Anónimo
¿Qué hago para que mi suegra no venga a mi casa?
Desde que me case siempre tuve el principio de jamas viri con mi suegra, y así es vivo con mi marido y mi hija, pensé que eso sería posible, pues mi suegra es de Tampico y yo vivo en Toluca, todo iba bien hasta que nació mi hija, que mi suegra se esta un mes en mi casa y un mes en tampico, ni siquiera nos pregunta si puede venir, simplemente nos avisa el día que llega y ya, eso obviamente a mi marido no le molesta pues es su madre, pero a mi me enfurece, pues me siento invadida en mi espacio, mi marido y yo sólo peleamos cuando ella esta aquí, porque yo me pongo histérica, pues no puedo decidir nada, ella llega y cocina lo que quiere y yo me tengo que aguantar, mi suegra toma de pretexto que nos viene a ayudar con la niña, mientras yo trabajo, pero eso no es neecsario, pues a mi hija me la cuida mi mama, inclusive cuando llego de trabajar y mi hija quiere que la cargue, mi suegra se enoja y le dice a la niña muy enojada, ¡Porque te quieres ir con esa señora, si yo te cuido bien!, y tengo que arrebatársela literalmente porque si por ella fuera, no me la dejaba, Mi marido me odia, pues cada que me avisa que mi suegra viene, yo no puedo evitra enojarme, pues la verdad yo no me case para vivir con mi suegra, me case con mi marido para estar con el y mi hija, pero mi suegra no comprende esto o le vale, pues dispone de mi marido y de mi hija. La verdad no se que hacer, pues mi marido me dice que jamas les diga que no venga, pues es su madre y que ella esta primero que yo, que además ni me vienen a ver a mi, si no a mi hija. No se que hacer, por favor ayudenme.
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Respuesta de mclaffi L.
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mclaffi L., Soy Testigo de estudio y sigo al gran Díos y señor del universo...
Estimada flaflogo
Lea esta historia:
Leyenda china
Hace mucho tiempo, una joven llamada Lili se casó y se fue a vivir con el marido y la suegra.
Después de algunos días, no se entendía con ella.
Sus personalidades eran muy diferentes y Lili fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba.
Los meses pasaron y Lili y su suegra cada vez discutían más y peleaban.
De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerá en todo.
Lili, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.
Después de oírla, Él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas.
Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra.
Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida.
Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable.
No discutas, ayúdala a resolver sus problemas.
Recuerda tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones".
Lili respondió: "Sí, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida".
Lili quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.
Pasaron las semanas y cada dos días, Lili servía una comida especialmente tratada a su suegra.
Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.
Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada.
Lili había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía.
En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella.
Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.
Un día Lili fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: "Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra.
Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di".
El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza: "Lili no tienes por qué preocuparte.
Tú suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú.
Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud.
El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella".
En la China existe un adagio que dice: "La persona que ama a los otros, también será amada"
La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado!
Acuérdate siempre: "El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas"
Sea perspicas y use la pisicologia si confronta frontalmente la situación tos saldrán heridos y no habrá ganadores en realidad.
El antiguo conflicto suegra-nuera
"¡NO SOPORTO su presencia!", gritó Fujiko a su suegra, Tomiko. Fujiko estaba cansada de recibir órdenes constantemente. Aunque hasta entonces se las había arreglado para mantener una apariencia calmada, vivía angustiada. "En mi fuero interno me sentía amargada —dice Fujiko—. No era yo. No podía aguantar vivir todos los días de aquella manera."
Una mujer de edad avanzada que vive sola en Japón expresa lo siguiente: "Mi hijo y su mujer me abandonaron. Ahora no tengo que preocuparme por otros y vivo mi vida como me place, pero cuando anochece, me siento sola".
El antiguo conflicto suegra-nuera es de carácter universal. "Es lamentable —comenta Dulcie Boling, directora de una revista australiana—, pero algunas mujeres siempre sentirán celos de sus nueras. [...] Hay muy poco que se pueda hacer, salvo aplicar el dicho 'a mal tiempo, buena cara'." En Oriente, hasta existen leyendas de mujeres ancianas abandonadas en las montañas por instigación de sus nueras.
Hoy día, este conflicto es más complicado que nunca. Según las estadísticas, la esperanza de vida va en aumento, las familias cada vez son más pequeñas y la diferencia entre el índice de mortalidad de los hombres y de las mujeres se va haciendo mayor. ¿En qué ha resultado todo esto? En que como cada vez son más las mujeres que superan los setenta años de edad, e incluso los ochenta, el conflicto suegra-nuera ha dejado de ser la corta carrera de velocidad de antaño para convertirse en un maratón agotador.
¿Qué desean las personas de edad avanzada?
A pesar de tales problemas, si los padres pudieran escoger, ¿cómo querrían que se les atendiese? "Durante las últimas dos décadas —dicen Jacob S. Siegel y Cynthia M. Taeuber, investigadores en el campo de la demografía— tanto mujeres como hombres han estado mucho menos inclinados a vivir con otros al quedarse sin cónyuge." Elaine M. Brody, ex directora del Departamento de Servicios Humanos, añade que en Estados Unidos "los mayores prefieren no vivir con sus parientes". Sus hijos suelen vivir cerca, los visitan y los atienden.
Sin embargo, los orientales piensan de otra manera. Según una encuesta internacional llevada a cabo por la Agencia de Administración y Coordinación de Japón, la mayoría de las personas de edad avanzada de Japón y Tailandia quieren vivir con su familia, y de hecho, los datos indican que este es el caso del 61% de los ancianos de Tailandia y el 51% de los de Japón.
Por supuesto, esta opción también es común en Occidente. Cuando los padres son muy mayores o están postrados en cama, es frecuente que vivan con sus hijos. En Francia, las personas viudas de más de setenta y cinco años acostumbran a vivir con uno de sus hijos.
Hay que aceptar los pros y los contras
Por supuesto, el que dos o tres generaciones decidan vivir bajo el mismo techo tiene sus ventajas. Los mayores se sienten más protegidos y no tan solos, y los jóvenes pueden aprender de la experiencia de los mayores. Además, la convivencia de varias personas en la misma casa también resulta en beneficios económicos.
No obstante, vivir juntos puede complicar aún más una relación ya tensa entre padres e hijos políticos. Por ejemplo, en Japón, donde la tradición dicta que los padres de edad avanzada deben vivir con el hijo mayor y su familia, el conflicto suegra-nuera ha llegado a ser proverbial.
Si usted se enfrenta a una situación semejante, ¿qué puede hacer? En su libro America's Older Population (La tercera edad en América), Paul E. Zopf, hijo, profesor de Sociología de la Universidad Guilford, dice lo siguiente: "La familia también genera conflictos y la oportunidad de solventarlos. La aptitud de enfrentarse a ellos y llevarse bien con los miembros mayores de la familia puede extenderse a otras relaciones humanas".
Por lo tanto, vea el lado positivo de la situación. Si usted aprende a controlar las desavenencias familiares, probablemente también manejará mejor otras situaciones difíciles. Acéptelo como un reto, y eso le convertirá en una mejor persona. Examinemos ahora los problemas que surgen cuando padres e hijos políticos viven juntos y la manera de tratar con éxito dichos problemas, y aunque de momento usted no se encuentre en esa situación, también puede serle beneficioso considerar los principios que aplican.
Una relación suegra-nuera afectuosa
AUNQUE Fujiko, la angustiada nuera mencionada en el primer artículo de esta serie, finalmente logró convencer a su marido para trasladarse del apartamento de sus padres a otro justo al lado, la situación no mejoró mucho. Sus suegros seguían entremetiéndose en su vida y ella no podía superar su abatimiento. Entonces, un día la visitó una persona desconocida.
Aquella visita puso a Fujiko en camino a un cambio de personalidad, lo que mejoró su relación con los demás. Empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Con el tiempo, su actitud había cambiado tanto que su suegro quiso asistir a los estudios para ver por sí mismo 'qué clase de religión era esa que había logrado cambiar tanto su personalidad'.
Debe reconocerse el nuevo vínculo
En las Santas Escrituras se da una descripción muy clara de la institución bíblica del matrimonio. Después de crear a la primera pareja humana y unirlos en matrimonio, Dios estableció el siguiente principio: "El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne". (Génesis 2:24.) De modo que los recién casados deben reconocer que han establecido un nuevo vínculo. Ahora, aunque vivan con los padres de uno de ellos, deben adherirse el uno al otro como una unidad independiente.
No obstante, el hecho de que al casarse los hijos dejen al padre y a la madre no significa que puedan volverles la espalda y que ya no tengan que mostrarles respeto ni honra. "No desprecies a tu madre simplemente porque ha envejecido", aconseja la Biblia. (Proverbios 23:22.) Sin embargo, al contraer matrimonio, se produce un ajuste en la relación entre padres e hijos. Si cada miembro de la familia tiene bien presente esto, la pareja joven podrá beneficiarse de la experiencia y sabiduría de los padres.
Timoteo, joven respetable a quien el apóstol Pablo llevó consigo en sus viajes misionales, fue criado por su madre judía Eunice. No obstante, parece que su abuela Loida también intervino en su educación. (2 Timoteo 1:5; 3:15.) Con esto no se quiere decir que las abuelas tienen derecho a interferir en la crianza de un niño y establecer normas que difieran de las de los padres. Es cierto que los mayores pueden ayudar a los jóvenes a criar a sus hijos, pero de la manera apropiada. (Tito 2:3-5.)
"La mujer verdaderamente sabia"
Si dos generaciones van a cooperar en una cuestión tan delicada como la crianza de los hijos, ambas deben comportarse con sabiduría. "La mujer verdaderamente sabia ha edificado su casa —dice un proverbio bíblico—, pero la tonta la demuele con sus propias manos." (Proverbios 14:1.) ¿Cómo puede una mujer edificar su propia casa? Tomiko dice que fue la comunicación lo que la ayudó a mejorar la relación con su nuera Fujiko. "Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial", aconseja la Biblia. (Proverbios 15:22.)
El que haya comunicación no significa que se pueda decir todo lo que se piensa sin tomar en cuenta los sentimientos de los demás. Aquí es donde entra en juego la sabiduría. "El sabio escucha" lo que los demás tienen que decir. A veces puede que los suegros tengan algo que decir, pero no se atrevan a expresarse. Manifieste discernimiento y 'extraiga sus pensamientos'. Luego, 'medite' antes de hablar. (Proverbios 1:5; 15:28; 20:5.)
Es muy importante escoger el momento oportuno. "Como manzanas de oro en entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado para ella", dice otro proverbio bíblico. (Proverbios 25:11.) Tokiko y su nuera dicen que siempre esperan el momento oportuno antes de expresar una opinión que pueda irritar a la otra. "Cuando quiero hacer notar algo a mi nuera, trato de pensar antes de hablar —dice Tokiko—. Pienso en lo que quiero decirle y le hablo cuando veo que está de buen humor y no tiene hambre, ya que cuando se tiene hambre es más fácil irritarse."
La mujer sabia evita hablar mal de su suegra o de su nuera. "Seamos suegras o nueras, deberíamos darnos cuenta de que si hablamos mal de la otra, a la larga lo sabrá", dice Sumie Tanaka, una escritora japonesa que vivió con su suegra durante treinta años. Lo que ella aconseja es hablar siempre bien de los padres o hijos políticos, sea directa o indirectamente.
Pero, ¿y si los demás no responden a sus esfuerzos?
Sepa perdonar
Los problemas serios que surgen entre padres e hijos políticos suelen provocarse por cosas que no tendrían importancia si las hubiese hecho o dicho otra persona. Como todos somos imperfectos y 'tropezamos en palabra', a veces puede que hablemos "irreflexivamente como con las estocadas de una espada". (Santiago 3:2; Proverbios 12:18.) De todas formas, el proceder sabio es no disgustarse por cada palabra irreflexiva que nos digan.
Los que han sabido superar los problemas entre padres e hijos políticos han obedecido el consejo bíblico: "Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro". (Colosenses 3:13.) Es cierto que quizás no resulte sencillo soportar y perdonar a los suegros, a una nuera o a un yerno, sobre todo cuando existe causa de queja. Sin embargo, la seguridad de que Dios, como recompensa, también nos perdonará nuestras faltas, nos dará un firme incentivo para hacerlo. (Mateo 6:14, 15.)
Hasta en países orientales, donde la gente es tradicionalmente budista, taoísta, confucionista o sintoísta, hay muchos que han estudiado la Biblia y han llegado a apreciar la verdad acerca del benévolo Creador. Dicho aprecio les ha ayudado a vencer sentimientos de amargura que parecían insuperables.
"El amor nunca falla"
Para que exista una buena relación entre padres e hijos políticos ha de haber un fundamento firme. Ayudar a una suegra (o a un suegro) de edad avanzada y enferma por un sentido de obligación no siempre fomenta la mejor relación. Haruko aprendió esta realidad cuando su suegra estaba muriendo de cáncer. Además de pasar la mayor parte del día en el hospital atendiéndola, cuidaba de su propia familia. Era tanta la tensión a la que estaba sometida que con el tiempo perdió casi todo el cabello.
Un día, mientras le hacía la manicura a su suegra, no se dio cuenta y, al cortarle una uña demasiado a ras de piel, le hizo daño. "¡Yo a ti no te importo en absoluto!", dijo con brusquedad la suegra.
Herida por esas palabras faltas de aprecio, Haruko no pudo evitar que se le saltaran las lágrimas. Luego se dio cuenta de que la razón por la que se sintió tan herida era que el motivo que la había impulsado a hacer lo que estaba haciendo por su suegra era un sentido de obligación. Decidió que a partir de entonces la atendería motivada por amor (Efesios 5:1, 2), decisión que la ayudó a superar sus sentimientos heridos y a restablecer una buena relación con su suegra que duró hasta que esta murió.
No cabe duda de que el amor tal y como se define en la Biblia es la clave para apaciguar la discordia familiar. Lea lo que el apóstol Pablo dijo al respecto y vea si no concuerda con ello. "El amor es sufrido y bondadoso —escribió Pablo—. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta." No es de extrañar que Pablo añadiera: "El amor nunca falla". (1 Corintios 13:4-8.) ¿Cómo puede usted cultivar esta clase de amor?
La Biblia menciona el "amor" como parte del "fruto del espíritu" de Dios. (Gálatas 5:22, 23.) Por lo tanto, es esencial que quien desee cultivar esta clase de amor, además de esforzarse personalmente en esa dirección, tenga el espíritu de Dios. También puede pedir a Jehová, el Dios de la Biblia, que le ayude a que un amor de ese tipo forme parte de su personalidad. (1 Juan 4:8.) Por supuesto, todo ello requiere que usted aprenda de Él por medio de estudiar Su Palabra, la Biblia. Los testigos de Jehová tendrán mucho gusto en ayudarle, al igual que hicieron con Fujiko y con muchas otras personas.
A medida que usted aplique lo que aprenda de la Biblia, verá que no solo mejora su relación con Dios, sino también su relación con todos los que le rodean, incluso con sus padres o hijos políticos. Tal como lo promete la Biblia, usted experimentará "la paz de Dios que supera a todo pensamiento". (Filipenses 4:6, 7.)
Fujiko y las demás personas mencionadas en estos artículos han llegado a disfrutar de esa paz, y usted también puede gozar de ella. Sí, acudiendo a Jehová y siguiendo el consejo de su Palabra, la Biblia, usted también puede crear y mantener una relación afectuosa con sus padres o hijos políticos.
Cualcuier observación solo hágala
Lea esta historia:
Leyenda china
Hace mucho tiempo, una joven llamada Lili se casó y se fue a vivir con el marido y la suegra.
Después de algunos días, no se entendía con ella.
Sus personalidades eran muy diferentes y Lili fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba.
Los meses pasaron y Lili y su suegra cada vez discutían más y peleaban.
De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerá en todo.
Lili, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.
Después de oírla, Él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas.
Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra.
Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida.
Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable.
No discutas, ayúdala a resolver sus problemas.
Recuerda tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones".
Lili respondió: "Sí, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida".
Lili quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.
Pasaron las semanas y cada dos días, Lili servía una comida especialmente tratada a su suegra.
Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.
Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada.
Lili había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía.
En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella.
Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.
Un día Lili fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: "Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra.
Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di".
El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza: "Lili no tienes por qué preocuparte.
Tú suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú.
Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud.
El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella".
En la China existe un adagio que dice: "La persona que ama a los otros, también será amada"
La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado!
Acuérdate siempre: "El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas"
Sea perspicas y use la pisicologia si confronta frontalmente la situación tos saldrán heridos y no habrá ganadores en realidad.
El antiguo conflicto suegra-nuera
"¡NO SOPORTO su presencia!", gritó Fujiko a su suegra, Tomiko. Fujiko estaba cansada de recibir órdenes constantemente. Aunque hasta entonces se las había arreglado para mantener una apariencia calmada, vivía angustiada. "En mi fuero interno me sentía amargada —dice Fujiko—. No era yo. No podía aguantar vivir todos los días de aquella manera."
Una mujer de edad avanzada que vive sola en Japón expresa lo siguiente: "Mi hijo y su mujer me abandonaron. Ahora no tengo que preocuparme por otros y vivo mi vida como me place, pero cuando anochece, me siento sola".
El antiguo conflicto suegra-nuera es de carácter universal. "Es lamentable —comenta Dulcie Boling, directora de una revista australiana—, pero algunas mujeres siempre sentirán celos de sus nueras. [...] Hay muy poco que se pueda hacer, salvo aplicar el dicho 'a mal tiempo, buena cara'." En Oriente, hasta existen leyendas de mujeres ancianas abandonadas en las montañas por instigación de sus nueras.
Hoy día, este conflicto es más complicado que nunca. Según las estadísticas, la esperanza de vida va en aumento, las familias cada vez son más pequeñas y la diferencia entre el índice de mortalidad de los hombres y de las mujeres se va haciendo mayor. ¿En qué ha resultado todo esto? En que como cada vez son más las mujeres que superan los setenta años de edad, e incluso los ochenta, el conflicto suegra-nuera ha dejado de ser la corta carrera de velocidad de antaño para convertirse en un maratón agotador.
¿Qué desean las personas de edad avanzada?
A pesar de tales problemas, si los padres pudieran escoger, ¿cómo querrían que se les atendiese? "Durante las últimas dos décadas —dicen Jacob S. Siegel y Cynthia M. Taeuber, investigadores en el campo de la demografía— tanto mujeres como hombres han estado mucho menos inclinados a vivir con otros al quedarse sin cónyuge." Elaine M. Brody, ex directora del Departamento de Servicios Humanos, añade que en Estados Unidos "los mayores prefieren no vivir con sus parientes". Sus hijos suelen vivir cerca, los visitan y los atienden.
Sin embargo, los orientales piensan de otra manera. Según una encuesta internacional llevada a cabo por la Agencia de Administración y Coordinación de Japón, la mayoría de las personas de edad avanzada de Japón y Tailandia quieren vivir con su familia, y de hecho, los datos indican que este es el caso del 61% de los ancianos de Tailandia y el 51% de los de Japón.
Por supuesto, esta opción también es común en Occidente. Cuando los padres son muy mayores o están postrados en cama, es frecuente que vivan con sus hijos. En Francia, las personas viudas de más de setenta y cinco años acostumbran a vivir con uno de sus hijos.
Hay que aceptar los pros y los contras
Por supuesto, el que dos o tres generaciones decidan vivir bajo el mismo techo tiene sus ventajas. Los mayores se sienten más protegidos y no tan solos, y los jóvenes pueden aprender de la experiencia de los mayores. Además, la convivencia de varias personas en la misma casa también resulta en beneficios económicos.
No obstante, vivir juntos puede complicar aún más una relación ya tensa entre padres e hijos políticos. Por ejemplo, en Japón, donde la tradición dicta que los padres de edad avanzada deben vivir con el hijo mayor y su familia, el conflicto suegra-nuera ha llegado a ser proverbial.
Si usted se enfrenta a una situación semejante, ¿qué puede hacer? En su libro America's Older Population (La tercera edad en América), Paul E. Zopf, hijo, profesor de Sociología de la Universidad Guilford, dice lo siguiente: "La familia también genera conflictos y la oportunidad de solventarlos. La aptitud de enfrentarse a ellos y llevarse bien con los miembros mayores de la familia puede extenderse a otras relaciones humanas".
Por lo tanto, vea el lado positivo de la situación. Si usted aprende a controlar las desavenencias familiares, probablemente también manejará mejor otras situaciones difíciles. Acéptelo como un reto, y eso le convertirá en una mejor persona. Examinemos ahora los problemas que surgen cuando padres e hijos políticos viven juntos y la manera de tratar con éxito dichos problemas, y aunque de momento usted no se encuentre en esa situación, también puede serle beneficioso considerar los principios que aplican.
Una relación suegra-nuera afectuosa
AUNQUE Fujiko, la angustiada nuera mencionada en el primer artículo de esta serie, finalmente logró convencer a su marido para trasladarse del apartamento de sus padres a otro justo al lado, la situación no mejoró mucho. Sus suegros seguían entremetiéndose en su vida y ella no podía superar su abatimiento. Entonces, un día la visitó una persona desconocida.
Aquella visita puso a Fujiko en camino a un cambio de personalidad, lo que mejoró su relación con los demás. Empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Con el tiempo, su actitud había cambiado tanto que su suegro quiso asistir a los estudios para ver por sí mismo 'qué clase de religión era esa que había logrado cambiar tanto su personalidad'.
Debe reconocerse el nuevo vínculo
En las Santas Escrituras se da una descripción muy clara de la institución bíblica del matrimonio. Después de crear a la primera pareja humana y unirlos en matrimonio, Dios estableció el siguiente principio: "El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne". (Génesis 2:24.) De modo que los recién casados deben reconocer que han establecido un nuevo vínculo. Ahora, aunque vivan con los padres de uno de ellos, deben adherirse el uno al otro como una unidad independiente.
No obstante, el hecho de que al casarse los hijos dejen al padre y a la madre no significa que puedan volverles la espalda y que ya no tengan que mostrarles respeto ni honra. "No desprecies a tu madre simplemente porque ha envejecido", aconseja la Biblia. (Proverbios 23:22.) Sin embargo, al contraer matrimonio, se produce un ajuste en la relación entre padres e hijos. Si cada miembro de la familia tiene bien presente esto, la pareja joven podrá beneficiarse de la experiencia y sabiduría de los padres.
Timoteo, joven respetable a quien el apóstol Pablo llevó consigo en sus viajes misionales, fue criado por su madre judía Eunice. No obstante, parece que su abuela Loida también intervino en su educación. (2 Timoteo 1:5; 3:15.) Con esto no se quiere decir que las abuelas tienen derecho a interferir en la crianza de un niño y establecer normas que difieran de las de los padres. Es cierto que los mayores pueden ayudar a los jóvenes a criar a sus hijos, pero de la manera apropiada. (Tito 2:3-5.)
"La mujer verdaderamente sabia"
Si dos generaciones van a cooperar en una cuestión tan delicada como la crianza de los hijos, ambas deben comportarse con sabiduría. "La mujer verdaderamente sabia ha edificado su casa —dice un proverbio bíblico—, pero la tonta la demuele con sus propias manos." (Proverbios 14:1.) ¿Cómo puede una mujer edificar su propia casa? Tomiko dice que fue la comunicación lo que la ayudó a mejorar la relación con su nuera Fujiko. "Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial", aconseja la Biblia. (Proverbios 15:22.)
El que haya comunicación no significa que se pueda decir todo lo que se piensa sin tomar en cuenta los sentimientos de los demás. Aquí es donde entra en juego la sabiduría. "El sabio escucha" lo que los demás tienen que decir. A veces puede que los suegros tengan algo que decir, pero no se atrevan a expresarse. Manifieste discernimiento y 'extraiga sus pensamientos'. Luego, 'medite' antes de hablar. (Proverbios 1:5; 15:28; 20:5.)
Es muy importante escoger el momento oportuno. "Como manzanas de oro en entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado para ella", dice otro proverbio bíblico. (Proverbios 25:11.) Tokiko y su nuera dicen que siempre esperan el momento oportuno antes de expresar una opinión que pueda irritar a la otra. "Cuando quiero hacer notar algo a mi nuera, trato de pensar antes de hablar —dice Tokiko—. Pienso en lo que quiero decirle y le hablo cuando veo que está de buen humor y no tiene hambre, ya que cuando se tiene hambre es más fácil irritarse."
La mujer sabia evita hablar mal de su suegra o de su nuera. "Seamos suegras o nueras, deberíamos darnos cuenta de que si hablamos mal de la otra, a la larga lo sabrá", dice Sumie Tanaka, una escritora japonesa que vivió con su suegra durante treinta años. Lo que ella aconseja es hablar siempre bien de los padres o hijos políticos, sea directa o indirectamente.
Pero, ¿y si los demás no responden a sus esfuerzos?
Sepa perdonar
Los problemas serios que surgen entre padres e hijos políticos suelen provocarse por cosas que no tendrían importancia si las hubiese hecho o dicho otra persona. Como todos somos imperfectos y 'tropezamos en palabra', a veces puede que hablemos "irreflexivamente como con las estocadas de una espada". (Santiago 3:2; Proverbios 12:18.) De todas formas, el proceder sabio es no disgustarse por cada palabra irreflexiva que nos digan.
Los que han sabido superar los problemas entre padres e hijos políticos han obedecido el consejo bíblico: "Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro". (Colosenses 3:13.) Es cierto que quizás no resulte sencillo soportar y perdonar a los suegros, a una nuera o a un yerno, sobre todo cuando existe causa de queja. Sin embargo, la seguridad de que Dios, como recompensa, también nos perdonará nuestras faltas, nos dará un firme incentivo para hacerlo. (Mateo 6:14, 15.)
Hasta en países orientales, donde la gente es tradicionalmente budista, taoísta, confucionista o sintoísta, hay muchos que han estudiado la Biblia y han llegado a apreciar la verdad acerca del benévolo Creador. Dicho aprecio les ha ayudado a vencer sentimientos de amargura que parecían insuperables.
"El amor nunca falla"
Para que exista una buena relación entre padres e hijos políticos ha de haber un fundamento firme. Ayudar a una suegra (o a un suegro) de edad avanzada y enferma por un sentido de obligación no siempre fomenta la mejor relación. Haruko aprendió esta realidad cuando su suegra estaba muriendo de cáncer. Además de pasar la mayor parte del día en el hospital atendiéndola, cuidaba de su propia familia. Era tanta la tensión a la que estaba sometida que con el tiempo perdió casi todo el cabello.
Un día, mientras le hacía la manicura a su suegra, no se dio cuenta y, al cortarle una uña demasiado a ras de piel, le hizo daño. "¡Yo a ti no te importo en absoluto!", dijo con brusquedad la suegra.
Herida por esas palabras faltas de aprecio, Haruko no pudo evitar que se le saltaran las lágrimas. Luego se dio cuenta de que la razón por la que se sintió tan herida era que el motivo que la había impulsado a hacer lo que estaba haciendo por su suegra era un sentido de obligación. Decidió que a partir de entonces la atendería motivada por amor (Efesios 5:1, 2), decisión que la ayudó a superar sus sentimientos heridos y a restablecer una buena relación con su suegra que duró hasta que esta murió.
No cabe duda de que el amor tal y como se define en la Biblia es la clave para apaciguar la discordia familiar. Lea lo que el apóstol Pablo dijo al respecto y vea si no concuerda con ello. "El amor es sufrido y bondadoso —escribió Pablo—. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta." No es de extrañar que Pablo añadiera: "El amor nunca falla". (1 Corintios 13:4-8.) ¿Cómo puede usted cultivar esta clase de amor?
La Biblia menciona el "amor" como parte del "fruto del espíritu" de Dios. (Gálatas 5:22, 23.) Por lo tanto, es esencial que quien desee cultivar esta clase de amor, además de esforzarse personalmente en esa dirección, tenga el espíritu de Dios. También puede pedir a Jehová, el Dios de la Biblia, que le ayude a que un amor de ese tipo forme parte de su personalidad. (1 Juan 4:8.) Por supuesto, todo ello requiere que usted aprenda de Él por medio de estudiar Su Palabra, la Biblia. Los testigos de Jehová tendrán mucho gusto en ayudarle, al igual que hicieron con Fujiko y con muchas otras personas.
A medida que usted aplique lo que aprenda de la Biblia, verá que no solo mejora su relación con Dios, sino también su relación con todos los que le rodean, incluso con sus padres o hijos políticos. Tal como lo promete la Biblia, usted experimentará "la paz de Dios que supera a todo pensamiento". (Filipenses 4:6, 7.)
Fujiko y las demás personas mencionadas en estos artículos han llegado a disfrutar de esa paz, y usted también puede gozar de ella. Sí, acudiendo a Jehová y siguiendo el consejo de su Palabra, la Biblia, usted también puede crear y mantener una relación afectuosa con sus padres o hijos políticos.
Cualcuier observación solo hágala
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