¿Trastorno sexual?

Es un ególatra que sólo piensa en él y no respeta a la persona que tiene al lado, jactándose de la mujer que tiene y que, supuestaemente, todos envidian. Más allá de rodó esto, no es un hombre capaz de amar a otra persona que no sea su ombligo.
Un hombre así sólo usa y menosprecia a la mujer.
No es agradable, pero es así.
Cualquier cosa que necesites, aquí estaré.

Lo que describes se refiere a un Trastorno de la Inclinación Sexual (antiguamente llamado Perversión), que se cataloga bajo el titulo de Exhibicionismmo Vicario. Es una patología poco habitual, puesto que lo común es que una persona, generalmente de sexo masculino, reciba estimulación sexual por la exhibición de sus genitales o por la realización de actividad sexual solitaria en público. Debido a que en este caso que relatas se trata de exhibir los genitales de la pareja o realizar tocaciones, la excitación sexual se alcanza por medio de un desplazamiento de la propia libido al cuerpo de otro en presencia de testigos.
Las razones detrás de esta conducta pueden ser muy variadas, pero habitualmente guardan relación con episodios de abuso temprano en la infancia o bien con experiencias de humillación sexual en la adolescencia. De todos modos, la única manera de poder entender la etiología del trastorno es en una terapia individual con el sujeto en cuestión.
El pronóstico de tales trastornos no suele ser muy alentador por cuanto la persona recibe placer de su actividad haciendo que sea muy poco probable que tenga motivación de acudir a psicoterapia. No obstante existen casos en que la conducta disfuncional genera tal nivel de desajustes en la relación que el individuo acude para consultar por crisis de pareja.
Lo recomendable en este caso es buscar ayuda de un psicólogo de parejas especialista en disfunciones sexuales. Un sexólogo no ayudará demasiado porque el origen del problema es psicógeno (de origen psíquico).
Ojalá te haya servido de orientación.

Mil gracias por tu respuesta!
No soy experta en estos asuntos pero me apasiona saber sobre la conducta humana y me gusta leer mucho al respecto.
No quisiera abusar de tu disposición para orientar a quien te lo pide pero me has "caído del cielo", espero no quitarte mucho tiempo para preguntarte algo más.
¿Este tipo de trastornos sexuales pueden ser parte o síntoma de algún trastorno de personalidad, por ejemplo, de un trastorno de personalidad límite?
Se que el hombre necesita atenderse con un especialista, por este asunto y muchos otros (aunque dice que lo ha hecho anteriormente, creo que no con éxito) pero dadas la circunstancias, es complicado que este tipo de personas se comprometan a seguir y concluir un tratamiento. Él dice tener la disposición pero inmediatamente me "responsabiliza" a mi (en este caso que he sido su mejor "escucha") a "ayudarlo" a resolver el problema; o sea, el típico "si tu me ayudas, se que sí puedo" (aunque sabemos que no es así). Le he hablado sobre la responsabilidad que él tiene de tomar las riendas para solucionarlo sin pensar en mi como su Salvadora (no lo soy) que yo por mi parte, he aportado oídos, comprensión, empatía, cariño, información sobre instancias o personas expertas en los temas y lo que sensatamente ha estado en mis posibilidades, que no pena ni lástima.
Por favor, permíteme hacerte tres preguntas más: en este caso... ¿qué procede para que el hombre en cuestión acuda a terapia? O... ¿Piensas tu que haya algo más que yo pueda hacer? Si tengo que retirarme, ¿cómo hacerlo sin causar... estragos?
Otra vez, MIL GRACIAS!

Mirilina,
El Trastorno Límite de Personalidad no guarda relación alguna con desviaciones de la libido, sino que con impulsividad y desregulación emocional. Son dos cosas distintas y sería muy raro encontrar una persona con estas dos patologías al mismo tiempo.
Para que esta persona vaya a terapia no hay nada que tú ni nadie pueda hacer, porque si él no desea ayuda no va a buscarla y nadie puede meterle las ganas adentro a otro que no las tiene por sí mismo. No debes asumir responsabilidades sobre la vida del otro, porque tú eres tú y él es él. No podrías arrastrarlo hasta la oficina de un psicólogo contra su voluntad ni podrías asumir el compromiso que él necesita tener consigo mismo y su integración psíquica.
Por otra parte, la mejor manera de retirarse siempre es retirándose. ¿Cómo así? Simplemente siendo bien sincero, sin caretas, sin tapaderas. Si te sientes responsable de las emociones del otro no vas a poder retirarte nunca, porque entonces lo que él sienta lo habrás causado tú. Pero la realidad es que uno es responsable de sus propias emociones y no de las del otro. Nadie es causa de la vida interior de otro, sino que las emociones son resultado de la propia historia, de las propias decisiones y de la propia perspectiva en el aquí y el ahora ante una determinada circunstancia externa. Tú eres responsable de irte. Él es responsable de enfadarse o entristecerse o no sentir nada con ello. Tú eres responsable de ti misma y tus emociones. Él es responsable de sí mismo y de sus emociones. Tú eres responsable de no querer estar con él bajo estas circunstancias. Él es responsable de no querer ir a terapia bajo estas circunstancias. ¿Me entiendes? No pierdas el límite en donde terminas tú y empieza él. Si entiendes esto todo lo demás se dará de manera natural.