Anónimo
Truquillos de sexo
¿Trucos caseros para desarrollar la sexualidad y sensualidad? ¿Me podrías decir alguno? Me ha entrado curiosidad al leerlo. Gracias, a ver si me lo dices antes del sábado, que es buena noche, je je. Hasta pronto
1 respuesta
Respuesta de decameron
0
0
Si alguna vez le regalaste chocolates a tu amada, ahora entenderás por qué: el chocolate contiene altas dosis de PEA y también sustancias como la dopamina. "El PEA bien podría ser el componente de la química del amor a primera vista", sugiere la sexóloga Theresa Crenshaw en su libro "La alquimia del amor y el deseo".
Claro que el PEA tiene una fecha de vencimiento: su poder afrodisíaco dura entre 18 meses y cuatro años. Después, el cuerpo se acostumbra a los estímulos de este neurotransmisor. La pasión se desvanece. Los matrimonios se aburren, se pelean, ven televisión. Y cuando se apaga la luz, se corporiza el fantasma de la traición.
Celos. La infidelidad suele ser motivo de celos y obsesiones en hombres y mujeres. Pero varios estudios muestran que son sutilmente diferentes las reacciones de ellos y ellas. Según los neodarwinianos, la infidelidad masculina es más frecuente que la femenina, ya que a un macho le conviene poner la mayor cantidad de huevos en distintas canastas, para asegurarse que sus genes pasen a las siguientes generaciones. Esto representa un problema para las hembras, en tanto corren el riesgo de quedarse sin el macho que les provee comida y les ayude a criar la prole. La infidelidad femenina, en cambio, es menos frecuente porque implica un gasto energético que no reditúa en ventajas reproductivas. ¿O sí? Según las investigaciones de David Barash y Judith Lipton, autores del libro "El mito de la monogamia", las hembras suelen ser mucho más promiscuas de lo que se cree. Las relaciones "extramatrimoniales" son tan frecuentes en las aves hembras como en las humanas. ¿Por qué lo hacen? Para poner a los espermatozoides a competir, de modo de conseguir los mejores genes para que sus hijos sobrevivan, mientras mantienen la convivencia estable con el macho que les aporta cuidados, casa y comida.
Según David Buss, psicólogo evolucionista de la Universidad de Texas en Austin, los celos son una adaptación evolutiva a los desafíos que enfrenta cada sexo. Para los hombres, el problema es que el adulterio secreto de sus parejas podría ponerlos en la situación de tener que criar a un hijo ajeno. Para las mujeres, la infidelidad despierta reacciones más emocionales, ya que las pone en riesgo de quedarse sin compañero.
Pero las cosas no son tan simples, como lo demuestra un dilema que proponen varios psicólogos a sujetos de laboratorio: ¿Qué lo molestaría más? A) Encontrar que su pareja estaba teniendo sexo apasionado con alguna otra persona; o B) encontrar que su pareja se está enamorando de otro/a? Según los evolucionistas, la mayoría de las mujeres eligen la opción B, mientras los hombres siempre se inclinan por la A. Sin embargo, los psicólogos David DeSteno, de la Universidad Northeastern, y Peter Salovey, de la Universidad de Yale, creen que las preguntas están mal formuladas. En un nuevo estudio que publicará el "Journal of Personality and Social Psychology", demuestran que la infidelidad sexual les molesta más que la emocional tanto a los hombres como a las mujeres.
Matrimonio saludable. Aunque la monogamia es un comportamiento inusual en el reino animal -sólo el 3% de los mamíferos y el 10% de los primates son fieles hasta que la muerte los separe-, hay varias especies que encuentran una forma de lidiar con las tentaciones extramatrimoniales. Se dedican entonces a la monogamia serial, es decir, convivencias sucesivas con cada vez nuevos objetos sexuales. Esta es una actitud sabia, a la luz de los beneficios demostrados de la convivencia.
Según varios estudios, para un hombre es más riesgoso permanecer soltero que fumar. En verdad, el matrimonio es saludable para ambos sexos, ya que los casados viven más tiempo, son menos propensos a accidentes, infecciones y operaciones. "El matrimonio es una especie de guardavidas o cinturón de seguridad", sostiene la socióloga Linda Waite, de la Universidad de Chicago. "Podemos ponerlo en la misma categoría que la buena alimentación, el hacer ejercicios y no fumar." Pero así como las parejas convivientes hacen frente mejor al estrés, pueden sumergirse en el infierno de la depresión si su relación entra en cortocircuito. Los matrimonios disfuncionales, dicen los científicos, se asocian no solamente a úlceras sino también a las caries dentales. Un estudio publicado por "The American Journal of Cardiology" mostró incluso que los hombres con problemas cardíacos que eran más negativos hacia sus esposas tenían casi dos veces más chances de morir en los siguientes cuatro años que aquellos que rankeaban mejor a sus mujeres.
En tren de desmitificar, un reciente estudio realizado por científicos alemanes de la Universidad de Munster revela que los hombres en la cama padecen dolores de cabeza tres veces más que las mujeres. Estas jaquecas se presentan generalmente cerca del orgasmo, y provocan que muchos varones les teman al punto de frenar a sus esposas con un "Esta noche no, querida".
Optimización. Llega un momento en que, por error u omisión, el sexo se convierte en la sombra de lo que supo ser en una pareja. ¿Cómo hacer para que no decaigan la sexualidad ni el amor? La hormona oxitocina, usualmente liberada durante el parto, ayuda a que las relaciones se estabilicen en el llamado compromiso amoroso. Hay que tener en cuenta que, así como las caricias aumentan la liberación cerebral de oxitocina, el alcohol la disminuye.
Por otra parte, los niveles óptimos para conservar la sexualidad de pareja están ligados a la cantidad de orgasmos semanales, según descubrieron los científicos Robert Frier (68), profesor de Biología y Sexualidad Humana en la Universidad estatal de Ferris, en los Estados Unidos, y David Weeks, del Hospital Real de Edimburgo, en Escocia. Lo mínimo son dos orgasmos semanales, dice Weeks.
Según un estudio realizado en 3.500 norteamericanos y europeos, los que mantienen relaciones sexuales por lo menos tres veces por semana lucen 10 años más jóvenes que los que practican menos el sexo. "No se trata de que tienen más sexo porque parecen más jóvenes", aclara Weeks. "En verdad, lucen más jóvenes porque están teniendo sexo en relaciones estables y amorosas."
Las nuevas recetas para potenciar la sexualidad están mejorando las relaciones entre hombres y mujeres, como lo reconocen incluso sexólogos argentinos encuestados sobre sus costumbres íntimas (ver recuadro). Aunque los psicoanalistas advierten que la insatisfacción siempre permanecerá como la borra del café, Woody Allen tuvo razón cuando declaró: "El sexo es como el arte: no importa cuántas veces se haga, nunca es perfecto y siempre piensas que el siguiente va a ser mejor, lo que te mantiene vivo hasta que al final te mueres". l
Claro que el PEA tiene una fecha de vencimiento: su poder afrodisíaco dura entre 18 meses y cuatro años. Después, el cuerpo se acostumbra a los estímulos de este neurotransmisor. La pasión se desvanece. Los matrimonios se aburren, se pelean, ven televisión. Y cuando se apaga la luz, se corporiza el fantasma de la traición.
Celos. La infidelidad suele ser motivo de celos y obsesiones en hombres y mujeres. Pero varios estudios muestran que son sutilmente diferentes las reacciones de ellos y ellas. Según los neodarwinianos, la infidelidad masculina es más frecuente que la femenina, ya que a un macho le conviene poner la mayor cantidad de huevos en distintas canastas, para asegurarse que sus genes pasen a las siguientes generaciones. Esto representa un problema para las hembras, en tanto corren el riesgo de quedarse sin el macho que les provee comida y les ayude a criar la prole. La infidelidad femenina, en cambio, es menos frecuente porque implica un gasto energético que no reditúa en ventajas reproductivas. ¿O sí? Según las investigaciones de David Barash y Judith Lipton, autores del libro "El mito de la monogamia", las hembras suelen ser mucho más promiscuas de lo que se cree. Las relaciones "extramatrimoniales" son tan frecuentes en las aves hembras como en las humanas. ¿Por qué lo hacen? Para poner a los espermatozoides a competir, de modo de conseguir los mejores genes para que sus hijos sobrevivan, mientras mantienen la convivencia estable con el macho que les aporta cuidados, casa y comida.
Según David Buss, psicólogo evolucionista de la Universidad de Texas en Austin, los celos son una adaptación evolutiva a los desafíos que enfrenta cada sexo. Para los hombres, el problema es que el adulterio secreto de sus parejas podría ponerlos en la situación de tener que criar a un hijo ajeno. Para las mujeres, la infidelidad despierta reacciones más emocionales, ya que las pone en riesgo de quedarse sin compañero.
Pero las cosas no son tan simples, como lo demuestra un dilema que proponen varios psicólogos a sujetos de laboratorio: ¿Qué lo molestaría más? A) Encontrar que su pareja estaba teniendo sexo apasionado con alguna otra persona; o B) encontrar que su pareja se está enamorando de otro/a? Según los evolucionistas, la mayoría de las mujeres eligen la opción B, mientras los hombres siempre se inclinan por la A. Sin embargo, los psicólogos David DeSteno, de la Universidad Northeastern, y Peter Salovey, de la Universidad de Yale, creen que las preguntas están mal formuladas. En un nuevo estudio que publicará el "Journal of Personality and Social Psychology", demuestran que la infidelidad sexual les molesta más que la emocional tanto a los hombres como a las mujeres.
Matrimonio saludable. Aunque la monogamia es un comportamiento inusual en el reino animal -sólo el 3% de los mamíferos y el 10% de los primates son fieles hasta que la muerte los separe-, hay varias especies que encuentran una forma de lidiar con las tentaciones extramatrimoniales. Se dedican entonces a la monogamia serial, es decir, convivencias sucesivas con cada vez nuevos objetos sexuales. Esta es una actitud sabia, a la luz de los beneficios demostrados de la convivencia.
Según varios estudios, para un hombre es más riesgoso permanecer soltero que fumar. En verdad, el matrimonio es saludable para ambos sexos, ya que los casados viven más tiempo, son menos propensos a accidentes, infecciones y operaciones. "El matrimonio es una especie de guardavidas o cinturón de seguridad", sostiene la socióloga Linda Waite, de la Universidad de Chicago. "Podemos ponerlo en la misma categoría que la buena alimentación, el hacer ejercicios y no fumar." Pero así como las parejas convivientes hacen frente mejor al estrés, pueden sumergirse en el infierno de la depresión si su relación entra en cortocircuito. Los matrimonios disfuncionales, dicen los científicos, se asocian no solamente a úlceras sino también a las caries dentales. Un estudio publicado por "The American Journal of Cardiology" mostró incluso que los hombres con problemas cardíacos que eran más negativos hacia sus esposas tenían casi dos veces más chances de morir en los siguientes cuatro años que aquellos que rankeaban mejor a sus mujeres.
En tren de desmitificar, un reciente estudio realizado por científicos alemanes de la Universidad de Munster revela que los hombres en la cama padecen dolores de cabeza tres veces más que las mujeres. Estas jaquecas se presentan generalmente cerca del orgasmo, y provocan que muchos varones les teman al punto de frenar a sus esposas con un "Esta noche no, querida".
Optimización. Llega un momento en que, por error u omisión, el sexo se convierte en la sombra de lo que supo ser en una pareja. ¿Cómo hacer para que no decaigan la sexualidad ni el amor? La hormona oxitocina, usualmente liberada durante el parto, ayuda a que las relaciones se estabilicen en el llamado compromiso amoroso. Hay que tener en cuenta que, así como las caricias aumentan la liberación cerebral de oxitocina, el alcohol la disminuye.
Por otra parte, los niveles óptimos para conservar la sexualidad de pareja están ligados a la cantidad de orgasmos semanales, según descubrieron los científicos Robert Frier (68), profesor de Biología y Sexualidad Humana en la Universidad estatal de Ferris, en los Estados Unidos, y David Weeks, del Hospital Real de Edimburgo, en Escocia. Lo mínimo son dos orgasmos semanales, dice Weeks.
Según un estudio realizado en 3.500 norteamericanos y europeos, los que mantienen relaciones sexuales por lo menos tres veces por semana lucen 10 años más jóvenes que los que practican menos el sexo. "No se trata de que tienen más sexo porque parecen más jóvenes", aclara Weeks. "En verdad, lucen más jóvenes porque están teniendo sexo en relaciones estables y amorosas."
Las nuevas recetas para potenciar la sexualidad están mejorando las relaciones entre hombres y mujeres, como lo reconocen incluso sexólogos argentinos encuestados sobre sus costumbres íntimas (ver recuadro). Aunque los psicoanalistas advierten que la insatisfacción siempre permanecerá como la borra del café, Woody Allen tuvo razón cuando declaró: "El sexo es como el arte: no importa cuántas veces se haga, nunca es perfecto y siempre piensas que el siguiente va a ser mejor, lo que te mantiene vivo hasta que al final te mueres". l
- Compartir respuesta
- Anónimo
ahora mismo