Debo finalizar mi relación de pareja
Estimado experto,
Tengo una relación de pareja desde hace dos años.
Yo mujer de 49 años, con dos hijas (13 y 29 años). Me trasladé de mi ciudad natal hace 11 años y aquí no tengo familia. Vivo con mi hija pequeña. Tengo mi casa y mi trabajo. Mi vida normal transcurre con poca vida social, trabajo, recoger a mi hija e ira nadar y hacer yoga.
Tengo un carácter fuerte; me considero atractiva, independiente, cariñosa. Signo zodiacal: Libra.
Mi pareja tiene 47 años, con una hija de 15, separado después de 15 años de matrimonio. Vive con sus padres. Emocionalmente depende mucho de ellos, también tiene unos padres fantásticos que lo cuidan. Sociable, positivo, simpático, campechano, cercano, familiar, cariñoso y nada celoso. Sexualmente muy activo. Físicamente, bastante gordo. Signo zodiacal: Acuario.
Nuestra relación comenzó con muchísima pasión entre nosotros. Nos reímos muchísimo y nos sentimos muy atraídos el uno con el otro.
Sexualmente nos complacemos mucho mutuamente y yo díria que es mi mejor pareja sexual hasta la fecha.
Vivimos uno cerca del otro, él come sadiariamente en su casa y al anochecer sobre las nueve o diez, baja y se queda a dormir, comemos juntos algunos fines de semana en mi casa o salimos fuera.
Tiene infinidad de amigos con los que le gusta relacionarse, solteros, casados...
Tiene pendiente de arreglar los detalles de su separación que lo trae de cabeza. Salvado ese problema y la salud de su madre de 70 años se puede decir que no tiene problemas, que ve el cielo siempre azul.
No perdona su siesta diara de una o dos horas (los fines de semana).
Nuestras divergencias consisten en que yo le pido más dedicación hacia mi y muestras de cariño, discutiendo cuando no lo consigo. Cuando se siente presionado desaparece sin que se sepa nada de él (quince días, un mes). Tengo que ser yo la que dé el paso para sacarlo de su encierro. Se mete en páginas de relaciones, aunque dice que no llega a conocer a nadie, lo que hace que yo me ponga muy celosa y desconfíe constantemente en él.
Ya le dije que no le voy a vigilar más, que cuando tenga firme que vuelve a entrar en esas páginas seré yo la que corte la relación.
Hace cuatro meses se metió a organizar las fiestas de la aldea, buscar orquesta, patrocinadores, organizar puestos. Empezó a reunirse entre varios los viernes por la noche (se quedaba luego a cenar y dormía en su casa) en el mes de Junio. El mes de Julio se sumaron también los sábados y ya el mes de Agosto (mes en el que cogí vacaciones) simplemente no lo vi en todo el mes, sin llamadas de teléfono y duró al hasta mediados de Septiembre (fecha en que se celebró la famosa fiesta).
He hablado con él manifestándole que yo estaba de vacaciones y que aunque le dedicara tiempo a la organización del evento tendría que tener un tiempo diario para mí. Me prometió que así lo haría, que tuviera paciencia, que en el invierno se dedicaría a mí, a ir a bailar...
El lo pasa bien en todos estos saraos, se siente protagonista, el centro de atención. Yo me siento desplazada, desatendida y por otro lado no comparte sus amigos conmigo que sabe que me encuentro sola. He tratado en este mes de agosto de conocer gente pero nadie es tan divertido como él.
Creo que estoy enamorada de él, que no me siento correspondida en la misma medida, en parte porque sabe que me siento muy sola.
Me dice que conozca más gente, que pruebe y si encuentro algo mejor que cambie. Aunque sé que lo dice con la boca pequeña, que en el fondo no le gustaría que ocurriese. Sé que hay un forcejeo de quien es más fuerte anímicamente y en este momento me encuentro débil porque hace un mes que no nos hablamos.
No sé como reeducarlo para que se ocupe más de mi. Creo que debería leerle la cartilla y correr el riesgo de que pasen algunos meses, pero tengo miedo.
¿Que me puede aconsejar?