneadas y no tenemos esa necesidad imperiosa.
3) Ya que ellos, lo que quieren es vender lo antes posible, las dos viviendas de su lote están situadas en ciudades importantes y zonas representativas y las podrían vender relativamente con facilidad (claro está que depende de muchos factores, precio que piensen poner por ellas, etc), pero en ese aspecto saldrían favorecidos. Además, la que nosotros queremos es la que menos valor tiene de las tres y a efectos de venta es muy complicada la misma por ser una vivienda situada en un pueblo y está necesitada una reforma.
4) En caso de que no se hubiera pensado en los lotes y fuéramos los cinco propietarios de todos los inmuebles a partes iguales, y teniendo en cuenta la necesidades de los de una familia y los de la otra, surgirían los problemas que esto conlleva, como sería la falta de consenso en fijar el precio de salida de venta de esos pisos, el rebajar los precios en poco tiempo ante la falta ofertas, o el querer aceptar una oferta a la baja, amén de las que pudieran surgir por el camino, en el caso de retrasarse la venta, respecto al pago de los gastos que generasen los inmuebles, y las obligaciones que conlleva la propiedad de los mismos (reuniones de propietarios, etc.).
5) Al tener esa necesidad, los tres hermanos, de vender cuanto antes, en el caso de estos lotes, si vendieran algo, repartirían entre ellos y no entre cinco.
En fin, podría seguir enumerando motivos pero estos son los más importantes.
Les hicimos saber a uno de ellos esta propuesta y nos dijo que de ninguna manera, que ellos lo que querían era que los cinco estuviésemos en los tres inmuebles, vender todo y repartir, haciendo "ojos ciegos" a lo que les expusimos. Decidimos no volver a hablar del asunto hasta que se abriera el testamento. Como el Albacea pensaba que todos querríamos vender todo sin más, decidió no hacer lectura del testamento y enviárnoslo y posteriormente citarnos en notaría para la aceptación pero al ver sus intenciones le llamamos y le hicimos saber nuestra idea de los lotes.
El Albacea entendió perfectamente nuestra propuesta y decidió reunirnos antes de ir al notario para ver si llegamos a un acuerdo.
Los tres hermanos piensan que en estos casos, al ser mayoría, lo que ellos decidan es lo que se hará pero ya sabemos que no es así.
No sabemos si en la reunión ellos abrirán los ojos y verán lo positivo del acuerdo pero en caso de no ser así y nosotros querer seguir adelante con los lotes,
¿Es aconsejable que vayamos al acto de la escritura de aceptación de herencia y la aceptemos, pero nos neguemos al reparto del cuaderno particional donde apareceríamos los cinco como propietarios en proinidiviso de los inmubeles?
¿Cómo se hace?, ¿No se firmaría la escritura sin más?
Si tenemos que no aceptar el cuaderno particional, ¿debemos volver a hacer saber a todos que aceptamos la herencia pero que lo que queremos son los lotes para que conste (no sabemos si el albacea, notario o alguien hace una especie de levantamiento de acta donde se refleja el motivo de porqué no hemos querido aceptarlo o similar)?.
Digo ésto porque si no aceptas la herencia quiere decir que renuncias a ella y no es el caso.
¿Cuánto tiempo puede estar sin firmarse la escritura de la aceptación de la herencia y en el caso de ser meses, podrían los otros herederos, emprender acciones legales contra nosotros?.
En el supuesto caso de que terminara todo ante un juez, ¿éste podría preguntar al albacea (que además es abogado) por el caso, el albacea exponerle cual era nuestra idea y decidir el juez que, antes de subastar los bienes o aplicar un lote que pudiera él hacer, el nuestro es justo y lo aplicaría?
Una persona, sin herederos forzosos, fallece y deja su herencia en testamento a cinco personas por partes iguales. Nombra a un Albacea repartidor-contador en él.
Su herencia se compone de dinero y tres viviendas, libres de cargas.
Los cinco herederos somos, por una parte, dos hermanos y por la otra, tres hermanos de otra familia.
Desde que supimos cómo era la herencia, nosotros dos pensamos proponer a los tres hermanos de la otra familia, hacer dos lotes. Quedarnos nosotros con una vivienda y las otras dos para ellos y el dinero repartirlo a partes iguales.
Para hacer este reparto se ha tenido en cuenta que:
1) Nosotros estamos muy interesados en el inmueble que hemos elegido en nuestro lote por motivos sentimentales, entre otras muchas cosas.
2) Los tres hermanos de la otra familia no tienen ningún interés en quedarse con ningún inmueble para disfrutarlo, quieren vender los inmuebles de la herencia y repartir y además, hacerlo lo antes posible, ya que todos ellos tienen hipotecas y demás deudas que pagar. En nuestro caso, por suerte, tenemos nuestras economías saneadas y no tenemos esa necesidad imperiosa.
3) Ya que ellos, lo que quieren es vender lo antes posible, las dos viviendas de su lote están situadas en ciudades importantes y zonas representativas y las podrían vender relativamente con facilidad (claro está que depende de muchos factores, precio que piensen poner por ellas, etc), pero en ese aspecto saldrían favorecidos. Además, la que nosotros queremos es la que menos valor tiene de las tres y a efectos de venta es muy complicada la misma por ser una vivienda situada en un pueblo y está necesitada una reforma.
4) En caso de que no se hubiera pensado en los lotes y fuéramos los cinco propietarios de todos los inmuebles a partes iguales, y teniendo en cuenta la necesidades de los de una familia y los de la otra, surgirían los problemas que esto conlleva, como sería la falta de consenso en fijar el precio de salida de venta de esos pisos, el rebajar los precios en poco tiempo ante la falta ofertas, o el querer aceptar una oferta a la baja, amén de las que pudieran surgir por el camino, en el caso de retrasarse la venta, respecto al pago de los gastos que generasen los inmuebles, y las obligaciones que conlleva la propiedad de los mismos (reuniones de propietarios, etc.).
5) Al tener esa necesidad, los tres hermanos, de vender cuanto antes, en el caso de estos lotes, si vendieran algo, repartirían entre ellos y no entre cinco.
En fin, podría seguir enumerando motivos pero estos son los más importantes.
Les hicimos saber a uno de ellos esta propuesta y nos dijo que de ninguna manera, que ellos lo que querían era que los cinco estuviésemos en los tres inmuebles, vender todo y repartir, haciendo "ojos ciegos" a lo que les expusimos. Decidimos no volver a hablar del asunto hasta que se abriera el testamento. Como el Albacea pensaba que todos querríamos vender todo sin más, decidió no hacer lectura del testamento y enviárnoslo y posteriormente citarnos en notaría para la aceptación pero al ver sus intenciones le llamamos y le hicimos saber nuestra idea de los lotes.
El Albacea entendió perfectamente nuestra propuesta y decidió reunirnos antes de ir al notario para ver si llegamos a un acuerdo.
Los tres hermanos piensan que en estos casos, al ser mayoría, lo que ellos decidan es lo que se hará pero ya sabemos que no es así.
No sabemos si en la reunión ellos abrirán los ojos y verán lo positivo del acuerdo pero en caso de no ser así y nosotros querer seguir adelante con los lotes,
¿Es aconsejable que vayamos al acto de la escritura de aceptación de herencia y la aceptemos, pero nos neguemos al reparto del cuaderno particional donde apareceríamos los cinco como propietarios en proinidiviso de los inmubeles?
¿Cómo se hace?, ¿No se firmaría la escritura sin más?
Si tenemos que no aceptar el cuaderno particional, ¿debemos volver a hacer saber a todos que aceptamos la herencia pero que lo que queremos son los lotes para que conste (no sabemos si el albacea, notario o alguien hace una especie de levantamiento de acta donde se refleja el motivo de porqué no hemos querido aceptarlo o similar)?.
Digo ésto porque si no aceptas la herencia quiere decir que renuncias a ella y no es el caso.
¿Cuánto tiempo puede estar sin firmarse la escritura de la aceptación de la herencia y en el caso de ser meses, podrían los otros herederos, emprender acciones legales contra nosotros?.
En el supuesto caso de que terminara todo ante un juez, ¿éste podría preguntar al albacea (que además es abogado) por el caso, el albacea exponerle cual era nuestra idea y decidir el juez que, antes de subastar los bienes o aplicar un lote que pudiera él hacer, el nuestro es justo y lo aplicaría?
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