Anónimo
La ansiedad me da miedo a atragantarme?
Les comento, una vez quede atragantada con un gajo de naranja, no se porque motivo pero sin masticar el gajo bien, inconscientemente se me fue para atras, el problema que el gajo entero me quedó en la mitad y no se como lo hice pero lo tragué (por suerte), en esos 10 segundos (aprox) trate de no inhalar aire para evitar se atasque en el sitio incorrecto (por ende en esos 10 seg me estaba ahogando), pero lo pude tragar con la dificultad que implicó, tras eso, todos me quedan mirando (amig@s y mi novio) y de ahi quedé traumada, ahora cada vez que cómo algo siento que no baja del todo y siento que me ahogo al tragar, a eso se le suma el típico comentario "cuidado no te vayas a atragantar como la otra vez" o el "mastica bien", estoy harta porque con eso me agarra mas ansiedad y siento que no disfruto la comida. Además, noto que cada vez que almuerzo o ceno con ellos cada vez que mastico y trago me miran disimuladamente pareciera esperando a que me atragante de nuevo. Mi novio minimizó todo diciendo que a el le parecio "excitante" lo sucedido ¿¡Como le puede parecer excitante mientras yo tenia put* gajo de naranja atascado en la garganta!?
Perdón por todo el texto pero lo escribí tratando de aliviar el trauma y quitar mi enfado.
Los atragantamientos leves no son infrecuentes; son no completos, y se resuelven con el mecanismo de la tos. Como dices, no habías masticado bien; y yo te diría que pongas los medios que consideres razonables para no atragantarte como masticar bien, comer tranquila (no viéndote forzada a hablar mientras comes, o bien, no viéndote forzada de alguna manera a alguna conversación un poco más densa), siempre incorporada en la silla o en otro sitio (no tumbada, lo cual ya dificulta la deglución). Tienes que deshacerte del temor, así es que yo te diría que no lo comentes, y que intentes comer normal; si te están mirando, esto no ayuda, pero sobreponte a ello no haciendo caso, ni comentando nada innecesario al respecto. Al enfado te sobrepones viviendo tú una recta intención; si ves conductas que no ayudan, que son superfluas y perjudiciales, atrévete tú a vivir rectamente, encaminada hacia el bien, y no hacia una mera apariencia, por supuesto que con la gracia de Dios.