Por lo que te agrade, y por lo que no. Tienes la oportunidad de amar, de obedecer a Dios, de cumplir los Mandamientos de Dios, de vivir como Dios manda, y, con ello, de ser todo lo feliz que se puede en esta vida, al estar con Dios, participando de la vida de Dios; y tienes, con ello, la posibilidad de ganar la Vida Eterna, que es para lo que hemos sido creados (por supuesto que con la finalidad última de la Gloria de Dios, ya que Dios es el fin último de todo lo bueno y recto), siendo feliz eternamente al poseer a Dios, ya de forma definitiva.
No mires las cosas según las coordenadas del mero agrado, o de los meros intereses materiales, o temporales; míralo todo según Dios, en Dios,, y para Dios; y lo verás todo diferente. Si no has logrado adaptarte a esta sociedad, con entretenimientos, o con trabajo, dale gracias a Dios; quizá, aunque tú no lo sepas, eso sea lo más propicio para salvarte eternamente.
Por supuesto que jamás recurras a hacer algo malo; en esta vida siempre se puede amar; pero si uno por escapar del sufrimiento terreno (con posibilidades como te decía, ya que en él se puede amar, y se puede merecer para la otra vida), hace algo malo, a conciencia, se puede encontrar con algo peor, pero ya definitivo, y en lo que ya no se puede amar, ni merecer, ni nada bueno, siendo todo malo, y alejado de Dios.
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