Un padre divorciado

Estoy casada con un hombre divorciado y con una niña que en tres meses cumplirá 14 años.
Según el régimen de visitas la niña debería estar con nosotros un fin de semana de cada dos con las pernoctas en casa de la madre y la mitad de las vacaciones escolares, también con pernocta en casa de la madre. Este acuerdo se firmo de este modo inicialmente al no tener aún el padre un domicilio fijo.
Hemos intentado desde hace dos años que la niña venga a dormir a casa y en un principio ella nos decía que aún no quería, luego las excusas fueron cambiando, ella está siguiendo un tratamiento con hormona de crecimiento, por lo que debe ponerse una inyección cútanea cada noche. El verano anterior el problema era que no se atrevía a que nadie que no fuera su madre le pusiera dicha inyección, le ofrecimos incluso pagar a una enfermera para que le pusiera las inyecciones en casa por la noche, lo que fue rechazado por la niña, pero contradictoriamente a eso, un mes después se fue de vacaciones con sus abuelos maternos y la inyección se la puso ella misma, por lo que es una excusa que ya no existe. Hoy por hoy nos dice que no se siente preparada y que no está acostumbrada a dormir sin su madre, cuando el padre le ofrece dormir con ella, cosa que era habitual cuando vivían juntos hasta hace tres años se silencia y apela a que la luz de la cocina en casa de su madre le permite iluminar su cuarto, así que siento que siempre encuentra un impedimento, por rídiculo que nos pueda parecer, pero que para ella es una razón para no venir, y por último, cuando se le acaban los argumentos nos dice que el convenio de divorcio no dice que tenga que dormir con el padre y que su madre le ha dicho que nadie la puede obligar.
Cuando el padre llega a tratar el tema con la madre, está le dice que la niña decide y que ella no la puede obligar.
Tenemos a la niña, a pesar de lo que dice el convenio, un día a la semana, sábado o domingo, unas 7 u 8 horas. Durante las vacaciones no hemos podido tenerla, el año pasado en verano la tuvimos una semana por las mañanas mientras su madre trabajaba. Ella siente una adoración enorme por su "pobre madre", como la ha llamado más de alguna vez.
Cuando está con el padre, parece disfrutar de él, sin embargo no tiene reparos en decirle que ya se ha acostumbrado a estar sin él, por lo que no verlo una semana pues no es algo difícil de superar, sin embargo no puede estar sin su madre.
Nos ha dicho alguna vez que en su casa no le permiten llamar al padre. Que su madre ha dicho que el padre es mentiroso. Que la madre no le permite regalarle fotos al padre "de los días que no ha vívido con ella" y así algunas más.
Creo que la niña viene con el padre solo por el cariño que le tiene y eso por si mismo ya es loable. Me gustaría saber como ayudar a que el padre no pierda a la niña.
Debo agregar que ella y yo hemos tenido conversaciones en las que le ha dicho que yo no soy su madre y que no pretendo ocupar su lugar, que ella ya tiene una y que yo soy la esposa de su padre y que podemos ser muy buenas amigas. Mantiene conversaciones muy fluidas conmigo sobre temas adolescentes, sexualidad, música, películas, libros. Me pregunta mi opinión a la hora de hacerle regalos a su padre y muchas veces se sienta sobre mis piernas y me da algún beso, siempre que no se lo pidas.
El padre no quiere forzarla, pero tampoco quiere quedarse sin su hija.
Agradecería cierta orientación, mi marido quiere que la vía legal sea lo último a lo que haya que recurrir.
Gracias

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Creo que lo mejor que podéis hacer, teniendo en cuenta que la niña tiene casi 14 años, es aceptar la situación, dejar de insistirle en que se quede a dormir, tratarla más como un adulta, respetando su decisión como si no estuviera influenciada `por la madre (aunque en realidad lo esté). Es difícil que él pierda a su hija, salvo si se mete en una guerra con la madre (aun cuando tenga él la razón) pues ello posicionaría más a la niña. Permitirla que viva su adolescencia sin presiones por vuestra parte, y veréis como la niña terminará pensando por sí misma, teniendo sus propias opiniones, y todo ese "rechazo", en la medida en que está mediado por su madre, desaparecerá.

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