Psicología _ trabajo con desaprobaciones continuas ¿Qué actitud tomar para no venirme abajo? Así no puedo aspirar a nada

Hace unos años trabajo con mi padre en la empresa, él es muy prepotente y orgulloso, critica a todos y todo y se está quejando siempre por todo. Yo sabía que al meterme con él a trabajar sabía con quien iba, pero después de tantos años ya se me hace cuesta arriba, porque al principio dices bueno, tengo que aprender, es normal que me equivoque, pero con el tiempo todo sigue siendo desaprobaciones, malas caras, dejarme en ridículo delante de otros trabajadores, cuando yo seré quién lleve el negocio con los años, y todo eso hace que los trabajadores si ya de por sí me veían como amenaza y la hija de papá, ahora se puedan mofar de mí, porque el primero que me deja en ridículo y de lo mal que hago las cosas es el jefe. Y por más que intento venirme arriba y tragar y tragar, además de decirle todo lo que pienso, no vale para nada. Veo que esto continuará así por años hasta que me haga con la empresa, si no me he hundido en la mierda antes emocionalmente, porque con tantos ánimos a una se le acaba la paciencia, la ilusión y las ganas de ser lo más grande, normal cuando cada día te dejan como que no vales para nada y menos para sucederlo porque todo lo haces mal. Que soy fuerte y tiro para adelante pero necesitaría algún consejo de experto, aunque sé que no hay nada que hacer con una persona así.

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Esas cosas pasan, aunque no son tran frecuentes. Pude que haya querido un hijo y no una hija, puede que tenga algun problema, el caso es que muchas personas, se descargan con un familiar, por ej. en caso de varios hijos, pueden hacerlo con uno en particular, en caso de varios hermanos, un hermano se desquitara o tratara mal precisamente, al que mejor se porta. Y que cambie, dificil, una persona asi, llega a viejo y no cambia . Por supuesto que se supone que todos pueden mejorar, si se da la situacion y lo intentan, pero a veces, no sirve el dialogo, son los que se llama "criticos" y de ese modo controlan cuando se trata de la pareja, en tu caso, es diferente, y aunque hagas todo bien, que lo supongo que lo haces, igual estara desconforme, si no hay motivo, lo inventa. Con gente asi, es dificil trabajar, pero es una situacion incomoda, por que como decis, vos serias la dueña algun dia, por otro, te estas fastidiando tu vida, no te puedo sugerir que hagas esto o aquello, cualquiera de las dos, podria no resultar, a veces, tomar una decision abrupta, para cambiar, es peor, otras veces resulta. Cada caso es particular, el que tendria que cambiar es tu papa, y no creo que acepte ir a terapia. Si tuvieras suficiente independencia economica, te diria que te apartaras, pero si no es asi, tienes que considerar ese aspecto, ya que la situacion laboral y financiera es complicada, como bien lo sabes. Ojala encuentres la solucion, no hagas nada apresurado, suerte. Sds.

Muchas gracias Luis, sabiendo lo que hay, al menos me he quedado  a gusto, todo eso es así, sólo que a mi me crea inseguridades y sino tuviese una actitud fuerte y positiva, me minaría la moral al punto de pensar que no valgo para nada o al menos no para esto. Gracias de verdad.

Si decides quedarte, trata de no confrontar, pero tampoco te muestres humillada ni que eres de poco caracter, si bien por fuera pueda parecer que cedes, mantente firme en tu interior, al final, es posible que la situacion cambie. Suerte.

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Para empezar a vislumbrar un modo de afrontar el problema que planteas, debes ser tú la que haga un trabajo previo de reflexión:

¿Realmente tu proyecto de vida pasa por trabajar en esa empresa? ¿Qué ocurriría si no tuvieses esa oportunidad de poder trabajar en la empresa de tu padre? ¿Por dónde encaminarías tus pasos? ¿Tendría eso alguna consecuencia no deseada por tu parte?

Los desaprobadores son, en el fondo, manipuladores y sujetos verbalmente agresivos. Suele esconder esa actitud algún otro tipo de problema: ¿Has pensado por qué tu padre se comporta así? ¿Qué crees que él espera de ti? ¿Crees qué está legitimado para esperar eso? ¿Hasta qué punto crees que estás obligada a responder a sus expectativas? ¿En qué consiste ser padre? ¿Y ser hijo/a?

¿Qué ocurriría si no hicieses caso alguno a sus imprecaciones? ¿Hasta qué punto tu seguridad en ti misma depende de la aprobación de los demás (sean padres, hermanos, amigos, conocidos, empleados,…)? ¿Por qué crees que esto es así?...

Estas son cuestiones para que reflexiones sobre ellas y, si lo deseas, me hagas llegar esas reflexiones, conclusiones, ideas, etc., que te surjan a raíz de esa reflexión. Sé que a veces reflexionar y dar respuestas no te resultará fácil, pero debes hacer el esfuerzo. Sobre todo, de aclarártelo a ti misma. Debes siempre responderte, con sinceridad, sin tabúes, sin miedo a equivocarte o a cometer un error, pero sin precipitarte. No hay respuestas acertadas o erróneas a estas preguntas. Lo que interesa es lo que tú realmente piensas, porque esa es la materia sobre la que se debe trabajar. Tus respuestas proporcionarán, seguramente, nuevas preguntas, pero te ayudarán a avanzar.

Como respuesta a tus preguntas-reflexiones, por el panorama actual y personal no me puedo permitir el abandonar la empresa, mi proyecto por hoy si es trabajar en ella y aspiro a mucho, o al menos aspiraba hasta que te das cuenta que esto es, no complicado sino rozando lo imposible el poder plantearte a aspirar, sin ingresos no podría encaminar mi vida por otros derroteros, ese es el problema, seguir en casa de los padres por más años y estoy deseando salir desde hace años, pero no podría pagarme un alquiler y menos me ayudaría a nada económicamente.

Sus palabras “Los desaprobadores son, en el fondo, manipuladores y sujetos verbalmente agresivos” es totalmente cierto, así lo veo reflejado y es la imagen que tengo y que da a todo el mundo. Esa actitud la ha tenido toda la vida, siempre ha sido así, ¿Qué crees que él espera de ti? Supongo que sea una máquina y lo haga todo perfecto como un hombre. Siempre enaltece a los hijos de compañeros suyos o a mujeres que están en altos cargos, las pocas. ¿Hasta qué punto crees que estás obligada a responder a sus expectativas? Sólo como hija y como trabajadora.

¿Qué ocurriría si no hicieses caso alguno a sus imprecaciones? Se enfada demasiado, ocurre dejarme en ridículo donde le pille y con quién esté en ese momento, se hace grande menospreciando a los demás, a mi también ¿Hasta qué punto tu seguridad en ti misma depende de la aprobación de los demás (sean padres, hermanos, amigos, conocidos, empleados,…)? Nunca ha dependido de nadie, me da lo mismo lo que piense o deje de pensar la gente de mi, siempre he sido muy segura, pero cuando es por motivos laborales y te dejan en ridículo delante de los empleados, como que no vales para nada y todo lo haces mal, es normal que me sienta una mierda y hasta me crea que quizás no sirvo para esto, esos sucesos crearían inseguridad a cualquiera, pero si encima te lo dice tu padre, mucho más.

Cuando te ves estancada, en tu trabajo con ganas de mejorar y saber, y ofreces tu ayuda y el querer más trabajo, y te lo niegan porque “tú no sabes hacer nada de eso”, cuando ni si quiera me han dejado intentarlo, te frustras. Ha llegado un punto que no sabes hacia dónde tirar, ni cómo hacer. No me dejan participar y cada vez crecen las inseguridades y la desgana a pesar de seguir luchando por querer ser lo más grande. Pero estás atada.

Roble007.

En este ir y venir de preguntas y respuestas, y vuelta a preguntar y a responder, vamos construyendo una especie de diálogo que contribuirá a que clarifiques tus propias posiciones, ideas, sentimientos,… y, a la larga, resultará transformador en tu vida. Se trata de alcanzar una más elevada comprensión de ésta y, desde esta comprensión, volver a nuestra vida, que será ahora contemplada de un modo distinto. Veamos.

Respecto al trabajo, veo que lo concibes de modo instrumental, como un medio para conseguir un fin. Bien. Mientras tengas claro que es eso, un medio, un trabajo, y no un fin en si mismo, todo puede ir bien. Pero me pregunto: ¿Has realizado algún intento de desvincularte de ese trabajo en concreto? ¿Has intentado buscar otros medios para conseguir los mismos fines? ¿Te lo has planteado alguna vez? Fíjate que lo que te voy a decir (ahora y siempre) no es un reproche, sino una invitación a la reflexión, por lo que no busco ofenderte ni “picarte” ni nada por el estilo. Estamos dialogando y mi papel como filósofo asesor es guiarte en la reflexión, por eso quiero que explores caminos, y la que debe decidir eres tú, pero no sin antes reflexionar: ¿No será que te ha resultado más cómodo instalarte en la empresa de tu padre (que no has tenido que salir a buscarla) que “buscarte la vida por otro lado”? ¿Cuáles son esos fines para los que el trabajo es un medio? ¿Hasta qué punto crees que uno/a debe sentirse realizado en su trabajo? No olvides que la palabra “trabajo” viene de “tripalium”, que era un instrumento de tortura… ¡Y si será desagradable el trabajo que hasta nos tienen que pagar por hacerlo! (Un poco de humor nunca viene mal…).

Fíjate. Lo que más me ha llamado la atención de tu respuesta es que parece que en el fondo, en la raíz misma del problema, está la cuestión de tu relación con tu padre. ¿Ha sido esta relación siempre tirante? ¿Qué recuerdos tienes de esa relación paterno-filial? ¿Se ajusta o se ha ajustado a lo que tú crees que debe ser ese tipo de relación? ¿Qué concepto tienes tú de una buena relación padre-hija? ¿Cuáles son las obligaciones (si las hay) de los hijos con los padres? ¿Y de los padres con los hijos? ¿Cuál sería una relación modélica para ti en ese sentido? Y, ¿Dónde has aprendido tú que ese es el modo correcto de relacionarse padres e hijos? ”Puede que por ahí venga parte de la frustración que sientes: cuando esperamos mucho y obtenemos poco, nos frustramos. Cuando nada esperamos, nada nos puede frustrar. No debemos permitir amargarnos los huevos fritos que tenemos delante pensando en que mejor estaríamos comiendo una buena langosta. Tal vez fuera así. Pero lo que tenemos para comer son los huevos fritos. Vamos a disfrutarlos.

Por otra parte, ten presente que nosotros no elegimos a nuestros padres. Tenemos los que nos han tocado. Nadie está determinado en ese sentido. Y lo mismo ocurre a los padres respecto de los hijos. Por eso, permíteme darte un consejo “operativo” para cuando tu padre se muestre demoledor contigo: hazle ver que entiendes lo que quiere, incluso repítele su propia orden: “¿quieres decir que lo que tengo que hacer es…?”. No te dejes arrastrar por las emociones del momento. Intenta “verlas desde fuera”. Sé que lo que te pido es complicado, pero hay que hacer el intento. No eleves la voz ni te muestres afectada y apocada por lo que te dice y por el cómo te lo dice. Intenta ser tú la que dirige la “película”. No reproches, no juzgues. En la vida hay cosas que dependen de nosotros, y otras que no. Aprender a diferenciar unas de otras y así aceptar lo que no depende de nosotros y poner todo de nuestra parte en lo que sí depende, es el camino. Difícil, pero no imposible.

Todo esto que te digo, sólo busca proporcionarte materia para reflexionar. Dedícale un tiempo. Dale vueltas. Busca razones y contrarrazones. Llegar a comprender la vida que nos ha tocado vivir, y a nosotros mismos, no es una tarea fácil. Pero es gratificante, transformadora y nos conduce a una vida más plena.

Seguimos hablando-

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