I. Hola amigo Alejandro. Muchas gracias por compartir tus inquietudes, te felicito por ser tan sincero al dejar saber cosas tan personales de ti. Bueno, puedo entenderte bien. Me voy a concentrar en tres de las cosas que dices, que son las causales de que hayas llegado a los 25 con pocas experiencias.
La primera: la pornografía. A pesar de lo que dicen sus defensores, la pornografía tiene graves consecuencias en el comportamiento sexual de la gente, así como en su visión del sexo. Los investigadores de la National Foundation for Family Research and Education (Fundación nacional para la investigación y educación de la familia) concluyeron que “quienes están expuestos a la pornografía tienen más probabilidades de desarrollar tendencias sexuales anormales”. Según el informe de la mencionada fundación, “el mito de la violación —según el cual los violadores son personas normales y las mujeres son las culpables de que las violen y disfrutan con ello— es muy común entre los hombres que consumen habitualmente pornografía”.
Otra cosa es que moldea la actitud y el comportamiento de las personas. Los mensajes que transmite resultan tentadores, principalmente porque son pura fantasía, y como tales, son más atractivos que la realidad. “Quienes ven pornografía tienen expectativas poco realistas, por lo que suelen arruinar sus relaciones”, observa un informe.
Esta adicción puede destruir la confianza y la sinceridad, cualidades indispensables en un matrimonio. Puesto que la pornografía suele verse en secreto, quien lo hace se ve obligado a mentir.
Conclusión: Por ese vicio te has acostumbrado a masturbarte, a estar siempre solo y confundido en tu orientación sexual. ¿Lo habías visto de esa manera?
2.- La masturbación: Inculca ciertas actitudes que corrompen la mente. Este hábito le enseña a uno a tratar su cuerpo como un mero objeto que se usa para el placer sexual. Al masturbarse, uno queda inmerso en sus propias sensaciones corporales... totalmente centrado en sí mismo. El sexo llega a convertirse en algo separado del amor y queda relegado a un reflejo que alivia la tensión. Pero Dios se propuso que los deseos sexuales fuesen satisfechos por medio de las relaciones sexuales, una expresión de amor entre un hombre y su esposa.
Si se pierde este punto de vista, puede que resulte difícil tratar con normalidad a las personas del sexo opuesto. Podría llegarse a considerar a tales personas como objetos sexuales y no como seres humanos con sentimientos. Se podría tender a abusar de la otra persona como si se tratase de un mero instrumento de satisfacción sexual. Tales actitudes incorrectas inculcadas por la masturbación pueden contaminar el “espíritu” o predisposición mental. Es por buenas razones que la Palabra de Dios nos insta: “Amados, limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu”. (2 Corintios 7:1.) Es cierto que, después de haberse casado, muchas parejas han podido superar los problemas causados por la masturbación. Sin embargo, hay muchos casos que ilustran cuán difíciles y persistentes pueden ser algunos de esos problemas, llegando a afectar, a menudo, la compatibilidad de un matrimonio.
3.- Baja autoestima: El sentimiento de dignidad personal y autoestima es esencial para la felicidad. Debido a los malos hábitos que adoptaste desde hace muchos años han contribuido a sentirte así junto con la imperfección humana y a las flaquezas que esta provoca, tienes una opinión negativa de ti mismo. Tal vez creas que es difícil superar esos sentimientos muy arraigados, pero se puede conseguir.
¿Cómo podría superar todo eso? Me gustaron las siguientes sugerencias.
1.- Reconoce tus cualidades positivas: Puede que tu figura o tu físico no sean perfectos, pero posiblemente has cultivado las cualidades como la gran paciencia, valor, y podrías conseguir autodominio”. Estas cualidades son muchísimo más valiosas que cualquier atributo físico, y pueden ayudarte a sentir cierto grado de felicidad.
2.- Evita comparaciones que no sean equitativas: Como dijo en cierta ocasión Eleanor Roosevelt, esposa del trigésimo segundo presidente de Estados Unidos: “Nadie puede hacerte sentir inferior si tú no lo consientes”. Gálatas 6:4 nos da un buen consejo al respecto: “Que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona”.
¿Acaso el hecho de que alguien sea más guapo, tenga mejor ropa o sea más inteligente le hace mejor persona que tú? Lo cierto es que las apariencias externas no son las más importantes.
3.- Interésate por otros: El doctor Allan Fromme comentó que “los que tienen un buen concepto de sí mismos disfrutan de cierta paz, porque se centran en otros [...]. Los que se tienen en poco son prisioneros del propio yo. Están encerrados en sí mismos, pendientes siempre de su persona”. Huye de esa situación por medio de no estar “vigilando con interés personal solo [tus] propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”. (Filipenses 2:4.) Cuanto más te intereses por otros, menos te preocuparás por tus propios sentimientos de inseguridad.
4.- Fíjate metas realistas: No necesitas ser el alumno más destacado de la clase para ser un buen estudiante, ni tampoco convertirte en un atleta olímpico para disfrutar de los deportes. “La sabiduría está con los modestos”, y la modestia implica conocer nuestras limitaciones. (Proverbios 11:2.) No obstante, eso no significa que tengas que fijarte metas demasiado bajas por temor al fracaso, pues este puede servir de aprendizaje. Al fin y al cabo, se aprende a caminar por medio de superar la tendencia a caer.
5.- No temas ser diferente: Los jóvenes que permiten que otras personas controlen su modo de hablar, vestir y arreglarse no son más que esclavos. Tú, por el contrario, procura no hacer caso a nada dejar que otros te controlen. Si se burlan de ti por hacer lo que está bien, te servirá de consuelo saber que tu valentía regocija el corazón de Dios. (Proverbios 27:11.)
Aunque seguro que estas sugerencias te ayudarán, no esperes desarrollar seguridad en ti mismo de la noche a la mañana. Ten paciencia, espera reveses y trata de no ceder a la autocompasión. Al debido tiempo te sentirás más seguro que nunca. Estoy dispuesto a seguir ayudándote con orientación para la salud emocional y espiritual. Aun eres muy joven para rendirte, tienes capacidad y talento para superar todo eso si te lo propones. Déjame saber y seguimos en comunicación. Muchas gracias por tu tiempo, aprecio y valoración. Un saludo fraternal desde la ciudad Corazón en la República Dominicana.