¿Por qué he perdido las ganas de estudiar? ¿Qué está mal conmigo?
Llevo ya varios días sintiéndome bastante desmotivado, muy desganado y sin ganas de seguir adelante.
Todo empezó, más o menos, una semana después de la suspensión oficial de las clases presenciales por aquello de la pandemia. A mí eso me sentó muy raro... Quiero decir, por una lado lo sentí como "vacaciones", y por otro, me invadió un profundo sentimiento de incertidumbre, de no saber qué seguía, ni cómo, ni cuándo.
Esa semana nos la dieron de receso para darle tiempo a los docentes a que se preparan para las nuevas formas de impartir las clases. También recuerdo que esa semana me sentí completamente fuera de lugar, era una sensación muy similar a la que siento ahora, de saber lo que tengo y debo de hacer, pero no de hallar deseos ni motivaciones suficientes para hacerlo. (Pero todo lo anterior ya tiene tiempo...)
Esto no siempre ha sido así... En realidad, hace una semana yo estaba muy bien, me encontraba motivado; y tanto que, había un taller que debía enviar sobre un temática que no se me da precisamente bien, pero aún así me propuse apre derla y estudiarla para poder hacerlo a conciencia, sin simplemente buscar las respuestas en internet. Y lo logré, me sentí muy contento y satisfecho con el resultado porque había entendido completamente la temática y, además, había logrado dar respuesta a todo el taller sin pedir ayuda a nadie ni apoyarme en ninguna artimaña.
La cosa es que luego que reviso la calificación del taller me topo con la sorpresa de que no lo aprobé, no me alcanzó lo suficiente ni para el básico... Desde ese día he perdido completamente los deseos de seguir estudiando y de esforzarme; me sentí engañado, estafado. Aunque evidentemente la mala nota no fue por nada, según el profesor me equivoqué en algunas cosas pero para mí eso fue sumamente desalentador, porque fue mucho tiempo y esfuerzo que le dediqué a esa temática y, a pesar de que sí la entendí (o, por lo menos, un 80% más de lo que lo hacía antes), aún así, no fue suficiente para obtener una buena nota.
Desde ese día, ya ni he vuelto a hallar fuerzas ni ganas para esforzarme con un tema, porque de qué tanto me sirve eso si al final saco mala nota.
Al contrario, me he dedicado a hacer otras cosas menos productas que estudiar y, aunque sé que está terriblemente mal, no sé como auto-gestionarme y retomar esa motivación que sentía antes de ver esa nota.