Una forma errónea de solucionar los problemas es no ver más que el último síntoma del asunto, y querer que éste desaparezca como sea, con una motivación también errónea: desde los propios intereses superficiales.
Para afrontar de la mejor manera un asunto, o inicial contrariedad, o enfermedad, o incluso ante una agresión que uno reciba, uno tiene que tener en cuenta estos factores:
1.- Siempre con conducta buena en sí misma; es decir, siempre descartando lo que sea malo en sí mismo (como mentiras, agresiones, etc.); por supuesto que si uno forma su conciencia, ya verá que nada de lo malo es solución o respuesta óptima de nada.
2.- Es fundamental el tener auténtica buena intención hacia todos los implicados, lo cual significa el buscar, como último objetivo en ese asunto, en el plano meramente natural me refiero, el bien real, no el bien material, de cada uno de los implicados, por encima de los intereses superficiales, como pueden ser los personales.
3.- Ya en relación con lo anterior, ver la situación desde la generosidad, pensando en lo que uno puede aportar en ella, no sólo enfocándola desde los particulares (tanto propios como de un particular grupo de personas) intereses superficiales.
Por el contrario, una forma errónea de afrontar un problema o situación es pensar que cualquier actuación vale (quizá por ejemplo con la disculpa de que otro comenzó primero), y, sólo encaminarse al supuesto beneficio de una parte, lo cual no termina siendo bien real para nadie, sino que sólo se buscan por esta vía beneficios materiales, superficiales, perdiendo en lo fundamental; no dirigiéndose nunca por esta vía al bien real de las personas, para lo cual se requeriría tener una visión más amplia y generosa y depurar la propia intención (limpiarla de la contaminación de los propios intereses superficiales).
Como uno ya no mira el asunto desde el punto de vista de unos superficiales intereses, ya no quiere resultados como sea, sino que siempre se abre al horizonte de un bien real.
El mirar un asunto de forma generosa, también implica el ver las causas, lo cual implica en muchas ocasiones el atreverse a ver en ocasiones la dolorosa responsabilidad personal en un asunto (lo cual sería más difícil si uno sólo mira a los particulares intereses superficiales), y, por supuesto, que no se trata de conseguir un sentimiento de culpabilidad inútil, sino de atreverse a ver lo erróneo para rectificar en el enfoque, lo cual siempre es posible, que es en lo que tenemos fundamentalmente que rectificar, ya que es posible que la situación exacta ya no se repita, pero siempre tendremos que elegir en la forma en la que queremos afrontar la vida y lo que se nos presente. Por eso que en el momento actual tampoco podemos sólo querer que nos quiten el síntoma como sea, o seguir enfocando el tema desde los particulares intereses superficiales.
Entonces, con respecto a lo que comentas, yo te diría que se trataría de enfocar el asunto, pensando en el bien real de todos los implicados, poniendo los medios que consideres razonables, y confiando en que por esta vía se obtendrán los mejores resultados, en lo que a tu parte respecta. Por supuesto que si esto lo haces bien, esta actitud llegará a abarcar toda tu vida, encaminándote a hacer el mayor bien posible en el mundo, por encima de tus intereses superficiales, y no al revés, como es lo habitual: guiarse por los intereses particulares superficiales como objetivo prioritario en la vida, cuando esto es un error, ya que si bien la persona humana tiene unas necesidades materiales, éstas no le guían bien como objetivo prioritario en la vida, ya que el ser humano está capacitado no sólo para sobrevivir, sino para amar de verdad, para anteponer el hacer el bien a los particulares intereses; y cuando una persona se guía omo objetivo prioritario en la vida, por sus particulares intereses, consiga, o no, la satisfacción de esto, siempre quedará lo fundamental sin cubrir; por el contrario, si se encamina, como prioritario objetivo en la vida, a hacer todo el bien que puede, además de atender a lo fundamental en la vida, no se quedarán sin cubrir, sino todo lo contrario, sus convenientes necesidades materiales.
Yo te diría que empieces a hacer al respecto lo que depende de tu voluntad, no empezando, ni queriendo que desaparezcan como sea, algo ya involuntario, como esas sensaciones que refieres. Hablas de compañera sentimental, lo cual me suena a poco serio; no sé si es el caso. Yo te diría que una relación basada en los intereses superficiales no funciona; el ser humano no es como un animal irracional que se guía por instinto, o por meras emociones o sentimientos, y ya con eso se queda totalmente conforme ya que eso se corresponde con su naturaleza animal; en el caso de la persona humana, nada de esto llena; ningún acto, guiado por los intereses personales, llena, ya que el ser humano está capacitado para anteponer el amor de verdad a los superficiales intereses, con lo cual, nada por debajo, lo deja conforme, y por supuesto que en una relación entre dos personas, si uno no busca el bien real del otro, por encima de los superficiales intereses, pues resulta que nunca es una relación fructífera, constructiva, y que, sin duda, ante una determinada prueba, cuando dejen de ser parejos los intereses superficiales, sucumbirá.
Yo te diría relacionarte con las personas buscando su bien como personas, por encima de los particulares intereses; encamínate, por ejemplo, al bien real de esta chica, busca el que se encamine en su vida a hacer todo el bien que pueda, por encima de sus particulares intereses, haciendo tú lo mismo; por supuesto que esto implicaría el descartar de esta relación todo lo malo en sí mismo, todo lo guiado por el mero interés superficial, lo cual, entre otras cosas, resta libertad para realmente encaminarse al bien real de la otra persona, además de que se pierde también la visión al respecto.
Si uno va haciendo lo que tiene que hacer en la vida, también va haciendo madurar la propia personalidad de forma armónica, ya que la personalidad es compleja y todos los aspectos están relacionados, con lo cual sería dif´icil, e incluso contraproducente, el querer mejorar un aspecto aisladamente, desde el punto de vista de los intereses superficiales.
En definitiva, el guiarte por el amor de verdad, por hacer el bien de verdad, es lo que servirá de contrapeso a los intereses superficiales; piensa que existen tentaciones comunes a todo ser humano, como son placer, poder y tener, pero que no guían bien, y sólo se superan con amor de verdad. Entonces yo te diría que te empieces a guiar por el amor de verdad, y deseches por supuesto todo lo malo en sí mismo, y todo lo que, incluso sin ser malo en sí mismo, vaya en otra línea, a satisfacer tus intereses más superficiales.
Piensa que para hacer el bien sirve todo (cualidades, limitaciones, experiencias), que el ser humano es limitado por naturaleza y su objetivo idóneo no es poderlo todo, ni tener lo que no tiene, sino que en lo que puede decidir es la parte que le corresponde al respecto de decidir qué hacer con su vida, con lo que le ha tocado vivir, y sólo el amor le guiará bien, nunca el egoísmo, el cual le esclavizará cada día más.
Sigue preguntando si quieres. Que no te preocupe tanto el origen como la solución, el contrapeso, como te digo del amor de verdad, para lo cual hay que anteponer el hacer el bien de verdad a los intereses personales superficiales. No sigas alimentando los intereses superficiales, sobre todo si ves que no son sanos. Te aseguro que se te abriá un horizonte que ni te imaginas si comienzas en pensar en hacer el mayor que puedas con tu vida.
Abajo te dejo algunas recomendaciones.
P.D. Varias películas recomendables en convicciontv.cl/peliculas o algunas que se pueden encontrar a partir de la siguiente:
http://www.lafecatolica.com/pelicula-y-biografia-de-san-jose-de-cupertino/1189/ Muy recomendable Introducción a la vida devota de San Francisco de Sales, o La Noche Oscura de San Juan de la Cruz (o todo lo de este santo y de Santa Teresa), los cuales se pueden encontrar fácilmente en Internet como en
http://www.statveritas.com.ar/Libros/Libros-INDICE.htm, o en la editorial Apostolado Mariano. Ejercicios Espirituales por Internet:
http://www.ejerciciosive.com.ar/pag_res2.asp?id=149