Tengo envidia y aunque parezca controlarla no es así

La historia de mi vida. Desde pequeña siempre he sido envidiosa. Llego un punto en el que pensaba que lo tenía controlado más o menos. Pero me doy cuenta que no.

Desde hace 3 años tengo pareja: es encantador y más no me puede cuidar. Pero a diferencia de mi, es muy abierto y se lleva genial con todo el mundo y todo el mundo Le saluda y Le quiere. Y yo todo lo contrario, llevo desde los 18 años sin tener amigas y no consigo congeniar con la gente, no me salen temas de conversación. El problema es que yo quisiera ser como el y me da coraje que la gente Le salude y etc y me cabreo y lloro. Pero porque yo quisiera que a mi también me pasarán esas cosas. El tiene gente para todo y yo me siento sola.

¿Qué hago? No se como controlarlo

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Tienes algunas cosas a tu favor, y es más importante de lo que vos crees, aunque no sepas del tema. Reconocerlo, aunque sea fuerte la sensación de envidia, la considero mejor, que el envidioso más leve, que no reconoce nada. Al reconocer, ya estas al primer paso de mejorar, puede costar, depende, de que leas, de quien te de una mano, pero se puede, veras, te paso algunos datos que te pueden ayudar.

Vos no podes ser como otro, serias simplemente, una mala copia,

Cada persona es única, podrá tener defectos, etc pero lo único que tiene, y con eso tiene que seguir su camino, y este, puede ser mejor que el que crees que esta mejor que vos.

Muchos de los que parecen estar en la cima, caen muy rápidamente, o no son lo que aparentan, este tema es delicado, pero tenelo en cuenta.

Una anécdota de un viejo libro, de tipo historias místicas, relata lo siguiente, si bien, es referido al tema de la evolución de los sacerdotes de una especie de congregación, un vez un visitante le pregunto a uno de ellos, si ellos no sentían envidia, cosa común en las personas, el contesto "No, por que si alguno tiene una luz más grande que la mía, me ilumina a mi " por supuesto se refería a dones espirituales, pero lo otro, no es más que algo pasajero, trabaja en eso, busca la manera, veras que no tiene sentido envidiar a nadie, solo tratar de mejorar cada uno. Sds.

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Amiga María, excelente su franqueza al reconocer ese defecto tan devastador. Medite en lo siguiente por favor.

La envidia se define como un “sentimiento de tristeza o irritación causado porque alguien posee algo que uno no tiene o desearía”. Es como un tumor maligno que invade a la persona y acaba con su felicidad. ¿De qué se alimenta? ¿Cómo se puede identificar y combatir?
La Encyclopedia of Social Psychology (Enciclopedia de psicología social) señala que el ser humano tiende a envidiar a quienes considera que están a su mismo nivel, ya sea por la edad, la experiencia, la posición social, etc. Por ejemplo, un vendedor no envidiaría a una estrella de cine, pero sí a un colega suyo que tuviera más ventas. Como dices, no tienes lo que tu novio tiene y eso te irrita.
La Biblia habla de un grupo de altos funcionarios del Imperio persa que envidiaban, no al rey, sino a Daniel, un funcionario como ellos que era muy brillante. ¡Lo envidiaban tanto que elaboraron un plan para matarlo! Afortunadamente, su trampa fracasó (Daniel 6:1-24). La enciclopedia mencionada antes dice que “es importante reconocer la envidia como lo que es: una forma de agresión. Solo así se explica que haya provocado tantos actos violentos a lo largo de la historia”.
¿Cómo puedes confirmar si la envidia te está afectando? Pregúntese: “¿Me alegran los logros de mis compañeros, o me deprimen? Si mi hermano, un compañero de clase o un colega del trabajo fracasan, ¿me da gusto, o me siento mal?”. Si sus respuestas fueron “me deprimen” y “me da gusto”, es probable que la envidia esté creciendo en su interior (Génesis 26:12-14). “La envidia puede arruinar la capacidad de la persona para disfrutar de las cosas buenas de la vida —comenta la enciclopedia ya citada— y ahogar el agradecimiento por los muchos dones que poseemos. [...] ¿Quién se atrevería a decir que eso produce felicidad?”
La envidia se combate con humildad y modestia, virtudes que nos permiten valorar las habilidades y cualidades de los demás. “En vez de obrar por egoísmo o presunción —aconseja la Biblia—, cada cual considere humildemente que los otros son superiores” (Filipenses 2:3, 4, Nueva Biblia Española.)

Muchas Gracias de verdad. Lo llevaré a cabo

Apreciando mucho tu aceptación de la información. Muchas gracias por apreciarla. Luego si no es molestia me gustaría saber qué hiciste.

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Simplemente tienes baja energía por una mala alimentación y eso te hace sufrir más por todo. Para aumentar tu energía mira las páginas 17 y 18 de http://librosdesalud.es/100-libros-de-salud-en-1.pdf

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