La masturbación busca conseguir el placer venéreo de manera individual. Es un desorden de la plenitud de la sexualidad. El orden de la sexualidad se expresa por el amor entre las personas que participan en el acto sexual. Amor previo al acto sexual e independiente del mismo. El amor es espiritual, es sentimiento hacia la persona amada. Tu puedes amar a una persona con la que no has tenido nunca relaciones sexuales. (Igualmente, tu puedes tener relaciones sexuales con una persona a la que no amas, por lo que "hacer el amor" es una expresión mentirosa.) Cuando la sexualidad es plena, se realiza el acto sexual con la persona que amas como expresión adicional (donación del propio cuerpo) a la donación espiritual del amor. La masturbación reiterada crea un desorden mental en la persona que la practica, haciéndolo egoísta y desamorado hacia los demás. Además la práctica del sexo como hobby desligado del verdadero amor es como la droga, se necesitan dosis más grandes, y además al masturbarse, lejos de desaparecer el deseo, se acrecienta. Es como querer apagar fuego con gasolina. La masturbación tiene cura si se ponen los remedios para abandonarla.