Si te ha empezado a pasar hace un año es posible que se deba a alguna situación social en la que te encontraste incómoda, insegura, que te provocada mucho malestar y te trabaras por primera vez (trata de recordar algún acontecimiento...).
La reacción de la gente que nos rodea puede hacer que la tartamudez empeore, puesto que está relacionada con la ansiedad. Hablar se convierte en fuente de ansiedad, porque anticipamos (pensamiento) lo que los demás dirán o pensarán de nosotros al escucharnos trabarnos. Esto a su vez nos dispara más aún la ansiedad, aumentando las probabilidades de tartamudeo. Como ves es un círculo que se retroalimenta.
Lo ideal sería que explicaras a tus allegados que deben actuar como si nada cuando tartamudees, que simplemente actúen como si no estuvieras trabándote, con paciencia, que te dejen hablar a tu ritmo. Con el tiempo tu ansiedad disminuirá y se reducirá el tartamudeo.
También ayudaría que intentaras técnicas de relajación, tal vez incluso yoga o meditación. Cuanto más tranquila estés en tus interacciones, mejor te encontrarás y hablarás con más calma y dominio. Sobretodo no entres en pánico o no te agobies si tartamudeas. ¡No pasa nada! Ya saldrán las palabras. Y el que no quiera esperar o escuchar, es su problema, no el tuyo.
Si el problema persiste, valora la posibilidad de acudir a un psicólogo o a un logopeda.