I. Hola señora Leire, la puedo entender bien. Algo que ayuda mucho es CULTIVAR LA VOLUNTAD. Es lo que mi madre y mis hermanas mayores hacían conmigo. ¿Qué significa eso? Pues hacer cosas juntos, en vez de mandar a hacer las cosas solos, usted lo invita a hacerla con usted. Por ejemplo, decirle hijo amado, mi amor vamos a limpiar tu habitación, o vamos a limpiar la casa. Entonces empiezan juntos hacerlo, en un momento dado le dice espérame un momento, vuelvo ahora. Lo deja solo un rato y luego va a ver si ha terminado, si lo hizo bien, y si lo va a corregir lo hace con clama y en buen tono.
Analice ese fragmento de un artículo sobre la disciplina que encontré, me gustó aun más porque está basado en principios de la Biblia, busque una y vaya analizando con ella los textos citados.
Límites poco claros. Algunos adolescentes desobedecen las reglas de sus padres para ver hasta qué punto pueden salirse con la suya. Por ejemplo, si los padres dicen que cierta acción tendrá ciertas consecuencias, el joven pudiera desobedecer para ver si los padres cumplen su palabra. ¿Significa eso que se está convirtiendo en un rebelde incorregible? No necesariamente. Los jóvenes tienden a desobedecer las reglas cuando los límites son poco claros o cuando sus padres no son firmes a la hora de cumplir lo prometido.
Falta de flexibilidad. Algunos padres intentan controlar al hijo fijándole una cantidad interminable de reglas. Cuando el joven desobedece, se enfadan y le imponen aún más reglas. Pero eso solo empeora las cosas. El libro Parent/Teen Breakthrough, que trata sobre cómo eliminar las barreras entre padres y adolescentes, explica: “Cuanto más trata uno de controlar a su hijo, más se resiste él. [...] Es como querer untar mantequilla fría en una rebanada de pan: cuanta más fuerza se aplica, más se rompe el pan”.
La disciplina es muy útil. A diferencia de castigar, que comunica la idea de hacer sufrir, disciplinar significa básicamente “instruir, enseñar”. ¿Y cómo puede usted enseñar a su hijo adolescente a cumplir sus reglas?
A continuación le animo a buscar los principios en su Biblia.
Lo que puede hacer
Sea claro. Los adolescentes deben entender claramente lo que se espera de ellos y lo que pasará si desobedecen. (Principio bíblico: Gálatas 6:7.)
Sugerencia: Anote las reglas que ha fijado en casa, y pregúntese si son demasiadas, muy pocas, o si algunas ya no son necesarias. Conforme su hijo se vaya haciendo más responsable, tal vez pueda cambiar algunas.
Sea constante. Su hijo pudiera confundirse si la semana pasada se salió con la suya y esta, por hacer algo parecido, tiene que sufrir las consecuencias. (Principio bíblico: Mateo 5:37.)
Sugerencia: Trate de que las consecuencias estén relacionadas con el tipo de “delito”. Por ejemplo, si el muchacho llega a casa más tarde de la hora señalada, podría imponerle una hora de llegada más temprana.
Sea razonable. Demuestre que es flexible dándole a su hijo más libertad conforme se la vaya ganando. (Principio bíblico: Filipenses 4:5.)
Sugerencia: Siéntese con su hijo y dialoguen sobre las reglas. Hasta podría dejar que él opinara sobre qué debería hacerse si no las cumple. Los adolescentes están mucho más dispuestos a obedecer cuando se les permite participar en la creación de las reglas.
Fomente su desarrollo personal. No se centre solo en conseguir que su hijo obedezca reglas, sino en que forme bien su conciencia.(Principio bíblico: 1 Pedro 3:16.)
Sugerencia: Busque ayuda en la Biblia, la mejor fuente de instrucción que existe. Sus sabios consejos dan “sagacidad a los inexpertos” y “conocimiento y capacidad de pensar al joven” (Proverbios 1:1-4).
Textos clave
“Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también [cosechará].” (Gálatas 6:7)
“Signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.” (Mateo 5:37)
“Llegue a ser conocido de todos [...] lo razonables que son ustedes.” (Filipenses 4:5)
“Tengan una buena conciencia.” (1 Pedro 3:16)
Ayúdele a desarrollar una personalidad agradable
Ayude a su hijo a pensar en los rasgos de personalidad por los cuales le gustaría ser conocido. Cuando se hallan ante una situación difícil, los jóvenes pueden aprender a tomar la decisión correcta haciéndose estas preguntas:
▪ ¿Qué clase de persona me gustaría ser? (Colosenses 3:10.)
▪ ¿Cómo reaccionaría en estas circunstancias alguien con una personalidad como la de Cristo? (Proverbios 10:1.)
La Biblia abunda en relatos de hombres y mujeres de la vida real cuyos actos, buenos o malos, demostraron la clase de personas que eran (1 Corintios 10:11; Santiago 5:10, 11). Utilice dichos ejemplos para ayudar a su hijo a cultivar una personalidad agradable. Mi esposa y yo hacemos todo eso dentro de nuestras circunstancias y nos ha dado mucho resultado. También ampliamos las ideas investigando en jw.org una página web gratis, sin anuncios que contiene un gran menú de ayudas para las familias, nos ha impresionado que tiene información en mas de mil idiomas. Waooo, cuánto hemos aprendido para la crianza de nuestros hijos.
Bueno, señora Gomez, muchas gracias por su tiempo, esperamos serle útil con la información. Esperamos Daisy y yo saber su opinión y seguir a su orden. Dele saludos al joven y feliz día.