El enamoramiento sería como una llamada, como una inclinación, pero en ningún caso está para dejarse llevar por las simples apetencias, etc., sino que habría que hacer el esfuerzo de crecer en el amor de verdad, el cual sin duda exige renuncias.
La satisfacción de las simples apetencias nunca llena el corazón humano, y claro que estas pueden hartar o cambiar.
El amor humano hay que cuidarlo ya que de otro modo se desvía hacia el egoísmo. Y claro que esto exige esfuerzo.
Si ambas personas lejos de hacer el esfuerzo de buscar el bien de de verdad, por encima de intereses vanos o desordenados, se han dedicado a la satisfacción precisamente de dichos intereses, esto durará mientras coincidan ciertos intereses, que de por sí ya son cambiantes y nada estables, y nunca son constructivos auténticamente.
Ahora podrías mejorar en todo lo que dependa de tu parte, de lo cual siempre saldrás beneficiada; y hacer el esfuerzo de amar de verdad, por ejemplo pensar en el bien de verdad de él, y esto por encima de intereses vanos o desordenados; no viéndolo a él en función de ti misma, de tus intereses. Y por supuesto que te recomiendo seguir con tu vida, no viviendo para ti misma, sino que pensando en hacer el bien, lo cual siempre es posible.
El enamoramiento sería como una llamada, como una inclinación, pero en ningún caso para dejarse llevar por las simples apetencias, etc., sino que habría que hacer el esfuerzo de crecer en el amor de verdad, el cual sin duda exige renuncias.
La satisfacción de las simples apetencias nunca llena el corazón humano, y claro que estas pueden hartar o cambiar.
El amor humano hay que cuidarlo ya que de otro modo se desvía hacia el egoísmo. Y claro que esto exige esfuerzo.
Si ambas personas lejos de hacer el esfuerzo de buscar el bien de de verdad, por encima de intereses vanos o desordenados, se han dedicado a la satisfacción precisamente de dichos intereses, esto durará mientras coincidan ciertos intereses, que de por sí ya son cambiantes y nada estables, y nunca son constructivos auténticamente.
Ahora podrías mejorar en todo lo que dependa de tu parte, de lo cual siempre saldrás beneficiada; y hacer el esfuerzo de amar de verdad, por ejemplo pensar en el bien de verdad de él, y esto por encima de intereses vanos o desordenados; no viéndolo a él en función de ti misma, de tus intereses. Y por supuesto que te recomiendo seguir con tu vida, no viviendo para ti misma, sino que pensando en hacer el bien, lo cual siempre es posible.