Copropietario, ¿En qué proporción?

Soy una chica soltera que he comprado un piso por el que ya he pagado una entrada. Antes de que me lo entreguen, tengo pensado casarme en régimen de gananciales. Mi pregunta es: ¿Si en el momento de escriturarlo indico que el 30% del valor del piso ha sido pagado por mi persona con capital privativo, en caso de divorcio, el juez determinaría el reparto del piso en proporción al capital aportado por cada cónyuge?
Existiendo una sociedad de gananciales ya constituida, ¿es suficiente con pedir al notario que incluya una cláusula en la escritura que indique que el 30% del piso es privativo mío y el 70% corresponde a la sociedad de gananciales? Es decir, en cado de divorcio, ¿yo tendría el 30% + el 35% de la mitad de los gananciales, y mi novio el 35% de la otra mitad de los gananciales?
En el caso de que incluir esta cláusula no garantice que el juez va a dictaminar un reparto del piso proporcional al capital aportado por cada cónyuge, me gustaría que me dijeran ¿cuál sería la mejor forma de hacerlo para que el día de mañana el reparto sea lo más justo posible?

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Cuando vayas al Notario a firmar las escrituras ya estarás casada, con lo que si no adviertes nada, el 100% del piso será del matrimonio y en caso de divorcio el 50% de cada uno.
Lo que has de manifestar ante el Notario, para que lo recoja en la escritura, es que lo que hayas pagado hasta esa fecha, que se traducirá en un porcentaje de la propiedad del piso (30%), lo has pagado con tus bienes privativos, y que por tanto ese porcentaje será tuyo privativo. Ojo, tiene que estar tu marido en ese momento y reconocer ante el Notario que efectivamente el dinero era tuyo privativo.
Y en caso de divorcio, si quisieras adquirir el 100% de la propiedad, solo le tendrías que pagar su 35%, y si se lo quedara él, te pagaría el 65%.
En primer lugar, agradecerte la rapidez de tu respuesta. Bien, entiendo que con que el notario recoja en la escritura del piso que el 30% es privativo mío es suficiente para asegurar el capital aportado. Pero al leer tu respuesta, me ha surgido una duda: cuando dices que si deseo quedarme yo con el 100% del piso debo de pagarle a él su 35%, a qué te refieres ¿del valor total del piso o bien en función de lo que se haya pagado desde la hipoteca (que será cuando empiece él a pagar)? Porque puede suceder que cuando se produzca el divorcio el piso no esté totalmente pagado y me siga haciendo cargo yo sola de las cuotas de la hipoteca.
Al liquidar el régimen económico matrimonial, habrá un activo que es el piso valorado en XXX, coche, dinero en cuentas, etc, y un pasivo que será la hipoteca pendiente de pago XXX, entonces si te hicieras cargo de la hipoteca se valoraría su parte 35% en función del valor del piso - pagos pendientes de hipoteca.
Si el piso vale 100
Hipoteca pendiente 40
Valor del piso 60 65% mujer y 35% marido
Uff, perdona, pero ahora creo que me he liado un poco. En caso de divorcio, si por ejemplo optamos por vender el piso, entonces el 65% del valor me correspondería a mi y el 35% restante a mi marido, ¿no?
Pero si, por lo que entiendo en tu respuesta anterior, me quiero hacer cargo yo del resto de la hipoteca y tengo que darle a él el 35% del valor pagado hasta ese momento. Entonces, ¿acabaría pagando más por ese piso teniendo en cuenta que ya he aportado el 30% con capital privativo?
Gracias por tu paciencia.
Vamos a poner números de una supuesta liquidación del régimen económico, valorando el 100% del piso en 200.000;
ACTIVO ganancial:
70% de piso valorado en 140.000
Coche valorado en 5.000
Cuentas bancarias 5.000
PASIVO ganancial
Hipoteca pendiente 100.000
A repartir 150.000 - 100.000 = 50.000 25.000 para cada uno
Si él se queda con el coche y el dinero se queda con 10.000
Si tu te quedas con el piso y la hipoteca te quedas con 40.000
Tu tendrías que pagarle 15.000 para que el recibiera 25.000 y tu te quedaras con 25.000 y no hubiera excesos ni defectos en la adjudicación
Muchas gracias huecha, la verdad es que me ha quedado todo muy claro después de este último ejemplo. Las cosas bien hechas nos pueden ahorrar algún que otro dolor de cabeza, y ante todo creo que lo principal es ser justos con nosotros mismos y con los demás.
Un saludo

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