Mi marido trabaja en casa y verlo tanto tiempo me desquicia

Creo que te está comiendo la monotonía, el ver que tú tienes una personalidad muy activa y de que tu pareja dicha actividad la haga desde un sofá, es un problema a solucionar, es por completo salvable.
El tiempo para estar juntos y compartir es bastante pequeño en la mayoría de parejas
debido al trabajo, las tareas del hogar, los hijos, actividades sociales, etc. De manera
que las parejas necesitan llegar a compromisos importantes para realizar actividades en
conjunto además de realizar las actividades que disfrutan por separado. Cuánto es
suficiente y cuánto es satisfactorio, es la pregunta que requieren contestarse
individualmente y como pareja. Si no logran un acuerdo suficientemente satisfactorio para
ambos, la pareja puede llegar a un punto en que el nivel de frustración crezca hasta
deteriorar su relación, de manera que, si siguen así, se sentirán cada vez más tristes
e insatisfechos.
Las parejas que no comparten suficiente tiempo juntas, terminarán haciéndose muchas
preguntas que directamente afectarán su relación y sus decisiones:
¿Comparto más tiempo con mi pareja y renuncio a actividades que gustan pero que me
separan?
¿Me separo de mi pareja para poder dedicarme a las actividades que me gustan?
¿Acepto el poco tiempo que tengo con mi pareja y sigo la vida como está?
¿Puedo o quiero incluirme en las actividades de mi pareja para estar juntos, aunque no me
guste hacerlo?
¿Puedo o quiero presionar a mi pareja para que haga o deje de hacer actividades que le
gustan y que le quitan tiempo para la pareja o la familia?
Las respuestas a estas preguntas dependen de la fuerza o el significado que tengan las
actividades para cada miembro de la pareja.
Ciertas actividades son consideradas por las personas como esenciales para su desarrollo,
es decir, le dan significado a su vida, son parte de su identidad. En este caso, es muy
difícil que la persona renuncie a su actividad porque siente que es renunciar a sí
mismo. Si su pareja le pide o le exige que renuncie a la actividad, la persona siente que
no es aceptado/a o amado/a en su totalidad y, se resentirá y distanciará de su pareja.
En estos casos, la pareja debe definir si realmente ama a la persona con la actividad que
realiza. Si no es así, en realidad no ama a su pareja. En este caso, es muy posible que
terminen separándose física o emocionalmente de forma permanente.
Por otro lado, hay actividades que son consideradas como deseables pero no esenciales, es
decir, la actividad no da un verdadero significado a la vida de la persona. En este caso,
es mucho más fácil renunciar al tiempo que demanda la actividad para invertirlo en otras
actividades compartidas con la pareja. Si la persona considera que su actividad no es tan
importante para su desarrollo como persona, si quiere mantenerse unida a su pareja,
tendrá que renunciar en algo a su actividad para poder realizar otras actividades en
común.
En conclusión, el tiempo que las parejas invierten juntos es una medida importante de
cuán felices se sienten juntas. Muy poco o nada de tiempo compartido es un indicativo de
que la relación de pareja está deteriorada o se deteriorará con el tiempo. Sin embargo,
simplemente compartir actividades, no es suficiente para que estén felices, es necesario
que al compartir, realmente disfruten del tiempo juntos. Es decir, no es cuestión de
obligarse u obligar a la pareja a compartir tiempo juntos, sino de encontrar diversión y
alegría al compartir, sea o no una actividad preferida. Por otro lado, exigir tiempo
juntos a costa de una actividad que es esencial, vital para la pareja, puede deteriorar la
relación. En este caso, la pareja tendría que buscar el tiempo de otros aspectos de la
vida que sean menos significativos para la persona.
NO RENUNCIAR
Hay actividades que son consideradas esenciales para el desarrollo de la persona. Si la
pareja le pide que renuncie a estas actividades, la persona no se sentirá amada, se
resentirá y esto provocará distanciamiento en la relación.
Generalmente se presentan problemas en la pareja cuando el esposo es aficionado a algún
deporte, como el fútbol, y no muestra interés en las actividades de su pareja. En estos
casos, se debe encontrar diversión en una actividad compartida por ambos.
Simplemente compartir actividades, no es suficiente para que estén felices, es necesario
que al compartir, realmente disfruten del tiempo juntos.
Con todo ésto, quiero decirte, Grissa, que has de hablar con tu marido, para que busquéis un tiempo en común, dónde compartáis, aficiones y momentos divertidos para ambos, a la vez de que tú deberías de buscar alguna actividad que te enriquezca de forma individual.
Piensa que el compartir el tiempo con una persona no sólo es hacerle la vida más fácil domésticamente hablando o económicamente hablando, son muchas más cosas.
Habla con él y comenzar juntos una nueva etapa en vuestra relación que la refresque, actividades que os rompan los esquemas, que sean placenteras, divertidas y que os saquen de vez en cuando de las cuatro paredes de vuestra casa, actividad que posteriormente os haga conocer gente nueva y sitios, por ejemplo, ya sean deportivas, bailes, lo que sea, la cuestión es que rompas la monotonía de vuestra vida cotidiana y encuentres algo divertido que podáis paracticar los dos, verás como en poco tiempo tu mal sentir hacia tu marido cambia.
Espero haberte ayudado y ya sabes dónde encontrarme, por favor puntúa la respuesta ya que con ello ayudas a que todos estemos aquí. Virgi2