En mi infancia sufrí tocamientos por parte de un conocido de la familia. Esa persona tiene (y sigue tenidendo) respeto y admiración por parte de mucha gente. A menudo he tenido el deseo de vengarme de esto haciéndolo público de alguna manera, para que todos sepan realmente cómo es. Pienso que sólo así podría sentirme un poco mejor y sentiría que de alguna forma se hizo justicia.
Respuesta de psicologasw
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psicologasw, Psicologa especializada en atencion individual, de pareja y...
Esto que relatas lamentablemente es muy común. Las personas que ejercen un abuso a un menor dejan una huella lamentable, con el agravante de que son capaces de negar absolutamente todo. Son personas que tienen diferentes grados de psicopatía, es decir, tuercen la realidad, mienten, son capaces de inventar algo para descalificar a la persona que los deja en evidencia. Tus heridas internas, que las hay podrás superarlas trabajando con un psicoterapeuta. Te lo debes para una mejor salud psíquica y una superación de todos los aspectos de tu vida. Pero más allá del respeto que este individuo sigue teniendo, puedes evaluar durante un trabajo psicoterapéutico como revelar este secreto que has guardado a tu pesar y a quienes puedes revelarlo. El deseo de venganza es inútil, pero puede ser útil para ti un abordaje más justo de tu posición y la que ocupa esta persona. Antes de revelar, tienes que tener en claro a quienes, como te sientes y qué esperas de esa revelación, para que sus efectos sean positivos para ti. Desde ya quedo a tu disposición si necesitas ampliar esta información. Sos pocos los datos que aportas, fíjate que ni siquiera de tu texto puedo saber tu sexo y tu edad actual. Cada persona es un mundo y lo que sirve a unos no sirve a otros así que no dudes en repreguntar si sientes que esta respuesta no contiene lo que buscas.
Gracias sobre todo. No sé cómo funciona esto, es la primera vez que hago una consulta. Seguro que lo mejor sería acudir a un psicólogo para contarle esto, pero intento hacer mi vida lo más cerca de la normalidad y cuando en alguna ocasión he intentado hacer terappia me ha resultado muy duro, porque salen traumas que tengo más o menos bajo control y me siento más angustiada aun. Sobre las preguntas que me hace, decirle que soy mujer y que esto me pasó con trece años, que esa persona era el suegro de mi hermana y en ese momento estaba siendo para mí desde hacía unos años un papel de padre, dándome cariño y comprensión (se comporta así normalmente con los niños). Yo tendría que haber notado algo quizá, pero con esta edad no tenía aun idea de nada, no había dado un beso o la mano a ningún chico, era una niña. Al tiempo lo conté en confianza a mi hermana y unas amigas. Estas me creyeron, pero mi hermana se puso furiosa y me culpó a mí... Esta experiencia me ha marcado mucho. He odiado a este hombre. Le tenía miedo y asco. Durante un tiempo me acosaba pero dejó de hacerlo porque tenía miedo que lo notara alguien. Hoy día tengo una hija y ahora más que nunca tengo presente lo que me pasó.