No puedo soportar el rechazo, pero por vanidad...

La perfección, o la búsqueda de ella no es un problema en si misma, es a lo que todo ser humano debería enfocar su vida, pero cuando vas en ese camino, te encuentras que hay a tu alrededor personas que están más atrás en el proceso, o que simplemente no están en la carrera, por lo que eso es frustrante, el tema es tener la capacidad, de tolerancia o domino propio para "soportar", para convivir en algunos casos por obligación laboral o de estudios con este tipo de personas, es bueno admitir que la pefeccion en cualquier ámbito es un proceso, en algunos temas los parámetros son relativos, lo que es bonito para ti, quizá no lo es para otro, o lo que hoy consideraste lo más bello del mundo, mañana veas algo más deslumbrante y lo otro queda atrás en tu estándar de belleza. Así si alguien te dice que alto, que guapo, que bonito, que buena música, etc. sera relativo. Y uno lo respeta o tolera.

Solo busca la paz con todos sin perder tu espíritu de superación y estándares de bellaza, que pueden ser motivadores para quienes no los valoran, fuerza.

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Al menos te das cuenta de que tienes algo de vanidad, y eso, ya es un gran avance, muchos pasan por algo así, por diferentes motivos, no digo que sea el tuyo, lo comento para graficar ;algunos he visto, por que les fallo un novio/a, luego se desquitan con los demás, o tienen carácter frívolo, o temen enamorarse y que lo planten, etc, tené en cuenta, que por más lindo o atractivo/a que sea una persona, habrá muchos que no les guste, "gustos son gustos", y no todos tienen que gustar de vos, lo mismo seguro te pasa a vos con respecto a otros, tienes que entender que la atracción, no solo pasa por el aspecto externo, sino otra cosa, esto no es lo tan trillado de "que importa lo de afuera, mira el interior", por respeto no puedo decirte que se dice entre los muchachos, en la terminología de café, de aquí en la ciudad, pero eso no es cierto del todo, algo importa, aunque si, hay casos y casos, caso en donde el chico busca chica grandota o a la inversa, que buscan alto o bajo, etc. Si alguien no te da "bolilla", hace como que llueve, y seguí tu vida, no demostres fastidio, veras que puedes acostumbrarte, la vanidad la podes conquistar, al menos trata. Sds.

Sufres, porque tu ego te domina. El ego está muy ligado a la autoestima y la confianza en uno mismo, y es lo que deberías de buscar a mejorar.

Cuando a uno le falta la confianza en uno mismo, cualquier situación de rechazo (en la vida personal o en la laboral) se lo toma personalmente y su ego está siempre saltando, tratando de proteger a la persona de lo que ella no quiere ver ni aceptar…

Es imposible vivir una vida plena y tranquila, si tu ego te controla. Si tu aceptas el problema, ese ya es el primer paso hacia la “curación”, y no deberías de buscar maneras de superar el rechazo, sino ir al origen del problema que es, como he dicho, tu ego y la falta de confianza en ti mismo. Hay muchos libros sobre el tema, también artículos en internet o videos (dependiendo de la forma que prefieres recibir la información), y si entiendes que tienes un problema y quieres eliminarlo, seguro que con lo puedes conseguir…

La vanidad, que forma parte de uno de los tres grupos de tendencias desordenadas del ser humana, no se puede superar con otro interés cualquiera, sino que solo con amor de verdad. Si uno quiere superarlo porque le interesa superficialmente, en todo caso podrá cambiar una vanidad por otra, pero no superar. Y tampoco es posible el superarlo aisladamente, sino que como te decía solo con amor de verdad, el cual ya incluye el querer sobreponerse a todas las tendencias desordenadas, ya que, además, para hacer el bien, uno tiene que estar dueño de uno, y no esclavo de uno mismo e inutilizado para cualquier esfuerzo, incluyendo la superación de la vanidad.

Está bien que la reconozcas, pero tienes que ir a la raíz para ponerle remedio, que es el amor de verdad. Dices que estas cosas te las tomas personalmente; pues yo te diría que hicieras el esfuerzo en ese tipo de situaciones de no pensar en tu orgullo herido, sino que pienses en el bien de verdad de esa persona, y te encamines a ello, por supuesto que con la gracia de Dios.