Soy casado. He sido infiel con una mujer que me buscaba; no quería nada con ella, pero cedí. Ahora ella no quiere verme y yo sí

Estoy casado hace 18 años y tenemos dos hijos. Hace 3 años conocí a una mujer mucho menor que yo. Ella busco tomar contacto conmigo, a través de las redes sociales y luego ya por el Whatsapp; yo traté de evitarla, pero al final cedí. Unos 3 meses después de conocerla nos fuimos a un hotel, pues ella insistió mucho y quise darme esa oportunidad; tuvimos sexo, pero yo salí despavorido, me sentí sucio. Ella me siguió buscando, sea por redes sociales o por mensajería instantánea. Me decía para salir. Yo la evitaba, le pedía que por favor me deje, que soy un hombre casado y que no me haga destruir mi matrimonio, mi familia. Ella parece ser muy católica; le decía, tu Dios no mira bien la infidelidad; ella me decía que lo único que buscaba era que disfrutáramos de nuestro momento, que no era nada serio. En verdad la trataba mal, le decía cosas feas, pues sentía que me había hecho cruzar un límite que era totalmente peligroso. Esta situación continuó durante varios meses. Nos hicimos amantes virtuales, yo le pedía que me envíe fotos desnuda. Y ella lo hacía. Una vez lo hizo un fin de semana y le recriminé pues eso podía ser peligroso para mí. La bloqueaba durante las horas que estaba en casa y la desbloqueaba durante el día, mientras estaba en mi trabajo. Así se pasó un año aproximadamente y luego ella empezó a contestarme menos, ya no sentía la misma pasión de su parte. Un día volvimos a vernos y nos fuimos de nuevo a un hotel; igual, me fui lo más rápido que pude. Incluso su olor me pareció hediondo. Hace unos 6 meses ella ya no quiere hablar conmigo, por ninguna vía; cuando le pedía vernos, incluso me dijo que si quería tener sexo con ella, eso me costaría. Se me ocurrió que se trataba de una prostituta que me había seducido. No lo sé. Me bloqueó todas las posibilidades de comunicación. Y ahora yo le envío mensajes y la busco, pero nada. Le mentí muchas veces, es cierto, pero creo que su desprecio me ha generado una emoción contraria, como que quiero volver a conquistarla, quiero hacerla mía; creo estar enamorado, pero sé que nop sería nada sano. Y me siento muy mal pues con esto sigo poniendo en riesgo a mi familia, mintiéndole a mi esposa y mis hijos. Me siento fatal.