No pienses que necesariamente no confían en ti; ellos tienen la obligación de cuidarte y protegerte, lógicamente con sus cualidades y limitaciones. En la calle hay muchos peligros, y solamente con mucha virtud podrías afrontarlos bien.
En tu situación tienes la obligación de obedecer a tus padres en todo lo que te manden para tu bien o el de tu familia. Sin embargo, si estuvieses persuadida en conciencia de que es moralmente malo obedecer una orden, no debes seguirla.
En la vida siempre hay dificultades, y las tendrías aunque te fueras al fin del mundo, y no es bueno empezar por quejarse por las que uno tiene, ya que, entre otras cosas, las situaciones pueden empeorar y mucho. Piensa que sin duda habría muchas situaciones que te harían sufrir mucho más. Da gracias a Dios por haberte librado de ellas, y da gracias a Dios por tu situación actual y por tu familia, aunque a veces te contraríen tus apetencias, pero lo que te recomiendo es que empieces ahí a hacer el bien de verdad, empieces a trabajar en lo que sí depende de ti, que es mucho. No vivas para ti misma, sino que piensa en hacer todo el bien que puedas. Piensa en mejorar tu parte, lo cual también te ayudará a ver mejor el pasado y comprender mejor a personas que hubieran podido equivocarse. Piensa que el que actúa mal se equivoca, y el primer dañado es él mismo. Y, por otro lado, el daño que se recibe de otras personas humanas, siempre es inferior al que uno puede hacerse a sí mismo, aunque sea al degradarse afrontando mal, sin amor de verdad, lo que le sucede.
Dices que te gustaría no tener que dar explicaciones, alejarte de la gente. Lo que te recomiendo es que en todo te guíe la caridad, el amor de verdad, para lo cual tienes que estar en gracia de Dios, ya que de otro modo, la persona no es capaz de sobreponerse a las tendencias egoístas.
En casa, como te decía, tienes que obedecer a tus padres, y el obedecer lejos de quitarte libertad, te la proporciona, ya que quizá evite que te enredes en complicaciones, etc. Y con tus amigos o conocidos te recomiendo no hacer nada que no quieras hacer. Las explicaciones solo se las tienes que dar a las personas que tienen derecho a ellas, pero a nadie más. La caridad, el pensar en el bien de verdad de las personas te ayudará a saber qué tienes que hacer en cada momento, ya que no se trata de satisfacer vanamente a la gente, sino de hacer el bien, lo cual es distinto. La gente en muchas ocasiones tira de uno hacia su vanidad, en vez de ayudarse los unos a los otros a ir hacia Dios, a ir hacia la Verdad. No en vano el mundo es uno de los tres enemigos del alma. No tengas pena por no tener más vida social. Quién sabe si eso también es una gracia de Dios. Por supuesto que siempre te tiene que guiar la virtud teologal de la caridad.
Te recomiendo frecuentar los Sacramentos y hacer oración para ir sabiendo qué es lo que tienes que hacer, y fuerza para llevarlo a cabo. Descarta, por supuesto, todo lo que no sea bueno. Haciendo el bien afrontarás bien la vida y lo que te suceda, e irás sabiendo mejor lo que tienes que hacer.