Eso sería lo ideal pues ¿No crees que es mejor ser amigos y actuar normal? Huir de alguien con quien tuvimos una relación y que ahora se haya terminado por cualquier razón, no debería ser un obstáculo en tu vida. En ese caso deberías hacer un análisis profundo de las razones que tienes para no querer ver a esa persona y si realmente te estorba, seguir huyendo, de lo contrario seguir normal y saludar.
Recuerda este principio de vida que se haya en Colosenses 3: 12, 13..."De consiguiente, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro".
Eso nos ayuda a seguir nuestras actividades diarias con una conciencia tranquila.