Estimada karly metamorfosis este Texto que sale en la Biblia la palabra de Dios mucho me ayuda:
“En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería” (Salmo 27:10). ¡Qué consolador es saber que el amor de Jehová supera al de cualquier padre humano! Por doloroso que nos resulte el rechazo, el maltrato o el abandono de uno de nuestros padres, Jehová sigue teniéndonos cariño (Romanos 8:38, 39). Recordemos que Dios atrae a quien ama (Juan 3:16; 6:44). ¡Qué bien nos sentimos al saber que, sin importar cómo nos hayan tratado otros seres humanos, nuestro Padre celestial nos ama!
Hay personas que se preocupan por uno. Por ejemplo, los padres, el cónyuge, los hijos y los amigos. Pero ahí no queda todo. En la congregación de los testigos de Jehová hallamos cristianos maduros que acuden a nuestro lado para escucharnos y orar por nosotros (Santiago 5:14, 15). Y si todos nos fallaran, hay Uno que nunca nos abandonará. El rey David dijo en la antigüedad: “En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería” (Salmo 27:10). En efecto, él ‘se interesa por nosotros’ (1 Pedro 5:7). Nunca olvidemos que somos preciosos a sus ojos.
Nuestra existencia es un don divino. Es cierto que a veces tal vez parezca más una carga que un regalo. Con todo, ¿se imagina cómo se sentiría usted si le hiciera a alguien un valioso obsequio y luego este se deshiciera de él casi sin usarlo? Los seres humanos apenas hemos comenzado a disfrutar de dicha dádiva. En realidad, la Biblia indica que ahora no tenemos “la vida que realmente lo es” según el criterio de Dios (1 Timoteo 6:19). En el futuro cercano, la existencia será mucho más plena, significativa y feliz. ¿Cómo será posible?
La Biblia promete que Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). Dediquemos algunos minutos a tratar de visualizar cómo será todo cuando se cumplan tales palabras, creando un cuadro mental completo y vívido. Esa imagen no es pura fantasía. Si meditamos en la relación que mantuvo Jehová con su pueblo, confiaremos más en él y nos resultará más real esa imagen (Salmo 136:1-26).
Quizá tardemos tiempo en recuperar por completo las ganas de vivir. Sigamos orando al “Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación” (2 Corintios 1:3, 4; Romanos 12:12; 1 Tesalonicenses 5:17). Jehová nos dará las fuerzas necesarias y nos enseñará que merece la pena vivir (Isaías 40:29).
Todo lo que quieras esta en sus manos usted puede lograrlo, pero ¡¿Qué camino tomar? ¿Qué metas puedo tener? ¿Qué sentido tiene mi existencia? ¿Es esto todo?, ¿Qué proposito tiene mi vida?
Son preguntas que muchos se hacen y que al encontrar las respuestas en la verdad que esta en la palabra de Dios ¿son felices?
¿Quieres qué consideremos alguna de aquellas preguntas? ¿Cuál?