Establecer si un intercambio social es aceptable o inaceptable

Quiero recopilar conceptos respecto al comportamiento de algunas personas sobre situaciones específicas.

La circunstancia particular corresponde a que una persona se ha enterado de una actitud reprocharle y más que todo despreciable de un familiar en contra de otros de su misma familia, y sin embargo esta persona mantiene con el afectador el mismo intercambio, como si no hubiera afectado a los suyos, a su familia, incluida su señora madre. Actúa, intercambia con el afectador como si no hubiera pasado nada.

Como complemento, el afectador resulta separándose de su esposa y la persona en referencia mantiene muy cercano intercambio de amistad con esta, su ex esposa, como si nada hubiera ocurrido; como si no le debiera fidelidad a su familiar, a pesar de ser el que tuvo actitudes reprochables con otros miembros de su familia. Al fin y al cabo la persona en referencia había decidido mantener el intercambio con el afectador y eso lo obligaba a dar una respuesta solidaria con él, manifestada en el alejamiento con la ex.

Considero que en cada caso ha debido mostrar la solidaridad debida, y en el primero haberse distanciado del afectador. Y en el segundo, ya que había decidido mantener su intercambio con el afectador, de igual manera ha debido mantenerse en posición de solidaridad y haberse distanciado de la ex del afectador.

Considero que en ambos casos ha debido demostrar lealtad con los que era de esperarse que la tuviera.

Deseo que por favor me den a conocer sus conceptos al respecto, y si son acertadas mis conclusiones.

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Con respecto al primer párrafo (solo leyendo este párrafo): Describes una conducta que no es mala en sí misma. No puedes juzgar su intención, la cual desconoces. Quizá él cree que es mejor así; que actuar de otra manera pudiera empeorar las cosas, etc. No se trata necesariamente de manifestar una situación sino de resolverla.

Con respecto al segundo párrafo: Tampoco es nada malo necesariamente que hable con los dos. Y la fidelidad no es alimentar intereses vanos o desordenados, como el de sentirse uno bueno culpando de todo a otro, etc.; sino que la fidelidad es pensar en el bien de verdad precisamente por encima de querer quedar bien con alguna conducta aparente, que no buena, etc.

La solidaridad es buena si el proyecto que se apoya es bueno, no si se apoyan finalidades vanas o desordenadas.

No se trata de separarse por separarse de alguien que actúa mal; ni hacerlo por complacer o satisfacer la vanidad de alguien, que esto no es lealtad, sino precisamente deslealtad, ya que se prefiere el quedar bien satisfaciendo vanidades, u otros intereses vanos o desordenados, a hacer el bien de verdad; la auténtica buena intención es con la que uno sabrá qué es lo que hay que hacer. Quién te dice que si uno alejándose de uno de los cónyuges impide una reconciliación futura por ejemplo en un matrimonio válido. Lo malo o lo meramente aparente siempre tiene consecuencias conforme a la mala calidad de la acción. Solo lo bueno de verdad, lo cual sin duda es más exigente, y para lo que hay que sobreponerse a lo vano y desordenado, funciona realmente.

Precisamente lo bueno tiene esta dificultad, de que no se trata de complacer los intereses vanos o desordenados ni de uno ni de los demás, sino que exige el buscar el bien de verdad, lo cual sin duda vale la pena.

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Para responderte son muchas las circunstancias que están inmersas en una dinámica familiar y solo conociendo las "verdades" desde cada ángulo podemos inferir cuál es la respuesta más acertada en cada caso porque desde la distancia y para ejemplificar: Mi familia es muy extensa y tenemos ramificaciones en varios pueblos. Nosotros visitamos regularmente esos pueblos cuando de pronto me entero del disgusto que tienen porque una familia se volvió Testigos de Jehova y quisieron que tomáramos partido no volviendo a visitarla pues toda la extensa familia reprochaba ese cambio de religión además que dios los castigó haciendo que su hijo fuera drogadicto, ladrón, pendenciero y altamente agresivo por lo que lograron que esa familia fuera repudiada por toda nuestra extensa familia excepto por la mía. En este relato salta a la vista que son simplemente fanáticos religiosos pero como espectador desprevenido que soy pude observar que en mi extensa familia había problemas con el alcohol y los que eran abstemios habían creado un abismo infranqueable con los que consumían habitualmente licor siendo el campo de batalla las reuniones sociales donde no se invitaban mutuamente o la casa de los abuelos donde todos se reunían por fechas especiales con roses y sátiras incluidas. El tema de las infidelidades estaba al orden del día en ambos bandos y llegó a ser tema de debate en las reuniones familiares llegando a ser un infierno las reuniones en la casa de los abuelos. Mi familia y yo permanecimos al margen de todos estos asuntos porque jamás reprodujimos comentarios escuchados a todos los bandos o hacer eco de los mismos entonces así las cosas, por esa actitud asumida, nos volvimos punto de referencia y autoridad frente a nuestra extensa familia pues siempre que hay una situación difícil nos piden consejo. En lo personal no hay actitudes buenas o malas primero debe estudiarse el entorno que origina dicho comportamiento.

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