Eyaculación precoz

Te mando esta información de una persona que ha sufrido tu caso, viendo como él, una persona que ha sufrido, ha afrontado su problema, podrás seguramente encontrar tu camino.
"A todos los hombres que, como yo, padecen de eyaculación precoz... Y la ¨sufren¨...
¿Por qué remarco ¨sufren¨? Porque no es necesario que quienes la padecemos la ¨suframos¨ también. Y solo entiende la intensidad del sufrimiento que conlleva esta dolencia, quien, como yo, realmente la padece.
Este sufrimiento no es necesario, porque esta dolencia TIENE SOLUCIÓN.
Yo tengo veinticinco años. Desde siempre padezco de e.p.
Como puede ser tu caso, yo tardé en darme cuenta de esto, que acababa siempre antes de lo necesario, que no importaba si era el primero, el segundo o el que sea, siempre acababa antes que mi pareja, ya que no importaba lo que me calentara esa mina en particular, o que ella tardara más o menos en acabar. Siempre era igual.
Lo poco que escuchaba decir al respecto (porque yo no le comentaba este problema a nadie, por vergüenza, obvio) era que es muy común en los jóvenes y adolescentes, que era la ansiedad natural, que era la excitación normal de las primeras relaciones con una nueva pareja, que eso iba a ir desapareciendo con el tiempo, que iba a ir aprendiendo a conocerme y a controlarme, y a conocer a mi pareja, a mejorar como amante, etc.
Como todos los errores que perduran por mucho tiempo, todo eso era cierto, solo a medias.
Todos esos factores influyen un poco en todos los hombres, los que padecemos e.p. y los que no. Lamentablemente es así, ya que si los demás no lo sufrieran para nada, nuestra diferencia se notaría enseguida y sin lugar a dudas. No dejaríamos pasar el tiempo para que se solucione solo algo que, si no lo tratamos con médicos (como cualquier otra afección) NO SE VA A IR.
No se va solo, porque es un problema de origen físico, y no mental como se suele pensar, no es falta de experiencia ni de habilidad. Es un desorden físico, y como tal debe tratarse. Mediante un diagnóstico y un tratamiento hecho por profesionales, y con las herramientas que nos brinda hoy la Medicina Moderna.
Yo, posiblemente al igual que vos, veía avisos en el diario, revistas y en la guía; avisos de sexólogos y clínicas que proclaman tener la solución a todos los problemas sexuales.
Yo, posiblemente al igual que vos, estoy cansado de que me mientan, de que servicios como los de Venta Telefónica por TV te quieran vender una crema mágica que te hace bajar quince kilos en quince días sin dieta sin gimnasia, o una pasta que deja la pintura de tu auto modelo '70 como la de un 0km. O Fantasmas como algunos curanderos que venden milagros como si fueran chocolates, o te curan de lo que sea por una consulta y un ¨trabajo¨. Y así infinidad de casos de gente sin escrúpulos que explota la necesidad de otra gente en creer que la solución a todos sus problemas esta al alcance de su mano, que solo deben pagar una consulta o comprar un producto milagroso.
Por culpa de todo eso, yo creí siempre que los sexólogos (que encima no están en ninguna cartilla de medicina prepaga ni obra social) eran parte de esos Fantasmas.
Hoy en día, después de mi experiencia, pienso que algunos puede que lo sean, pero SE que otros no lo son. Que hay clínicas y especialistas que REALMENTE solucionan problemas de índole sexual. Que TIENEN SOLUCIONES para las disfunciones sexuales.
Llegó un momento en mi vida (ojalá hubiera sido mucho antes), en que, al ver que mi problema de e.p. no disminuía para nada, decidí probar suerte con una de estas clínicas. Digo probar suerte porque creía que lo más seguro era que me saquen el dinero y me dejen con el problema y con una buena excusa que ya tendrían estudiada.
Tomé la guía telefónica y llame a la clínica que me pareció más seria (que prometía de una forma más creíble). Como era de esperar se limitaron a darme un turno. Fui al día siguiente, edificio viejo, en el centro, recepcionista, me presento, confirman mi turno y me cobran, al ratito me hace pasar al consultorio.
Un médico como cualquier otro me hace toda una serie de preguntas para evaluar mi caso y mis necesidades, luego me revisa los genitales, y por último me hace pasar nuevamente al escritorio donde me explica lo siguiente respecto de la Eyaculación Precoz;
Hay básicamente tres tipos de e.p.; uno que es de orden psicosomático, relacionado con la ansiedad, y dos de origen físico, uno de ellos es la hipersensibilidad del glande, lo cual te provoca que al entrar el pene en la vagina, entre el contacto y el calor de la misma, un glande demasiado sensible provoca una sobre excitación y por ende una eyaculación prematura, esta hipersensibilidad a la temperatura se evidencia cuando se controla bien la eyaculación durante una fellatio o masaje del pene, pero al entrar en la vagina, la eyaculación se hace incontenible a los pocos segundos, esto es debido a la hipersensibilidad al calor de la misma.
El otro origen físico de la e.p. es una latencia más acelerada de lo normal, sucede que existe un impulso nervioso que se genera como respuesta a la excitación, y que este debe tardar unos 33 milisegundos o así en llegar a destino, si este reflejo, que es algo puramente orgánico, es más acelerado de esos 33 milisegundos normales, la respuesta eyaculatoria se da antes de tiempo, y ahí esta el problema. Es cierto que la latencia (que es esa velocidad) va disminuyendo con la edad, pero esto tarda muchos años en ser realmente considerable (toda una vida en realidad), por lo cual, este efecto que es mínimo en todos los jóvenes, se compensa mediante la ¨cantidad¨, a la ¨calidad¨ faltante. Esta compensación se da solo en los casos normales, en que la latencia es ínfimamente más rápida de lo óptimo, pero aún así normal, en quienes padecemos la e.p. de este origen, no hay forma de compensar esta eyaculación tan rápida.
Esta explicación me fue dada oralmente por el médico hace unos seis meses, por lo cual pido disculpas por alguna que otra inexactitud en los detalles que pueda haber, pero a nivel comprensión del problema es absolutamente válida.
Luego de esta explicación tan clara, me dijo que el primer paso a seguir era, como es lógico, un diagnostico de cual o cuales de estas tres causas posibles provocaban mi e.p. Me pareció perfectamente profesional el que quiera basarse sobre hechos en vez de probar a ciegas y dar en el clavo por prueba y error.
Me explicó que este estudio determina las causas físicas, y que la psicosomática se determina por descarte de las anteriores.
Este estudio en cuestión costaba $ 250.-Y no lo cubría la medicina estatal ni la obra social. Obviamente que si algo ayudaba realmente a superar mi dolencia, hubiera pagado lo que sea (de estar seguro que funcionaría, claro está). Me dieron turno para un par de días después, y me lo hice. Lo realizó el mismo médico que me había atendido, constaba en aplicarme unos electrodos por todos lados (glande y tallo de pene incluidos), e ir aplicando distintas frecuencias intermitentes de impulsos a distintas combinaciones de electrodos, hasta que yo decía que se me hacia intolerable, entonces pasaba a la siguiente frecuencia, y un PC registraba todos los datos y mostraba gráficos. Este estudio no fue demasiado largo ni muy intolerable, por otro lado, casi cualquier cosa hubiera tolerado con tal de curarme.
Mientras lo hacia, al ver los resultados que iba mostrando la pantalla, el doctor me preguntó varias veces, como para confirmar, y le costaba creer que, en virtud de lo que estaba viendo, yo nunca, o casi nunca, acababa antes de entrar.
El resultado, como era de esperar, fue que yo presentaba los dos factores físicos que originan la e.p., y muy pronunciados ambos. Por un lado; una hipersensibilidad en el glande, y por otro; una latencia súper-acelerada de 22 milisegundos, cuando lo normal son 33 y 31 ya es acelerada...
Luego pasamos nuevamente al consultorio y me explicó la situación. La hipersensibilidad se trata con un ejercicio diario en la ducha que consta de someter al glande al calor directo del chorro de agua caliente con la que me ducho durante unos cuantos minutos y con toda la temperatura que aguante sin quemarlo, y repetirlo diariamente, de esta forma, el glande se va acostumbrando al calor y no reacciona tanto ante el calor de la vagina.
Respecto de la latencia, eso NO SE CURA, va disminuyendo con el paso de los años, pero se trata con una pastillita que la demora lo necesario para que NO SE SUFRAN sus efectos, y poder tener así relaciones sexuales plenamente satisfactorias y que duren lo que uno quiera que duren, esto se maneja con la dosis y la forma de administrar estas pastillitas.
Las pastillitas en cuestión, que a mi me recetó, son: Clorimipramina o Clorimipramina (creo que es lo mismo) 15 mg por 90 comprimidos. Las preparan en las farmacias, y según estuve buscando por Internet, creo que son un antidepresivo, que, como efecto secundario (y en este caso el deseado), retardan la eyaculación en el hombre y creo que también el orgasmo femenino. Las mismas, me dijo que no tienen contraindicaciones (por lo menos, no en mi caso) y el único efecto secundario que noté fue un poco de modorra al principio con una especie de bostezo contenido medio raro, que luego se fue (el bostezo ese raro) o me acostumbré, y hoy en día tampoco siento el sueño. Si no me equivoco, para usarlas como antidepresivo se prescriben en dosis más altas que 15 mg. Esta característica de antidepresivo debe ser lo que hace que se vendan ¨solo bajo receta médica.
Después de esta visita determinante al médico sexólogo, Él me fue armando un cronograma de visitas de una al mes al principio en las cuales me consultaba mis progresos, y en base a eso, iba cambiando la forma de administrar las pastillitas, y de ser necesario, creo que también hubiera modificado la dosis. También dependía de ir, para la receta de las pastillas (por suerte, porque de no ser así, posiblemente no hubiera ido más, y no hubiera tenido su guía para ir cambiando el tratamiento). Luego paso a ser una visita bimestral, y ahora es aproximadamente semestral. Veré como continúa.
Pero REALMENTE vale la pena.
A partir de mi tratamiento (sin fin aparente pero tan fácil por otra parte, y con tan buenos resultados INMEDIATOS), me cambió la vida. Ni más ni menos que eso, ahora gozo como nunca del sexo y gozo aun más dando muchísimo placer a mi pareja (cualquiera sea ella). Descubrí que soy un muy buen amante, y tengo sesiones de sexo de cuatro, seis y hasta nueve horas seguidas en las cuales terminamos muertos de cansancio y de placer, con una sonrisa de oreja a oreja, y una sensación de plenitud que es incomparable. Esto aumentó mucho mi autoestima y mi confianza en mí mismo, es increíble como eso influye en todo... Ahora, entre otras cosas, encaro a los posibles ¨levantes¨ con una confianza y una seguridad de que le puedo dar muchísimo placer, que se nota, y tiene efectos asombrosos, aunque lógicos también.
Como dije antes; ojalá hubiera ido antes al médico por este tema. Gracias a Dios fui, y ahora estoy muchísimo mejor gracias a eso.
Espero amigo que con este informe, te asegures de visitar a un buen sexólogo y teniendo en cuenta estas premisas, encuentres la solución. Ya me iras contando como te va. Un abrazo