Lo que te aconsejo es asegurarte de que tú estás haciendo lo correcto, y entonces,¡ Que se caiga el mundo! (No en un sentido egoísta, por supuesto, sino en el sentido de que tú ya no debes ocuparte en lo que no depende de ti). En el mundo siempre habrá dificultades, y de ellas se pueden sacar muchos bienes.
Piensa que esa situación te resulta incómoda, pero puede ser para tu bien en aspectos fundamentales Tómatela como venida de la mano de Dios.
No sé si estás en contacto con la religión, pero yo te diría que me atiendas a lo que voy a decirte: tienes que estar en gracia de Dios, la cual, si se ha perdido después del Bautismo por una culpa mortal, se puede recuperar con la Confesión Sacramental. Te recomiendo frecuentar los Sacramentos y hacer oración, pidiéndole a Dios luz y fuerza para actuar bien de verdad.
Te recomiendo no vivir para ti misma, sino que pensar en hacer todo el bien que puedas, según la Voluntad de Dios. Entonces, si no vives para ti misma, sino para Dios, aceptarás mejor cualquier situación que se te presente. Ayuda también a tu madre a ser la mejor persona que puede ser. No la juzgues. A lo mejor no quiso ponértelo demasiado fácil para que no te acomodases demasiado; etc. Lo que sí te recomiendo es no discutir, y aceptar su libertad, sin creer que ella tiene que hacer lo que a ti te parezca. Por supuesto que puedes pedir, exponer tu punto de vista, etc., pero no sobrepasar un límite, a partir del cual ya obligarías a alguien a hacer lo que no tiene decidido y lo que no quiere hacer. Así como tú decides, es bueno que ella decida, y que asuma las consecuencias de sus actos. Y si ves que ella se equivoca, piensa en su bien de verdad, no en tu interés temporal. Piensa en el bien de tu madre (te dejo abajo algo para leer), pero, por supuesto, que sin dejarse manipular, lo cual ya sería malo para todos.
Piensa que en cualquier situación que se te ocurra, siempre hay dificultades. Por lo que dices tu madre es una persona joven relativamente, activa. Piensa si te gustaría cargar con otra situación (madre enferma, etc.). La virtud de la caridad es la que tiene que guiar todos tus actos.
No se trata por ejemplo de irte de mendiga por no aguantarla, o cosa así, sino que en todo guíate por hacer el bien, por hacer la Voluntad de Dios. Y no dejar de hacer la Voluntad de Dios por ningún interés temporal.
Como te decía, por tu parte te recomiendo no discutir. Siempre respetar la decisión de tu madre, y procurar hacer el bien a tu madre si consideras que está equivocada, pero no por ti, sino por ella. Al respecto de los gastos, quizá no se trata de decidir al respecto de una vez para siempre, sino que en el día a día, se me ocurre que le puedes decir: hace falta esto, y esto, y esto, para comer y para la casa, y necesito 5, 10, 15 euros. Y si ella no quiere darte para tu comida, pídele que te dé al menos para la suya, la mitad. Otro día, le dices: he comprado tal cosa y me ha costado, tanto, si quieres me lo das o al menos la mitad. Y acepta lo que ocurra, aunque le tengas que pagar su comida. Y con esto que ocurre tú vas decidiendo en lo siguiente, y organizándote al respecto, ya que tú te tienes que organizar en esa situación y no en otra. Y te recomiendo dedicar un tiempo a la oración y a formarte en la doctrina católica en libros de Google libros, en ebook gratuitos. Por cierto que un plato barato y de alimento son las legumbres. Ejemplo lentejas con arroz, a las que puedes añadir 1 diente de ajo picado en crudo para cada una, y un chorro de aceite de oliva Virgen, también en crudo (el ajo también va bien para las infecciones). Y para evitar gastar tanta corriente o gas, puedes, por ejemplo con los garbanzos, llevarlos a ebullición a primera hora de la mañana y apagar, y dejarlos así que se vayan haciendo con el calor; luego lo puedes repetir otra vez a media mañana; y cuando los vayas a terminar de cocinar, ya están casi hechos (y esto aunque no los hayas puesto a remojo previamente). El ajo le puede venir bien a su madre por la muela; y que no se apresure a hacer cosas, que hay cosas que van pasando, y un tratamiento muy agresivo puede traer más complicaciones. Por supuesto que no es malo en sí reservar algo de dinero en previsión de posibles gastos o imprevistos, pero yo te diría que no reserves ante lo que no sabes que te va a ocurrir, si en el momento actual tienes una necesidad apremiante como comer, que sería una necesidad urgente. Si tienes dinero, come al menos lo mínimo; luego puedes prescindir, y te vendrá bien, de todo lo no necesario. Y confía en Dios, quién sabe si ese dinero reservado además de poder sacarte de un apuro en un futuro, pudiera también meterte en un problema. E incluso, quizá llegado el momento, si necesitases algo de dinero para algo concreto y bueno, y no tuvieses, te lo podría dar tu madre. A tu madre también le puedes exponer, si así lo ves conveniente, que tienes algo de dinero, pero que te gustaría no gastarlo todo por las razones que veas. Pero, como te digo, que aceptando su decisión, como te gusta que acepten las tuyas. Y sé humilde, piensa además que tú puedes hacer una previsión racional y buena, pero uno no lo sabe todo al respecto de lo que es mejor, y si se empeña como sea en una cosa, entonces sí que se está equivocando y actuando mal. Al actuar con recta intención, uno ya confía en los resultados que surjan, y sigue intentando mejorar su parte ante la vista de ellos.
Como te dije, tienes que organizarte en tu situación; aprovecha la situación que tienes para hacer todo el bien que puedas. No te niegues a llevar esta cruz (quizá luego podría venirte otra peor). Si puedes, haz una hora de oración por la mañana y otra por la tarde. La primera antes de nada, y aquí hablarás con Dios acerca de todo lo que piensas hacer, de todo lo que crees que te puede surgir, y de cómo es mejor reaccionar. Verás otras situaciones ya pasadas y verás qué te guió, si el amor, o te dejaste llevar meramente por tu interés temporal, comodidad, gusto, u orgullo, etc.
Aprovecha tu situación; quizá no tienes complicaciones materiales, no tienes demasiados enredos; no tienes un trabajo agotador y extenuante, tampoco parece que tengas presiones al respecto de un trabajo o estudios, etc.
En la vida, hay ciertas circunstancias que uno no elige, pero en ellas es en donde está llamado a vivir, y a santificarse, y quizá gracias a ellas podrá hacerlo.
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