¿Por qué los esposos son signos visibles que manifiestan su capacidad de amar, comprender, respetar y aceptar?
Es para una tarea de religión, no se que poner gracias. Esta pregunta es sobre el matrimonio.
1 Respuesta
I. Hola Mónica, estoy casado por 24 años. Realmente son muchos los artículos que tengo disponible para compartir. Ahí te copio dos de esos a ver si te puedes sacar la información que buscas.
Acudan a Dios para ser felices en el matrimonio
“El que los creó desde el principio los hizo macho y hembra.” (Mateo 19:4)
Jehová * Dios casó a la primera pareja. La Biblia dice que él creó a la primera mujer y “procedió a [...] traerla al hombre”. Adán se sintió tan feliz que dijo: “Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Génesis 2:22, 23). Jehová sigue queriendo que los casados sean felices.
Cuando dos personas se casan, quizá piensen que todo será perfecto. Pero la realidad es que hasta las parejas que más se aman tendrán problemas (1 Corintios 7:28). En este folleto hallará principios bíblicos que, si los pone en práctica, contribuirán a la felicidad de su matrimonio y su familia (Salmo 19:8-11).
1 acepte el papel que jehová le ha dado
LO QUE DICE LA BIBLIA: El esposo es el cabeza de la familia (Efesios 5:23).
Si usted es el esposo, Jehová espera que cuide de su esposa con cariño (1 Pedro 3:7). Él la creó como complemento suyo y quiere que la trate con dignidad y amor (Génesis 2:18). Debe amarla tanto que los intereses de ella sean más importantes que los suyos (Efesios 5:25-29).
Si usted es la esposa, Jehová espera que le tenga profundo respeto a su esposo y que lo ayude a cumplir con su papel (1 Corintios 11:3; Efesios 5:33). Apóyelo en sus decisiones y coopere con él de buena gana (Colosenses 3:18). Al hacerlo, será muy valiosa a los ojos de él y de Jehová (1 Pedro 3:1-6).
LO QUE PUEDE HACER:
Pregúntele a su cónyuge qué puede hacer usted para ser un mejor esposo o esposa. Escuche con atención lo que le diga y haga lo posible por ponerlo en práctica
Sea paciente. Aprender a complacerse mutuamente toma tiempo
2 muestre interés sincero por los sentimientos de su cónyuge
LO QUE DICE LA BIBLIA: Es importante que tome en serio los intereses de su pareja (Filipenses 2:3, 4). Trate bien a su cónyuge, recuerde que Jehová espera que sus siervos sean amables siempre (2 Timoteo 2:24). Piense en cómo va a expresarse, pues la Biblia advierte: “Las palabras desconsideradas hieren como una espada, la palabra de un sabio será el remedio” (Proverbios 12:18, La Biblia Latinoamérica, 2011). El espíritu de Jehová lo ayudará a hablar de manera amorosa y con bondad (Gálatas 5:22, 23; Colosenses 4:6).
LO QUE PUEDE HACER:
Pídale a Dios que lo ayude a mantener la calma y una mentalidad abierta antes de hablar de asuntos importantes con su cónyuge
Piense con cuidado qué dirá y cómo lo dirá
3 RECUERDE QUE SON UN EQUIPO
LO QUE DICE LA BIBLIA: Al casarse, los cónyuges llegan a ser “una sola carne” (Mateo 19:5). Pero siguen siendo dos personas que a veces tendrán diferencias de opinión. Así que es necesario que ustedes aprendan a estar unidos en lo que piensan y sienten (Filipenses 2:2). La unidad es imprescindible cuando tomen decisiones. ¿Cómo se logra? La Biblia dice: “Por el consejo los planes [...] se establecen firmemente” (Proverbios 20:18). Permita que los principios bíblicos los guíen cuando decidan juntos sobre alguna cuestión importante (Proverbios 8:32, 33).
LO QUE PUEDE HACER:
No se limite a hablar con su cónyuge de cosas generales; háblele de sus sentimientos
Antes de comprometerse a hacer algo, consulte el tema con su cónyuge
SEA REALISTA Y OPTIMISTA
No espere perfección ni de usted ni de su pareja (Salmo 103:14; Santiago 3:2). Intente enfocarse en las buenas cualidades de su cónyuge. Confíe en que los principios bíblicos darán resultados y sea paciente (2 Timoteo 3:16). Jehová recompensará los esfuerzos que haga por seguir sus consejos, y su matrimonio se irá fortaleciendo con el paso del tiempo (Gálatas 6:9).
PREGÚNTESE:
¿Siente mi pareja que me intereso más en él o ella que en mí?
¿De qué maneras le he demostrado hoy amor y respeto a mi cónyuge?
El trabajo en equipo
¿Qué implica?
Los cónyuges que trabajan en equipo son como un piloto y un copiloto con el mismo plan de vuelo. No piensan solo en sí mismos, sino en lo que es mejor para los dos, incluso cuando surgen problemas.
PRINCIPIO BÍBLICO: “Ya no son dos, sino una sola carne” (Mateo 19:6).
“Ambos cónyuges deben cooperar para que el matrimonio funcione” (Christopher).
¿Por qué es importante?
Si los cónyuges no trabajan en equipo, cuando surge un problema, se atacan entre sí en vez de atacar el problema y, al final, lo que era un asunto de poca importancia se convierte en un problema grave.
“El trabajo en equipo es esencial en el matrimonio. Si mi esposo y yo no fuéramos un equipo, solo seríamos compañeros de vivienda: dos personas que viven juntas, pero que no se ponen de acuerdo para tomar decisiones importantes” (Alexandra).
¿Qué puede hacer?
ANALÍCESE
¿Considera qué el dinero que gana es solo suyo?
¿Necesita estar sin su pareja para relajarse de verdad?
¿Tiene poco trato con la familia de su cónyuge aunque ellos estén muy unidos?
PARA HABLAR EN PAREJA
¿En qué aspectos de nuestro matrimonio trabajamos bien en equipo?
¿En qué aspectos podríamos mejorar?
¿Qué medidas podemos tomar para trabajar mejor en equipo?
SUGERENCIAS
Imagínese que el matrimonio es como un partido de tenis. ¿Qué podrían hacer para jugar en el mismo equipo y no el uno contra el otro?
En vez de pensar en cómo puede ganar usted, piense en cómo pueden ganar los dos.
“No importa quién tiene la razón. Lo que importa es que haya paz y unidad en el matrimonio” (Ethan).
PRINCIPIO BÍBLICO: “No vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás” (Filipenses 2:3, 4).
Cómo hablar de los problemas
EL PROBLEMA
¿Le ha ocurrido alguna vez que después de tratar un problema con su cónyuge acabaron más molestos que cuando empezaron a hablar? En ese caso, usted puede mejorar la situación. Pero antes que nada, hay algunas cosas que debería saber sobre las diferentes formas de comunicarse que tienen hombres y mujeres. *
LO QUE DEBE SABER
Las mujeres prefieren explicar todo el problema antes de escuchar una solución. De hecho, en ocasiones hablar es la solución.
“Cuando le expreso mis sentimientos a mi esposo y veo que me entiende, me siento mucho mejor. Normalmente, unos pocos minutos después de la conversación ya lo he superado” (Sirppa). *
“No puedo pensar en otra cosa hasta que no le explico a mi esposo cómo me siento. Hablarlo es un modo de zanjar el problema” (Ae-Jin).
“Es como un trabajo de investigación. Mientras hablo, voy analizando el problema y trato de entender las causas” (Lourdes).
Los hombres tienden a buscar soluciones. Y es que un hombre se siente útil cuando puede solucionar algo. Para él es la manera de demostrarle a su esposa que está ahí para ayudarla. Por eso, a los esposos les desconcierta que no se acepten sus soluciones enseguida. Un esposo llamado Kirk comenta: “No entiendo por qué quieren hablar de un problema si no es para hallar una solución”.
Ahora bien, el libro Siete reglas de oro para vivir en pareja advierte: “La comprensión debe preceder al consejo. Tu compañero/a debe saber que comprendes el problema, antes de que sugieras una solución. Muchas veces tu pareja no estará pidiendo en absoluto una solución, sino sólo que escuches”.
LO QUE PUEDEN HACER
Un consejo para el esposo. Acostúmbrese a escuchar con interés y atención. Un hombre llamado Tomás dice: “A veces, después de haber escuchado a mi esposa, me quedo con la idea de que no se solucionó nada. Pero, por lo general, lo que mi esposa necesita es precisamente eso, que la escuche”. Stephen expresa lo mismo: “He notado que lo mejor es permitirle a mi esposa que se exprese y no interrumpirla”. Y añade: “La mayoría de las veces, cuando acaba me dice que se siente mejor”.
Intente esto: La próxima vez que su esposa le cuente un problema, resista la tentación de darle un consejo si no se lo ha pedido. Mírela a los ojos y preste atención a lo que dice. Asienta con la cabeza cuando esté de acuerdo. Repita la esencia de lo que ella le dijo para que vea que la entendió. “A veces, mi esposa solo necesita saber que la comprendo y que estoy de su parte”, comenta Carlos (texto bíblico clave: Santiago 1:19).
Un consejo para la esposa. Dígale a su esposo lo que necesita que él haga. “Quizás esperemos que nuestros esposos sepan qué necesitamos —explica Elena—, pero a veces hay que decírselo claramente”. Inés propone empezar la conversación así: “Hay algo que me preocupa, y me gustaría que me escucharas. No necesito que lo soluciones, pero sí me ayudaría que entiendas cómo me siento”.
Intente esto: Si su esposo se apresura a dar una solución, no piense que es un insensible. Lo más probable es que quiera aliviarle la carga. “En vez de molestarme —comenta una mujer llamada Ester—, trato de pensar que mi esposo se preocupa por mí y quiere escucharme. Pero que, además, me quiere ayudar” (texto bíblico clave: Romanos 12:10).
Un consejo para los dos. Solemos tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros. Sin embargo, para solucionar los problemas, piense en cómo le gustaría a su cónyuge que lo tratara usted (1 Corintios 10:24). Miguel lo explica así: “Los esposos debemos estar dispuestos a escuchar y las esposas a oír soluciones de vez en cuando. Así, cuando cada uno pone de su parte, los dos salen ganando” (texto bíblico clave: 1 Pedro 3:8).
TEXTOS BÍBLICOS CLAVE
“Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar” (Santiago 1:19).
“En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera” (Romanos 12:10).
“Todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros” (1 Pedro 3:8).
¿Cuándo es el mejor momento para hablar?
La Biblia dice: “Una palabra a su tiempo apropiado, ¡Oh, cuán buena es!” (Proverbios 15:23). Y por supuesto, lo contrario también es cierto.
“Las conversaciones que se tienen en un mal momento suelen terminar mal” (Sirppa).
“Si tienen hambre o están cansados, no es el momento de hablar de asuntos serios” (Julia).
“Una vez, en cuanto entró mi esposo por la puerta, empecé a desahogarme contándole un problema. Entonces me detuve a media frase y me di cuenta de que lo estaba agobiando. Le dije que seguiría contándoselo después de cenar. Él me lo agradeció, y cuando retomamos la conversación, ambos nos sentíamos más tranquilos y dispuestos a hablar” (Lourdes).
Bueno amiga Mónica, esperamos mi esposa y yo que te sea útil la información. Un saludo fraternal. Gracias por tu tiempo, aprecio y valoración. Cualquier otra información nos dejas saber.[url=https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/despertad-2016-numero3-junio/ignac-semmelweis-fiebre-puerperal-teoria-microbiana/]
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