La pregunta aquí no es como ayudarle a el... sino como ayudarse usted misma. Meterse en una relación donde la pareja es un drogodependiente no es de un ser que se ame a sí mismo. Más bien indica su propia soledad y la búsqueda de un objetivo, objeto o persona que sea dependiente de usted. Para mi esto es una falta de autoestima severa y otra forma de dependencia tal como la de su pareja con las drogas, es usted con los sentimientos. Le aconsejo se haga tratar usted primero por un lado mientras su pareja decide qué hará con su vida, porque ningún psicólogo podrá quitarle lo que él no quiere perder. El cambio comienza por uno mismo y si uno no quiere, NADA ni NADIE podrá cambiar eso.
Por experiencia personal de perder muchos amigos de la infancia a las drogas, le puedo decir una que una persona enganchada a las drogas, deja de ser persona y solo es un zombie a la búsqueda de cerebros ajenos, en este caso, drogas. Si ya se metió en ello, era por una debilidad innata o por no saber cómo actuar ante sus problemas. Si en todos estos años no pudo o supo salir, ya nos indica que no tiene ni fuerza, ni personalidad ni capacidad para abandonar tal vicio.
Que usted le acompañe en el camino, solo le dará confianza para saber que tiene casi asegurada su próxima ración de droga. El dirá que si quiere cambiar pero solo son palabras y sonidos que la gente gusta de oír, pero totalmente vacíos de contenido o intención de cambio.
Comprobar sus intenciones es fácil... niéguese a suministrarle dinero para las drogas y verá usted cómo reacciona. Si no la roba la el bolso, será la tele o cualquier objeto vendible y casi siempre ni se dará cuenta que le está robando. La necesidad es madre del ingenio y esta gente son especialistas en ingeniárselas de cualquier manera. No deje nada vendible cerca ni a su alcance y mucho menos le deje libre dentro de su propiedad porque encontrará que vender. Y si esto ya no le resulta, incluso pueden tornarse agresivos y en muchos casos extremos, ni respetar la vida ajena, porque la propia ya hace tiempo dejaron de cuidar.
No le puedo decir que debe hacer, cada caso es un mundo, pero en general si le puedo decir que si él no quiere, el nunca cambiara. Y si fuese yo, sabiendo lo que se y lo vivido, echaría a correr calle abajo y sin mirar atrás, me perdería en la neblina de los recuerdos.
A menos que sea usted una sufridora natural, con cierto masoquismo innato, no debiera continuar con esta relación sentimental. Como amiga, quizás, pero recordando que el ya no es una persona al uso, sino un misil balístico dirigido a un solo objetivo, su dosis de droga diaria. A usted decidir si quiere pasar por todo esto y mucho más que desconoce, porque la historia de estos enfermos es amplia, larga y repetitiva. El problema con la historia es que suele alcanzarnos siempre y a veces, hasta nos adelanta en el tiempo. Y créame, no es nada agradable enfrentarse al pasado de un drogodependiente, porque por el camino han roto de todo, engañado a todos y herido a miles cuando no han asesinado.
Usted decide. La deseo suerte y mucho ánimo.