Consulta legal sobre reclamación de gastos extraordinarios de la manutención de mi hijo

¡Hola.
Soy un padre separado con un hijo de 6 años, cuya custodia, junto con la vivienda familiar, fue otorgada a la madre.
Ahora, ésta me reclama el 50% de gastos extraordinarios;
entendiendo ella por gastos extraordinarios: libros, autobús del colegio, arreglos de la vivienda y edificio donde está ubicada, recibo del IBI, etc.
Debo aclarar que, en la sentencia de separación (que fue contenciosa), se le otorga a ella pensión compensatoria, pero no habla nada de gastos. Ni en la pensión compensatoria ni en la pensión por alimentos.
Después de leer algunos foros ya aclaré algunas cosas.
No obstante me queda la duda del recibo del IBI y de los arreglos de la vivienda y/o edificio.
¿Podría ayudarme a aclarar mis dudas?
¡Muchas gracias!

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En primer lugar para que su ex-mujer puedad reclamarle los gastos extraordinarios deben de estar especificados como tales en la sentencia. En segundo lugar los gastos extraordinarios no son todos aquellos que una parte atribuye como tales, sino tan sólo aquellos referidos a gastos de salud no cubiertos por seguridad social y seguro privado, clases de refuerzo de los hijos, actividades extraescolares, etc. En cuanto al IBI que grava la vivienda entiendo que es un gasto derivado de la propiedad y no del uso y disfrute atribuido. En base a ello deberían de abonarlo en proporción a su participación en la propiedad de la vivienda. Ahora bien, también podría entender que lo pagara ella y que luego en la liquidación de la sociedad de gananciales se dedujera dicho pago. ¿Quién está abonando en la actualidad la comunidad de propietarios?. El mismo criterio debería de aplicarse teniendo en cuenta que en su sentencia no haya pronunciamiento en cuanto a las cargas del matrimonio.
¡Muchísimas gracias!.
Su respuesta me ha aclarado toda ésta historia y me ha liberado de la angustia e incertidumbre ocasinada por la posibilidad de tener que volver a enfrentarme a una nueva demanda judicial; ya que mi resistencia mental y económica ya ha llegado a su límite.
De nuevo, ¡Mi sincero agradecimiento!

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