Como hacer que las personas perduren en mi vida?

Tengo problemas con las personas, lo digo así bien claro. Hago terapia también, desde los 6 años, y nada ayuda.

Sufro de vacío emocional. Intento llenarlo con personas. Estas personas dicen que se van a quedar para siempre, pero siempre terminan alejándose, diciendo que yo las hiero. Yo no sé que hago mal. Me pasa con las amigas y con los novios. Siempre termino decepcionándolos a ellos y a las familias.

Mi historia de caos emocional comenzó de muy chica, cuando tenía 7 años y amenazaba con suicidarme (sí, a esa edad), y a los 11-12, con los cortes. Sufrí abuso sexual por parte de un familiar, y también bullying. Nadie parecía entenderme. Mis padres me llevaron al psiquiatra y ahora estoy medicada, pero no funciona. Ahora comencé a fumar marihuana, porque no encuentro otra forma de escapar del dolor y del vacío.

Si alguien puede darme un abrazo telepático por esta humilde vía virtual, se lo agradezco. Mi soledad es demasiado aplastante, y siento que ya no puedo con ella.

Tengo 17 años.

5 Respuestas

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Fumar marihuana te puede relajar en ese momento pero tiene efectos depresivos a la larga, sobre todo combinada con fármacos, ten cuidado.

Si has tenido problemas con varias personas que dicen que les has hecho daño, analiza la situación. Algo debe haber pasado, y para saberlo la comunicación es esencial. Habla con estas personas, diles que no eres consciente de haber hecho nada malo y te gustaría saber que fue para disculparte, supongo que alguna de ellas querrá explicarte que ha ocurrido.

Aunque la soledad puede doler, piensa que no estás sola. Tienes unos padres que te quieren y se preocupan por ti, y de la soledad también pueden salir cosas buenas, como estudios, proyectos, aficiones, buenas ideas... Si eres especialmente buena en una asignatura, podrías dar clases particulares. Ayudar a los demás puede hacerte sentir bien. Si te gusta dibujar o el modelaje (por ejemplo) podrías ir a una academia y conocer gente, mientras mejoras en tu actividad favorita.

Si tu tratamiento no te hace efecto, pide un cambio. Continua con tu terapia, estoy segura de que tienes un gran futuro por delante.

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Tu personalidad como me dices puede responder a una personalidad bordeline

Hay muchos aspectos a tener en cuenta en el diagnóstico y el tratamiento del trastorno límite de la personalidad (TLP), borderline, o trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad, y aunque de esto hablaremos en la parte del curso referente al diagnóstico y abordaje terapéutico (módulo II), en este apartado expongo ciertos aspectos que se pueden observar en muchas personas con trastorno límite de la personalidad con el fin de comprender muchos comportamientos y contradicciones que se pueden dar durante las entrevistas.

1.- Inestabilidad en el sentido de sí mismo

Las personas con trastorno límite de la personalidad suelen tener una auto-imagen variable que generalmente se basa en cómo son percibidos por los demás (ante una crítica se pueden sentir “malos”, “ineptos”, “no válidos” y ante un piropo se pueden sentir “una buena persona”, “alguien estupendo”, etc.). Esta variabilidad en la auto-imagen o forma de percibirse, conlleva cambios de humor y pensamientos contradictorios acerca de uno mismo y de los demás. De esta forma, en el curso de una entrevista y en función del tema que estemos tratando (o de la persona con la que tenga relación ese tema) el paciente se puede mostrar bien, muy alegre o contento o bien muy disgustado, decepcionado o asqueado consigo mismo y/o el terapeuta u otras personas. Esto está muy relacionado con el pensamiento dicotómico o pensamiento del "todo o nada" que presentan los pacientes con este diagnóstico.

Además de lo anterior, las personas con TLP suelen tener una inseguridad tremenda y una gran dificultad para percibir en ellos cualidades positivas y en ocasiones, ante comentarios agradables acerca de ellos o de algo que han hecho bien, sienten que están siendo halagados pero que en el fondo no es cierto, “lo dices para que me sienta mejor pero en el fondo sabes que soy mediocre y que no valgo para nada”.

2.- Relaciones interpersonales inestables:

La formación de relaciones “intensas e inestables” es uno de los criterios básicos para el diagnóstico del trastorno límite de personalidad. Al mismo tiempo, es uno de los aspectos más vulnerables de estas personas. Una persona con trastorno límite de la personalidad puede necesitar a los demás de forma desesperada y a la vez sentir la necesidad de evitar este contacto íntimo para evitar un mayor daño emocional.

Algunas personas con trastorno límite de personalidad llevan este tipo de conflicto a sus relaciones, confundiendo a los demás y, finalmente, apartándolas de sus vidas. Tienen una necesidad desmedida de apoyo, compañía y cariño y esperan que los demás sepan lo que necesitan en todo momento (incluso sin decirlo).

Por lo general, las personas con trastorno límite de la personalidad suelen ser muy perceptivas y captar las necesidades y puntos débiles de los demás. Sin embargo, en ocasiones tienen dificultad para observar estas necesidades, en especial, cuando se trata de sus seres más cercanos. Esto hace que, para sentir apoyo o protegerse emocionalmente auto-convenciéndose de que no lo necesitan, utilicen métodos indirectos como (idealizar a una persona o devaluarla respectivamente, por ejemplo) o por el contrario muy directos y llamativos (amenazas de suicidio, cortes, etc.). Esto crea gran confusión en los familiares y allegados que suelen percibir estas conductas como manipuladoras.

En los casos en los que las conductas son indirectas, es probable que se deba a que la persona con TLP no admite de forma consciente su necesidad por los demás e irónicamente, incluso los aparta en los momentos que más los necesita. Este tira y afloja suele terminar en relaciones de muy corta duración con comienzos y finales intensos.

La persona con trastorno límite de personalidad no es consciente de que en realidad, esta forma de conseguir atención genera un malestar importante en los demás, que se suelen sentir chantajeados y presionados y que finalmente, estos comportamientos son lo que les hace alejarse de ellos confirmando una vez más que “no le importa a los demás porque no es una persona que valga la pena”

3.- Problemas para “funcionar” o sacar provecho de sus habilidades:

Muchas personas con trastorno límite de personalidad son altamente funcionales y poseen múltiples habilidades que no son capaces de utilizar con éxito. Es decir, tienen capacidad para lograr lo que se proponen pero su inestabilidad e inseguridad no les permite aprovechar su potencial y acaban practicando “el autosabotaje”. En gran parte esto se debe a su dificultad para autoobservarse y poder ver estas cualidades en ellos mismos.

4.- Alternar entre suspicacia y extrema ingenuidad

Las personas borderline suelen actuar de formas muy diferentes. Es muy conocida su tendencia a oscilar entre los extremos. Lo mismo ocurre con la confianza; en momentos de estrés pueden desconfiar hasta límites inimaginables, llegando a rozar la paranoia y en momentos en los que se encuentran bien, pueden ser extremadamente ingenuos y confiar por completo en la primera persona que se cruza en su camino. No es raro que un paciente se lleve a un desconocido a su casa o a alguien que le dice estar pasando un mal momento y no tener adónde ir o que le facilite su dirección y llaves de casa para que se vayan a descansar un rato.

Esto en parte, tiene relación con su necesidad de mantener relaciones íntimas o tener amigos en los que confiar y a los que poder contar sus problemas, o simplemente dar la oportunidad que ellos no han tenido en algún momento de su vida en el que se han sentido abandonados.

Es muy frecuente que las personas con trastorno límite de la personalidad acudan a consulta después de un nuevo desengaño o una estafa sintiéndose fatal por ser tan "idiotas" y “pensar que los demás pueden ser como yo".

<< Siempre hago lo mismo. Siempre pienso que los demás son como yo. Me desvivo por los demás, soy capaz de hacer cualquier cosa. He llegado a hacer cosas desagradables para complacer a los demás. Cuando conozco a una persona que parece estar sufriendo no puedo evitar intentar acabar con su sufrimiento. Me he llevado a vagabundos para casa a personas que decían no tener papeles y la mayoría de las veces el resultado ha sido pésimo, me han robado, maltratado e insultado. Lo más grave de todo es que sé que lo volveré a hacer. Si encuentro a alguien que sufre y no le ayudo y después resulta ser verdad y nadie le ayuda...

Lo que más daño me hace es que se aprovechen de mi confianza y buena intención... cuando conocen mis puntos débiles siempre los acaban utilizando para hacerme daño. >>

5.- Recurrir al pensamiento mágico

Muchas personas con trastorno límite de la personalidad recurren a este tipo de pensamientos con frecuencia. Es como un sentimiento de "solo tengo que tener eso" para que todo vaya bien. Es decir, pensar que una persona, lugar, cosa, conducta o idea puede hacer que los problemas desaparezcan de forma instantánea o hacer que la persona se sienta feliz y/o segura. Los pensamientos mágicos más frecuentes suelen tener relación con que "otros arreglen su malestar". Por ejemplo, la persona con trastorno límite de personalidad puede pensar que lo único que necesita es a alguien que le acompañe o a alguien a quien dar todo ese cariño que tiene para dar, que sólo tiene que encontrar a la amiga de su vida o al compañero ideal. La persona "mágica" puede ser una persona conocida, alguien con quien conecta en un día de buen rollo, una persona que se encuentra por la calle desvalida y sin lugar adónde ir o alguien que le echa una mano en medio de algún follón nocturno.

Cualquier persona, cosa o situación adquiere un supuesto "poder" que es capaz de controlar su malestar. Ejemplos: “Si mi ex-pareja vuelve conmigo me pondré bien", "sólo necesito una persona que me quiera y me cure con su cariño", "si me compro otro vestido me encontraré mejor", "si me corto una vez más, será la última y dejaré de hacerlo".

Caso: si tuviese una mascota todo iría mejor

Paciente con trastorno límite de personalidad y fobia a los animales. En una sesión de grupo otros participantes hablan de sus respectivas mascotas y el cariño que les dan. A los pocos días empieza a pensar que si tuviese un perrito a quien dar su cariño y cuidar todo iría bien. Afirma que así saldría a pasear, que no lo hace porque tiene que hacerlo sola. La familia no está de acuerdo pero ella se empeña en que sin la mascota no podrá mejorar. Finalmente aceptan. Le regalan un perrito y los primeros días está entusiasmada, su atención gira en torno a la mascota y a sus necesidades (darle comida, cariño, paseos y demás). Semanas más tarde le empieza a tener miedo, se siente culpable porque dice que le ha contagiado su depresión. Afirma que por su culpa no come ni duerme y que si no tuviese el perrito se encontraría mejor. Devuelve la mascota a su dueño y semanas más tarde la empieza a echar de menos. Dice que ha sido un error y que si tuviese al perrito se encontraría mejor.

En este caso el pensamiento mágico es claro: necesito un perrito para poder pasear y sentirme mejor. Al mismo tiempo, la mascota le servía como un desvío de atención de su verdadero problema (el trastorno límite). Ahora su único problema es no tener perro y posteriormente el único problema es tener el perro. La solución es igual de mágica: tenerlo o no tenerlo. A esto me refiero cuando digo que es algo así como "solo tengo que tener esto para que todo vaya bien".

6.- Otras características del trastorno limite de la personalidad

Además de lo anterior podemos hablar de un afecto variable, una "estable inestabilidad", conductas impulsivas, conductas autodestructivas y trastornos cognitivos o de percepción en determinados momentos de alta emotividad. Esto les puede llevar a sentir o pensar en formas parecidas a las siguientes:

  1. Sentimientos de no ser querido o defectuoso: “Nadie me querría si me conociera de verdad”; “Nadie podría querer a alguien como yo”, "Si me conocen de verdad se darán cuenta de lo terrible que soy".

  2. Sensación de inutilidad o de "no ser apto para": "No sé hacer nada bien", "Soy un completo desastre".

  3. Sensación de dependencia: “No puedo valerme por mi mismo, necesito a alguien en quien apoyarme”; “Si no me acompañas, seguro que me sale mal”.

  4. Sensación de ser ignorado, abandonado u olvidado: “Estaré solo, nadie estará ahí para mí”; “Si dejo de hacerme cortes, tengo miedo de que se olviden de mi”, "quién podría acordarse de llamar a alguien como yo".

  5. Sensación de pérdida de control: “No me puedo controlar”; “Me dejé llevar, es algo que escapa a mi control”, "si me equivoco la habré fastidiado por completo".

  6. Falta de confianza en uno mismo y/o en sus propias decisiones: “Si no hago lo que quieren los demás, me abandonarán o atacarán”; “Si le digo lo que pienso de verdad, pensará que soy un estúpido”.

  7. Desconfianza o suspicacia en relación a otras personas: “Las personas me harán daño, atacarán o se aprovecharán de mí”; “Seguro que me trata bien porque quiere algo de mí”; “Me debo proteger de los demás”.

  8. Terror a ser arrastrados, engañados o traicionados por sus emociones: “Debo controlar mis emociones o algo terrible ocurrirá”; “No le puedo demostrar lo mucho que me he alegrado de verle o no volverá”, "si sabe lo que siento de verdad pensará que estoy loco".

  9. Autocastigo o Autosabotaje: “Soy una mala persona, merezco ser castigado”; “Si soy así de infeliz es porque me lo merezco

  10. Yo te aconsejo comentar si tienes algunas de estas cosas a tu psiquiatra.
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No eres la única que tiene problemas de relación, he visto algunos que solo conocieron una persona en la vida, con quien formalizo, hay otras que pasan de una y otra, al finas es que le ganan "por cansancio" otras que tienen la capacidad, por que no encuentro otra palabra técnica que pueda usar aquí, que atraen cantidad de chicas/chicos , pero no se quedan con ninguno, etc . Primero, tienes que tener en cuenta que contás con vos, la autoestima viene de vos, no dependes de los otros, de sus opiniones, de las comparaciones, date un tiempo y empezá a programar tu vida, eres demasiado joven tiempo tienes de sobra, deja un poco a un lado si podes, pero es tu elección, tanto celu y tanta red social si es que andas como todo el mundo aquí en la Ciudad, con el celu hasta cruzando las avenidas, las modas pasan como pasaron tantas, pero el tiempo también, y eso no lo podrás recuperar. Sdos.

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¿Desde cuándo vienes con esa problemática?

Desde los 4 o 5 años, aproximadamente, cuando sentía que todos a mi alrededor me abandonaban. A los 7, dije que me quería suicidar, porque no soportaba esta soledad que pesa sobre mí día a día.

¿Tomas alguna medicación psiquiátrica?

Hola! Perdón por la tardanza. Sí. Aripiprazol.

Debes entender que "nada es para siempre" pues lo único constante en la naturaleza es el cambio.

No puedes cimentar tu bienestar en una relación y debes buscar en tu interior el equilibrio

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No estás sola. Dios está contigo. Solo Dios puede llenar el vacío, que no llenan ni las cosas ni las personas humanas.
Fíjate en el título de tu pregunta. Y ahí puedes encontrar la respuesta. El enfoque que le das; estás pensando en tus intereses, y eso no es sano ni para ti ni para los demás. Piensa en hacer el bien de verdad, lo cual te obliga a sobreponerte a tus particulares intereses. No tires de las personas hacia ti, sino que ayúdalas a ir hacia Dios. Dios tiene que ser el centro; no tú, ni ninguna persona humana. El pensar en hacer el bien también te podrá ayudar a resolver las heridas; piensa que los que te hicieron daño fueron los primeros perjudicados; piensa en hacer el bien al hilo de todo lo que te ha ocurrido. Ahora puedes responder bien ante eso que te ocurrió, y bien siempre es con amor de verdad.
Te dejo lo siguiente para leer:

http://opinionestemasdeactualidad.blogspot.com.es/2016/06/del-libro-peligros-y-reparos-de-la.html

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