Si no quiere estudiar, o seguir los estudios oficiales, puede ser que lo tenga claro, o, incluso, excepcionalmente claro. No todo el mundo tiene que estudiar, ni los estudios oficiales son los únicos, ni tienen por qué ser los mejores, ni el mejor aprovechamiento del tiempo, etc.
La verdad es que son años estupendos en los que puede rentabilizar mucho el tiempo. Lo importante es una buena guía en la vida, querer hacer el mayor bien que pueda en la vida; y, en este sentido, y estando en gracia de Dios, se podrá ir concretando qué hacer, por supuesto que sin agobios, no vaya a ser que estos agobios quiten la iniciativa.
Lo fundamental, como te decía, es una buena educación como persona; frecuentar los Sacramentos, cumplir los Mandamientos de Dios para no cometer graves errores, y poder vivir la caridad o el amor de verdad; esto es lo más importante.
Con respecto a lo de ser fuerte, y lo de defender a amigos, es importante que le inculques la rectitud, ya que no se trata de apariencias, ni de montar números inútiles y contraproducentes. La fortaleza se la va a dar el estar con Dios, y hacer lo que Dios diga, la rectitud de intención; no se trata, por supuesto, de una fortaleza al servicio de la vanidad, lo cual no sería fortaleza, sino que debilidad.
Y, muy importante, cuando defienda a amigos, es importante que siempre lo haga con conducta exterior correcta; y, lo más importante, en el interior, que no se guíe ni por ira ni por indiferencia, sino que, con la voluntad, se guíe por el bien de verdad de todos los implicados, lo cual, sin duda, que exigirá que se sobreponga a superficiales intereses propios o ajenos (por ejemplo alimentar vanidades ajenas, etc.). Si se guía rectamente resolverá algo, dará buen ejemplo; si sólo hace terminar una situación por meras vanidades, todo quedaría con mil flecos, y con perjuicios morales, y también posibilidad de perjuicios físicos, ya que el mal no hace terminar las cosas malas; y la injusticia no protege de nada. Si se dedica sólo a alimentar intereses de una parte, como comodidad, etc., así realmente no hace bien a nadie; a los que quieren estar cómodos también les viene bien el ejemplo de una recta conducta, guiándose por el bien de verdad de todos, incluido el que quizá inicia el conflicto, lo cual es diferente para todos, y ayuda a todos a tener una vida con sentido, y no una vida egoísta. Pero, por supuesto, que la recta intención tiene la dificultad de que no se guía por alimentar meras complacencias de nadie.