Se puede tener una relación de amistad y luego aburrirte de esa persona y alejarte de ella?
Me sucede que conforme a mis amistades, hay momentos en las que quiero estar sola o simplemente quiero que todos se alejen de mi, pero luego me siento sola y cuando los tengo vuelvo a querer alejarme, hasta que bueno ya me acostumbré, siempre me aburro con gente que esté a mi alrededor, no entiendo por qué, no soy mala con mis amistades porque hago mucho peor ayudarlas en cuanto tienen problemas pero a qué se debe el hecho de aburrirme de ellos?.
Si, claro que puede pasar. Uno cambia, las amistades también, a veces hay pocos intereses en común y de a poco uno se aleja, suele suceder. Otras veces uno está pasando por un momento particular de su vida, y espera de las amistades cierta empatía o respuesta del entorno, y eso no ocurre, por lo que a veces se siente mejor sólo. La verdad es que hay muchas razones y depende de muchas cosas, pero creo que es algo que le pasa a todos en algún momento.
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Cada persona, es un mundo aparte, siempre lo recuerdo, aunque parezca aburrido. En tu caso, puede ser que tengas mucha vida interior, pero de todos modos, la gente gusta socializar, pero si encuentras frívola la conversación, que es la mayoría, entonces te aburres, hay personas con las que se puede estar horas, seis, siete, más, otras, con las que no podrías estar más que para el saludo, eso no es nada malo, solo espera a encontrar gente que tenga más o menos la onda que vos, esta bien en ayudar a los que puedas, y recuerda esta cita de A.Dumas, "que los demás cuenten contigo, pero vos, no cuentes con ellos".
Bueno suele suceder que ese aburrimiento deviene cuando las conversaciones son planas y sin trascendencia o cuando siempre es el mismo rollo con diferentes actores (como un mal guión de película) o le das consejos a las personas y es como arar en el mar: Una amiga se quejaba del maltrato psicológico que le daba su pareja y mi pregunta siempre era ¿Y por qué no te separas?... Siempre los mismos rollos hasta que finalmente le dije "Pues ponle una denuncia y san se acabó el carbón" . Ahora ya cada vez que nos veíamos y antes del saludo inicial le preguntaba ¿Ya lo denunciaste? Y fue la única forma de que no volviera con sus rollos. La amistad se fue enfriando lo suficiente como para no volvernos a ver.